Hong Kong & Shanghai Bank
Introducción
En el barrio central está el altivo Hong Kong & Shanghai Bank, un edificio de 41 pisos construido en 1986 como símbolo de la economía capitalista en el Pacífico, y uno de los edificios más caros de su época: más de 90 millones de euros. En ambos destaca la transparencia de su concepción formal, oculta tras una apariencia de alta tecnología.
Ubicación
La torre se encuentra emplazada en el corazón del barrio financiero de Hong Kong
Concepto
La exigencia de construir de más de un millón de metros cuadrados en un plazo breve sugiere un alto grado de prefabricación, incluida la fábrica de módulos terminados, mientras que la necesidad de construir simultáneamente hacia arriba y hacia abajo dio lugar a la adopción de una estructura de la suspensión, con pares de acero Mástiles organizado en tres bahías. Como resultado de ello, el edificio se articula en forma a reforzar el perfil de las tres torres, respectivamente veintinueve, treinta y seis y cuarenta y cuatro plantas de altura, que crean plantas de diversa amplitud y profundidad para permitir jardín y terrazas.
El mástil de la estructura permite avanzar, empujando el servicio a los núcleos de perímetro.
Un sistema único de circulación por el edificio combina ascensores de alta velocidad a la recepción con los espacios más allá de las escaleras mecánicas. Desde el principio, el Banco concede gran prioridad a la flexibilidad. Curiosamente, a lo largo de los años, ha sido capaz de reconfigurar oficina de diseños con facilidad, incluso la incorporación de una gran sala de los distribuidores en un piso de una medida que no podía haber previsto cuando el edificio fue diseñado.
Simbolismo
La obra de Norman Foster representa un fenómeno particularmente significativo dentro del panorama global de la cultura arquitectónica del último tercio del Siglo XX.
En plena década del ´70, cuando la ola ascendente de los distintos posmodernismos tendía a replegarse sobre la historia y el ensimismamiento manierista en el lenguaje, Foster, en una obra como el Sainsbury Center, no sólo seguía adelante con los desarrollos contemporáneos de la arquitectura del movimiento moderno sino que enfatizaba desembozadamente uno de sus aspectos fundantes, como es la apoyatura en los adelantos tecnológicos e industriales de nuestra época. Esta actitud dió origen dentro del pensamiento arquitectónico contemporáneo a la corriente denominada ¨High Tech¨, de la cual Foster, junto con Richard Rogers, aparece claramente como líder.
El presente edificio constituye una muestra madura de esta tendencia, en la cual la ¨musculatura¨ tecnológica de los edificios tiende siempre a acentuarse con un carácter expresionista.
Materiales
Debido a la urgencia de terminar el proyecto, la construcción del edificio se apoyaba mucho en la prefabricación fuera de sitio; componentes se han fabricado en todo el mundo. Por ejemplo, el acero estructural vino de Bretaña; el vidrio, el aluminio y el revestimiento para suelos vinieron de los Estados Unidos mientras que los módulos de servicios ha venido de Japón.
Estructura
La estructura de este edificio es sin duda singular ya que en lugar de apilarse los pisos unos encima de otros, como estamos acostumbrados, aquí existen una serie de plantas clave “portantes” distribuidas a lo largo de la altura del edificio y de las cuales cuelgan las demás plantas.
Sobre los lados cortos del edificio se sitúan los apoyos que se encargarán de transmitir todas las cargas del edificio a la cimentación.
Sobre estos apoyos descansan 5 enormes vigas repartidas a lo largo de la altura total del edificio, cada aproximadamente 7 plantas. Dichas vigas tienen el canto correspondiente a la altura completa de una planta, y de hecho en su interior se realizan actividades de manera normal al tratarse de vigas compuestas por barras metálicas. Desde estas grandes vigas cuelgan literalmente las plantas que se encuentran por debajo de ella, hasta llegar a la siguiente viga.