Pabellón Sclera
Introducción
En el marco del Festival de Diseño de Londres, cada año se exhibe un proyecto para la sección Tamaño + Materia, que tiene como objetivo desafiar la percepción del público con materiales cotidianos, mediante la creación de espectaculares estructuras temporales exteriores.
En el 2008, el elegido para esta sección fue David Adjaye, quien creó el Pabellón Sclera. En colaboración con el Consejo Americano de Exportación de Madera Dura, el arquitecto eligió la madera de tulipa para su obra. Se presenta así, el prototipo de un nuevo material que nunca se ha utilizado como material de construcción externa.
La obra se caracteriza por un diseño innovador que no deja indiferente a nadie, dándole versatilidad a un material que suele usarse para construcciones más mundanas. Explora las posibilidades de proyectar un espacio singular a partir de un elemento constructivo “simple” como son las tablas de madera en bruto.
El término Sclera (esclerótica) se define como membrana blanquecina que cubre el ojo, con una abertura anterior que engasta la córnea. Esclerótica es donde se congrega la luz, un espacio de transición donde la luz se convierte en información. El arquitecto eligió este nombre para hacer alusión a un “espacio desde mi punto de vista”.
Situación
Se ubica a metros del Royal Festival Hall, a orillas del río Támesis, en el centro de Londres.
Concepto
El arquitecto interpretó el significado del Pabellón Sclera como un «espacio de mi punto de vista», destacado por la relevancia y abundante presencia de áreas abiertas en el diseño, cuya sensación de amplitud y libertad se ven potenciadas por la ligereza de la construcción en madera. La estructura borra las fronteras entre arquitectura, diseño, ingeniería y escultura.
El diseño está inspirado en la idea de la óptica, la forma en que el ojo recibe y percibe la luz, cómo llega al ojo y cómo afecta a las emociones, por lo que el arquitecto decidió hacer una cámara de luz.
El proyecto explora el uso de la luz para modular y crear un espacio a partir de luces y sombras. Pero es una imagen pixelada, como si todavía estuviese en formación. Es necesario que el visitante, una vez establecido el escenario, experimente el espacio.
Se eligió la forma cilíndrica debido a la ausencia de ángulos rectos, a la posibilidad de orientarse a cualquier punto de vista, y a la opción de funcionar como punto final en un paisaje. Fue concebido como una cámara cilíndrica que modula la luz a su alrededor a través de este material.
La obra se basó en utilizar un material que permitiera explorar todos los aspectos de la construcción, desde la estructura hasta el revestimiento y la decoración.
Espacios
La obra mide 12×8 metros. Tiene forma elíptica, como un gran ojo que los visitantes pueden recorrer y experimentar.
Las formas curvas que definen la volumetría del pabellón se construyen con la posición y el tamaño de las tablas, mientras que la separación entre las mismas establece niveles de permeabilidad lumínicos variables en función de las condiciones atmosféricas, la hora del día o la mirada del espectador. La forma elíptica se creó de manera aditiva, con piezas rectas de madera, sin tener que recurrir a la deformación del material en curva. La tridimensionalidad del techo no fue trabajada con longitudes al azar, sino que es una pieza de composición, que crea un fenómeno espacial.
El pabellón está formado por dos cámaras circulares. La entrada lateral conduce a la primera cámara. La segunda, de mayores dimensiones, crea una fuerte sensación de espacio. Todo el interior ofrece al visitante una experiencia de espacialidad transmitida mediante la forma elíptica de la pared y el suelo y las suaves curvas del techo tridimensional. La claridad de la madera y las formas y espacios proporcionan una intensa experiencia sensorial a medida que el visitante de desplaza a través de la obra.
La cámara de mayor tamaño constituye el centro del pabellón. Una abertura en la pared, enmarca la vista hacia el exterior. Esta perspectiva explica la segunda interpretación de ‘Sclera’ como el término utilizado para designar a la ‘membrana con una abertura anterior que engasta a la córnea’.
Estructura y Montaje
Tanto la construcción del pabellón como su montaje requirieron de una gran maestría.
Sobre la base horizontal de la calle, se colocaron nueve soportes en el suelo y el suelo elevado de madera. A continuación, se procedió a levantar los 370 postes, de diferentes secciones y de hasta 4,50 metros de longitud que soportan el revestimiento vertical de la elipse. Los postes se fijaron a la base mediante pasadores, junto con el elemento del techo. Un total de cinco sistemas de arriostramiento se encargan de absorber las cargas laterales de las fuerzas horizontales.
El techo está formado a partir de nueve elementos esenciales. Sobre los 370 postes se sitúan 68 viguetas de techo, cada una de ellas con una sección de 6 x 24 centímetros. 910 tablones, de longitudes aparentemente aleatorias, cuelgan del techo creando una forma ondulante y siendo los responsables del efecto tridimensional. Puesto que los tablones suspendidos forman parte de los elementos prefabricados, su posicionamiento debió efectuarse con gran exactitud. Para conseguir una fijación segura y permanente a las viguetas, se utilizó una unidad de control numérico especial que marca automáticamente y con un alto grado de precisión las posiciones en las que finalmente se empernaron los tablones.
Materiales
Liriodendrón, llamado también tulípero, es un género de plantas de la familia magnoliáceas. Consta de dos especies de árboles grandes de hoja caduca, uno nativo de la Costa Este de Norteamérica, el otro de China. El tulípero es uno de los árboles más prolíferos de Estados Unidos.
Tulípero es una madera dura renovable que se utiliza más bien como un material de referencia que para el acabado y detalles debido a sus cambios, ya que no se puede asegurar un color determinado. El pabellón es una forma de mostrar cómo se puede disfrutar de una gran variedad de utilización de esta especie.
Gracias a la gestión sostenible de los recursos forestales estadounidenses, su volumen en crecimiento siempre supera el volumen derribado en los aprovechamientos forestales.
Su madera ofrece grandes ventajas, como su resistencia, su retención de productos químicos lo que facilita la aplicación de tratamientos que la mejoren, y las grandes longitudes de material totalmente libre de nudos. En este caso, se utilizó con un nuevo tratamiento ya que normalmente tiene una vida limitada en el exterior. Esta decisión abre nuevos horizontes en las aplicaciones del material ya que hasta ahora solo se utilizó en la fabricación de muebles, para aplicaciones de carpintería interior y en armarios de cocina y puertas.
Para la construcción del pabellón se utilizaron aproximadamente 50 metros cúbicos de madera de tulípero estadounidense, suministrada por Consejo Americano de Exportación de Madera Dura, con un peso de 25 toneladas.
A pesar de ser una especie estable, todas las secciones, excepto en los elementos del pavimento, se fabricaron con dos tablas aserradas pegadas de cara con un adhesivo de resorcina que ofrece una buena resistencia a la intemperie.
Para conseguir una eficaz protección contra los agentes meteorológicos, las piezas se rociaron con una primera imprimación de Primer GN. Luego se trataron en un tanque de inmersión, con un aceite de imprimación fabricado por Osmose. En el caso de los elementos de mayor tamaño, la aplicación se efectuó con una brocha.