Arquitecto
Año de Construcción
2003-2006
Coste
$58,000,000 USD
Ubicación
Astana, Kazajistán

Introducción

Durante el mes de Septiembre de 2003, Kazajistán, la mayor de las que fuesen repúblicas integrantes de la unión soviética, fue anfitriona del primer congreso de los líderes del mundo y las religiones tradicionales.
Tras el éxito del certamen el presidente del país, Nursultan Nazarbayev, decidió convertir el evento en un acto trienal, y junto con esta decisión tomó la de construir un edificio que fuese la sede fija de dicho certamen para acogerlo cómodamente en sus sucesivas ediciones.

Antes incluso de encontrar al arquitecto que llevaría a cabo el proyecto, este ya contaba con tres condicionantes:

1 – El solar para el proyecto ya estaba adjudicado y se trabaja del situado justamente frente al palacio presidencial.

2 – El proyecto debía finalizarse en un plazo de dos años, de lo contrario no estaría listo para el próximo congreso.

3 – El presidente del país ya había estado haciendo de arquitecto por su cuenta y había establecido que el edificio debía ser de forma piramidal.

Finalmente fue el arquitecto inglés Norman Foster quien aceptó el encargo pese a las condiciones. Probablemente para demostrar la capacidad de su estudio para cumplir unos plazos tan estrictos, en unas condiciones tan duras y dar un pequeño pasito, por qué no, hacia un mercado donde rara vez figura el nombre de un arquitecto occidental.

Situación

La construcción se sitúa sobre el final del lado este del eje encargado de actuar como espina dorsal de la nueva urbanización de la ciudad de Astana, Kazajistán.

Aunque actualmente se encuentra separada del resto de construcciones esta situación no se mantendrá durante demasiado tiempo, ya que la zona se encuentra en pleno periodo de expansión, con la previsión del que el eje principal se siga expandiendo incluso hacia el este y con la fecha del 2030 como objetivo para su finalización.

Concepto

Ya hemos dicho que la forma piramidal del edificio fue una imposición del presidente del país. Sin embargo Foster debía buscar una justificación conceptual a la forma de su futuro edificio, y fueron dos las conclusiones a las que llegó:

La pirámide era una forma simbólicamente conveniente para este proyecto ya que ninguna religión (después de la egipcia) la había adoptado como símbolo propio, y por lo tanto un gran número de religiones estarían dispuestas a aceptar la forma del edificio y este no ofendería a nadie en sí mismo.

Por otra parte la forma piramidal respondía perfectamente al diagrama jerárquico que establecen la mayor parte de las religiones del mundo, donde un poder divino y único controla todo desde lo alto, por debajo se encuentran aquellos pocos elegidos para llevar su palabra al mundo terrenal, y finalmente, en la parte más baja de la pirámide, el pueblo, la multitud de creyentes a las ordenes de su religión. Por lo que un edificio piramidal podría acomodar las funciones requeridas para este centro del mismo modo y quedar plenamente justificado.

Descripción

Desde el exterior el edificio se presenta como una pirámide de base cuadrada de 62x62x62m.

En un primer proyecto el estudio de Foster propuso levantar un edificio de iguales dimensiones a la Gran Pirámide de Keops, la mayor de las pirámides de Giza, 230 metros de lado por 146 metros de altura. Pero estas dimensiones parecieron excesivas incluso al ambicioso presidente de Kazajistán, por lo que se redujeron hasta alcanzar las dimensiones definitivas.

Espacios

Desde el principio la forma piramidal gustó al estudio de Foster, para ellos dicha forma se mostraba como un excelente esquema organizativo para el programa que se planteaba, donde la parte alta era sin duda la más significativa y de ahí hacia la base iba perdiendo significado a la vez que ganaba superficie, de modo que en el último piso se proyectó un espacio dedicado a reuniones con líderes de una religión en particular y en planta baja un gran espacio dedicado a celebraciones más masivas.

Una vez comenzado el proceso de diseño el cliente encargó a Foster que incluyese un nuevo uso dentro del edificio, y no algo insignificante, sino una sala de opera con capacidad para 1500 personas. La fecha de entrega no seguía siendo la misma.
Lo que en principio pudo parecer un inconveniente sobre la marcha terminó por darle solidez y consistencia al proyecto, solucionando temas tan delicados como el de crear un punto de entrada sobre una geometría tan clara como la de la pirámide.
Se optó por enterrar la sala de opera bajo el nivel de calle, sin embargo el nivel freático era determinante y aún tras excavar todo lo posible la sala superaba el nivel cero por cinco metros. Se optó por rellenar con tierras artificiales el terreno hasta cubrir la sala, creando a su vez cuatro vías de entrada por debajo del volumen piramidal. El relleno artificial sirvió además como pedestal para la pirámide, que se iba convirtiendo aún más si cabe en un objeto abstracto y puro, sin ninguna deformación por su uso interior.

Una vez en el interior del edificio nos encontramos con un foyer de distribución principal desde el cual podemos ascender hasta la base del gran atrio que evoca las mismas proporciones piramidales exteriores. Este atrio se ilumina tanto por su base como la cumbre, creando un espacio interior de importantísimas dimensiones iluminado de forma natural.

Existen dos núcleos de circulación vertical que permiten ir ascendiendo por los distintos niveles tanto en ascensor como por escaleras. Se trata de núcleos inclinados.

Una vez el ascensor nos deposita en el último nivel descubrimos que estamos aún lejos de llagar a la sala de congresos, y que por delante tenemos aún por recorrer dos rampas helicoidales que ascienden a través de un denso jardín colgante, culminando un camino de ascensión que puede ser comparado con mil y una metáforas.

Por si la metáfora de la ascensión no fuese suficientemente clara al llegar a la sala de reuniones superior nos encontramos con una plataforma efímera sujeta a la estructura principal por solo cuatro puntos y bañada por luz natural desde todas las direcciones, ya que como cerramientos sólo encontramos unos grandes ventanales esceligrafiados con motivos pacíficos.

Estructura

Los ingenieros tuvieron que diseñar el edificio para soportar la expansión y contracción debido a las variaciones de temperatura de más de 80 ° C, desde -40 a más de 40°C, que conduzcan a la expansión de la construcción de hasta 30cm.

Materiales

Debido a la velocidad con la que debía finalizarse la obra y también a las condiciones de temperatura extremas que pueden alcanzar en Kazajistán durante el invierno la pirámide se materializó mediante una estructura de acero en lugar de hormigón como en la zona del basamento.

En un primer momento se pensó en que todos los cerramientos fuesen de vidrio, los cuales le serían encargados al artista Brian Clarke, quien ya había colaborado con Foster en numerosas ocasiones.

Finalmente la aportación de Clarke se limitó a los cerramientos de la parte superior de la pirámide y el resto de espacios triangulares que la estructura dejaba por cubrir se taparon con paneles de hormigón sobre los que se colocó un aplacado de granito gris.

Planos

Fotos