Galerías Lafayette
Introducción
Las Galerías Lafayette se presentan como un punto importante más en el desarrollo de la historia de los grandes almacenes. En el siglo XIX se dio un cambio radical en la manera de enfocar la venta al público de artículos cotidianos, especialmente la moda. La gente pasó de tener que ir a tiendas, más o menos pequeñas, donde uno tenía que pedirle al dependiente qué era lo que quería para que éste se lo enseñara en el mostrador, a pasearse por unas grandes superficies donde el producto estaba expuesto. De esta manera los clientes empezaron a tener la oportunidad de curiosear, tocar los productos, encapricharse de cosas que realmente no necesitaban comprar, etc. Las Galerías Lafayette, sin embargo, no fueron las primeras en abrir en la ciudad de París. Tras la apertura de Le Bon Marché en 1852, se inauguraron otros establecimientos comerciales del mismo tipo como Les Grands Magasins du Louvre, en 1855, y Les Grands Magasins du Printemps y La Samariteine, ambas construidas en 1865.
Desde su apertura al público, las Galerías Lafayette no han hecho más que ampliar su negocio, creciendo la compañía tanto en su localización original, como expandiéndose alrededor del mundo. Actualmente estas galerías son la mayor superficie comercial de Europa, recibiendo miles de visitantes a diario.
Los inicios
La historia de estos grandes almacenes se remonta al año 1893. Empieza con la adquisición por parte de los primos Théophile Bader y Alphonse Kahn, de Alsacia, de un pequeño establecimiento comercial, una mercería, de 70 metros cuadrados en la esquina de la calle La Fayette y la calle Chaussée d’Antin de París. Su ya existente disposición en pasillos por los que los clientes podían moverse con libertad, originó el nombre de la tienda, Galerías Lafayette, “Aux Galeries Lafayette”. La idea de comprar ésta tienda fue toda una aventura para sus dueños que probó tener gran éxito gracias a su localización cerca de la Opera, de los grandes bulevares y de la estación de tren de Saint-Lazare, donde mucha gente, parisinos y forasteros, acudían por su bullicio comercial y social.
Tal fue el éxito de la empresa que en 1896 la compañía compró todo el edificio que ocupaba el número 1 de la calle La Fayette. Seguidamente, en 1903, compró los números 38, 40 y 42 del Boulevard Haussmann, así como el número 15 de la calle Chaussée d’Antin. Estas adquisiciones siguieron la estrategia de la construcción, de hacerse con el mayor espacio comercial posible. Así pues, a la gran compra de espacio comercial siguió la gran arquitectura, arquitectura que debía concebirse para apoyar perfectamente las necesidades comerciales del establecimiento.
En 1907, Théophile Bader, encargó el primer proyecto para el Boulevard Haussmann al arquitecto Georges Chedanne. Sin embargo, la nueva dimensión de los grandes almacenes llegó en 1912, cuando el dueño de las Galerías Lafayette encargó un nuevo proyecto que, con la visión del aprendiz Ferdinand Chanut, llevaría a la tienda a ser un gran espacio del lujo.
De este modo, el buque insignia de la compañía se inauguró en octubre de 1912. El dueño soñaba con crear un bazar del lujo, donde las mercancías fueran tantas y tan lujosas que los compradores no pudieran sino exclamar de sorpresa. Por ello se apostó por la construcción de la gran cúpula, que fue todo un acierto. Ahora la luz del sol entraba a través de ella, iluminando y haciendo brillar los artículos a la venta en el gran vestíbulo.
Desde un principio el establecimiento quiso ser un lugar para la moda y la innovación. Asegurándose que las últimas tendencias estuvieran disponibles en su tienda, Théophile Bader quería distinguirse de sus competidores. Por esta misma razón, el señor Bader ideó una marca propia para sus grandes almacenes, asegurando la exclusividad de muchos de los productos en venta en su establecimiento. Para estar siempre a la última de las tendencias y los gustos cambiantes de sus clientes, se puso en marcha una estrategia. El director de las galerías iría a menudo a las carreras y a la ópera, acompañado de un diseñador, que tomaría buena nota de la vestimenta de la gente, dibujando de manera discreta en sus cuadernos los modelos más bonitos de los modistos con más renombre. Seguidamente se harían las alteraciones oportunas para llevar los diseños a producción y tenerlos lo antes posible disponibles en la tienda.
De esta manera la moda se democratizó. Tanto la gente burguesa como la de clase trabajadora media se apresuraba en ir a las galerías a por las últimas tendencias en moda. En la fachada del edificio en la calle Lafayette apareció un gran cartel anunciando los grandes almacenes, que decía: Galerías Lafayette, los mejores productos en todo París.
Para redondear la experiencia de entretenimiento de los clientes, la compañía empezó a organizar eventos en sus instalaciones. Como ejemplo de ello, en 1919 las Galerías Lafayette se convirtieron en el escenario del aterrizaje de Jules Védrines en su cubierta. Pese a que el aviador se llevó una multa por volar demasiado bajo en la ciudad, ganó eterna notoriedad como el primer rebelde de la historia de la aviación.
Con el tiempo el establecimiento amplió su oferta de productos, incluyendo ropa para hombre, mobiliario, juguetes, mantelería, y otros departamentos tradicionales. Con el objetivo de hacer el arte accesible para todo el mundo, las galerías también se adentraron en el mundo de las artes aplicadas, abriendo en 1922 el departamento “La Maîtrise”, taller de artes aplicadas bajo la dirección artística de Maurice Dufrêne. Este taller quería ofrecer productos para grandes y pequeños presupuestos. Los productos iban desde mobiliario, a telas, alfombras, papel de pared, cerámica, etc. Unos de los primeros colaboradores en el taller fueron los gemelos y diseñadores Jean y Jacques Adnet.
Tal era el éxito de las galerías que incluso durante la recesión de 1929 expandieron sus dominios comprando más espacio en el Boulevard Haussmann. En 1932 el buque insignia de la compañía fue renovado bajo las órdenes del arquitecto Pierre Patout, de estilo Art Déco. También en este momento se añadieron los miradores de René Lalique.
Las Galerías Lafayette tras la Segunda Guerra Mundial
El punto más bajo de la historia de este establecimiento tuvo lugar durante la ocupación, entre 1941 y 1944, de la ciudad en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Sus dueños tuvieron que ausentarse y las galerías estuvieron a cargo de la administración de Vichy hasta la liberación de la ciudad. Después de la dura situación de los primeros años de posguerra, las galerías empezaron a recuperar su esplendor y éxito.
Tras la Segunda Guerra Mundial, en la cumbre de su carrera, Edith Piaf cantó en las Galerías Lafayette para animar a la población a recuperar la normalidad en sus vidas y en sus compras. Una gran multitud acudió al evento y el tráfico en la zona hubo de cerrarse.
Para ganar otra vez su posición prominente en el campo de los grandes almacenes, las galerías se renovaron y modernizaron. Esta modernización también abarcó el ámbito de los productos que el establecimiento vendía. En 1952 se creó el puesto de Director de Moda, quien debía viajar en busca de nuevos productos alrededor del mundo. En esta época las instalaciones de las galerías también fueron escenario de diferentes exposiciones internacionales. La primera de ellas tuvo lugar en mayo de 1953 y estuvo dedicada a “La mejor producción italiana”. Otras como la de “USA, en 1961, la de “África”, en 1972, la de “La URRS”, en 1974, o la de “Caras de la India”, en 1995, la siguieron.
El lema de la compañía, productos para todos los bolsillos, dio lugar al “Festival del diseño” en 1954, donde se premió el “buen gusto a buen precio, en vez del mal gusto a alto precio”.
En los sesenta las Galerías Lafayette ofrecieron espacios a los diseñadores emergentes del prêt-a-porter para el lanzamiento de sus colecciones cada temporada. La primera marca que aprovechó esta oportunidad fue Laura, que más tarde pasaría a llamarse Sonia Rykiel. Otras marcas que también utilizaron estos espacios fueron: Daniel Hechter, Pierre Cardin, Cacharel, Yves Sain-Laurent y Dorothée Bis.
En 1969 la compañía abrió otro establecimiento en la calle Mogador en la que se ofrecían productos de toda clase, desde ropa, a música o productos farmacéuticos. A partir de aquí, con Lafayette 2 y la apertura de Lafayette comida y bebida en 1990, la marca Galerías Lafayette se convirtió en el primer centro urbano que unía compras, servicios y parquin subterráneo, todo lo concerniente a un estilo de vida en un mismo lugar.
En 1974 la gran escalera fue restaurada y la planta baja acondicionada para grandes tiendas. En 1980 el centro creó su propio “Festival de la moda”. Hasta 1999 los grandes diseños de moda eran expuestos en las galerías y los mejores diseñadores eran invitados a mostrar sus creaciones en las instalaciones: Karl Lagarfeld, Robert Wilson, Jérôme Savary, Marie-Claude Pietragalla, David LaChapelle, etc. En 1984 la compañía abrió su departamento de diseño con la exposición “Francia tiene talento” en la que estuvieron Azzedine Alaïa, Jean-Paul Gaultier, Thierry Mugler y Jean-Charles de Castelbajac.
Actualidad de las Galerías Lafayette
En 2001 la compañía contrató a Jean-Paul Goude para hacerse cargo de las relaciones públicas del establecimiento. La primera campaña de éste, “Las aventuras de Laetitia Casta en la tierra de las Galerías Lafayette”, marcó el inicio de una relación muy provechosa. El fotógrafo siempre hacía visible en sus campañas el espíritu de la compañía y no se conformaba con anuncios de calidad mediocre.
En 2004 la tienda Marks and Spencer del Boulevard Haussmann se trasformó en la Maison Lafayette, siguiendo la compra por parte de Lafayette de todas las tiendas Marks and Spencer de Francia en 2001.
Durante toda su historia las Galerías Lafayette han estado en estrecha relación con el mundo de la moda y del diseño, acercando éstos al gran público y apoyando a los artistas a los que el tiempo ha sabido reconocer su valor. Siguiendo esta visión, la compañía decidió abrir en 2001 la Galerie des Galeries, una galería de arte de entrada gratuita en la primera planta de su establecimiento principal. En ella se muestra la influencia cruzada del mundo del arte, el diseño y la moda.
La compañía apoya además al mundo del arte a través de colaboraciones con instituciones como el Centro Pompidou, el Museo de Arte Moderno y la Villa Noailles en Hyères.
Las Galerías Lafayette ha ido pasando de padres a hijos durante cinco generaciones, convirtiéndose en un negocio familiar que ha superado el paso del tiempo, la guerra y la crisis financiera a través de su capacidad para la innovación y su compromiso con la excelencia. En 2008 la compañía creó un departamento de patrimonio histórico con el fin de preservar su rica historia y asegurar el vínculo del pasado con el futuro de la empresa. El archivo del departamento trata sobre la arquitectura del establecimiento así como de su historia. Éste se puede consultar, previa cita.
Las primeras tiendas fuera de París que abrió la compañía se situaron en pequeñas ciudades de Francia como Niza y Nantes. La empresa también ha abierto galerías en otras ciudades:
- Berlín, establecimiento diseñado por Jean Nouvel, construido entre 1991 y 1995. Abierto al público en 1996.
- Nueva York. Se situó en la Torre Trump en Manhattan. No tuvo éxito y se cerró en 1994, tres años después de su apertura.
- Casablanca, establecimiento diseñado por Davide Padoa de Design International, en 2008. Abierta al público en 2010.
- Dubai, abierta en 2009.
- Jakarta, abierta en 2013.
- Beijing, abierta en 2014.
En 2012 se celebró el centenario de las Galerías Lafayette con una exposición llamada: 1912-2012. Crónicas de un itinerario creativo, comisionado por el arquitecto Rem Koolhaas y su estudio OMA, junto a otros colaboradores como el artista Yann Kersalé y los arquitectos de Djuric Tardio – Architects, responsables de la instalación llamada Crisálida.
Las Galerías Lafayette son una se las principales atracciones turísticas de la ciudad de París, por detrás, claro está, de la Torre Eiffel, y ha hecho las delicias de numerosas celebridades, por nombrar algunas: la Duquesa de Windsor, la mujer de Aga Khan, Mrs. Khrushchev, Bill Clinton y el Príncipe Carlos de Inglaterra.
Ubicación
Las Galerías Lafayette se sitúan en el distrito noveno de la ciudad de París. Actualmente ocupan toda una manzana aunque el edificio original del establecimiento comercial es el situado en la esquina entre la calle Chaussée d’Antin y el Boulevard Haussmann. La estación de metro más cercana a las galerías es la de Chausee d’Antin – La Fayette. Otras estaciones cercanas son las de Havre-Caumartin, Opéra, Havre – Cumartin o la de Richelieu – Drouot.
Concepto
La arquitectura de estos grandes almacenes está influenciada por el concepto de bazar de las culturas del próximo oriente. En estos espacios las mercancías están expuestas de manera que se encuentran al alcance de los compradores, permitiéndoles acercarse a ellas y contemplarlas libremente. Esta concepción de lo que un espacio de venta tiene que ser influenció mucho al mundo occidental en el siglo XIX, resultando poco a poco en el cambio de visión de lo que las tiendas debían ser. Éstas pasaron de ser pequeños establecimientos a ser grandes superficies comerciales, hoy en día comunes en todo el mundo.
El propio dueño de las Galerías Lafayette soñaba con crear un espacio que fuera como un bazar del lujo, que sorprendiera a todos los que entraran en él y les maravillara con el esplendor del ambiente y de los productos expuestos en él. Por ello fue muy importante contar con arquitectos capaces de aportar esa magnificencia al edificio, y crear esa atmósfera, casi de palacio, en la que las nuevas ventas se tenían que desarrollar. Y no hay nada más palaciego que un gran vestíbulo bajo una cúpula que arroje la luz del sol en el interior del edificio y en cuyo espacio haya una majestuosa escalera, inspirada, nada más y nada menos, que en la escalera de la Ópera Garnier, lugar preferido de la clase pudiente parisina.
Espacios
El espacio más emblemático de las Galerías Lafayette es el gran vestíbulo que se encuentra bajó la cúpula de cristal. La magnificencia de ésta hizo que ya desde el principio se convirtiera en el símbolo de las Galerías. El responsable del diseño en estilo neo-bizantino de los cristales tintados de la cúpula fue el cristalero Jacques Gruber.
Ferdinand Chanut fue quien encargó a artistas de la École de Nancy la decoración en estilo Art Nouveau de los interiores del edificio. Louis Majorelle , quién previamente había hecho encargos como el del restaurante del Hotel Modern, fue el responsable del diseño de la magnífica escalera de los almacenes Lafayette. Para este proyecto se inspiró en la majestuosa escalera de la Opera Garnier de París. Además también estuvo a cargo del trabajo realizado en hierro en las barandillas de las tres líneas de los balcones que dan al gran vestíbulo.
Los grandes almacenes no solo innovaron en cuanto al esplendor de su arquitectura. Éstos también incluyeron un salón de té, una sala de lectura y una sala para fumadores, a parte de los 96 departamentos comerciales. Cuantos más grandes almacenes surgían en las ciudades, más se convertía el hecho de comprar en un pasatiempo, por lo que también en este caso se ofreció a los visitantes unas vistas panorámicas de la ciudad de París desde la terraza del edificio.
En las Navidades de 1951 se incluyó la mayor escalera mecánica de Europa en el centro comercial. Además, entre 1957 y 1959, el espacio de las galerías se vio incrementado con la construcción de dos pisos más en la parte superior del edificio.
Otro punto interesante de los grandes almacenes se desarrollaba a pie de calle. Las Galerías Lafayette son famosas por el cuidado diseño de sus escaparates, que todavía hoy intenta tentar al público a adentrase en el edificio y comprar todo tipo de artículos.
Estructura y Materiales
Las Galerías Lafayette fueron las primeras en ser construidas enteramente en hormigón, un material no muy utilizado todavía en la época. La utilización de este material le permitió al arquitecto crear formas curvas y novedosas para aquel entonces. Los detalles del edificio están hechos de hierro, hormigón y cristal. La cúpula, cuya parte superior está a 43 metros del suelo, está construida de acero y cristal. Dividida en diez franjas, incluye colores azules típicos de las catedrales francesas. Además está coronada por una linterna también hecha de acero.
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