Parque de vehículos y vertedero
Introducción
El parque de vehículos y vertedero de Girona es una obra que responde a las exigencias relacionadas con la recogida selectiva de los residuos domésticos para su posterior reciclaje o eliminación. La creciente exigencia del colectivo social en la cuestión medioambiental hizo necesaria esta obra.
La propuesta debía considerar el desarrollo de un programa de múltiples usos, diversificados e independientes y en algunos casos, contradictorios. Por un lado, el vertedero para la recogida, depósito y clasificación de residuos de origen doméstico y, por otro lado, el parque de estacionamiento de los vehículos de los servicios municipales de limpieza y recogida de basura y los talleres de mantenimiento de estos vehículos. Completan el programa, vestuarios de personal y dependencias administrativas de la empresa que gestiona estos servicios.
Los arquitectos Esteve Aymerich y Ton Salvadó fueron galardonados con el Premio FAD de Arquitectura e Interiorismo en 1997 por esta obra.
Situación
La obra se llevó a cabo en un extenso solar en Girona, con frente a una calle vehicular. La topografía del terreno presenta una inclinación en sentido perpendicular a la calle.
Concepto
El planteo se basa en un único prisma longitudinal implantado paralelo a la alineación de la calle y perpendicular a la pendiente del terreno, que concentra todas las funciones.
Aprovechando el desnivel del terreno, el volumen secciona el solar en dos zonas: una de carácter público abierta hacia la calle, donde funciona el vertedero, y otra zona que se orienta hacia el interior del solar y es ocupada por el parque de estacionamiento.
Así, se genera un doble acceso al edificio que diferencia claramente las funciones: desde la calle al área administrativa y, desde el interior a talleres, almacenes y vestuarios.
También, aprovechando el desnivel, se genera un doble acceso al recinto, en dirección perpendicular a la calle, opuestos y tangentes a los límites laterales del solar, correspondientes a las dos orientaciones de ingreso al volumen edificado. En el extremo superior, orientado al suroeste, el acceso público hacia los muelles de descarga de residuos, el personal administrativo y el acceso peatonal a vestuarios. En el extremo inferior, con orientación noroeste, el acceso a camiones para el transporte de los contenedores de residuos y vehículos de limpieza y recogida de basura.
Espacios
La caja prismática tiene 16 x 56 metros. La sección transversal determina el acceso principal desde la calle a un nivel intermedio, conectando las dos plantas del edificio mediante la zona administrativa.
La organización interior se desarrolla en ocho crujías de 7 metros de luz, ordenadas para el uso y estructura.
Las primeras cinco crujías determinan las naves del lavado y los talleres, con cinco grandes aberturas orientadas al patio interior. Las cuatro crujías dedicadas a los talleres se cierran en esas aberturas por medio de puertas seccionadas.
El siguiente tramo de una única crujía está ocupado por el almacén y actúa como elemento de unión con el siguiente cuerpo edificado.
Las últimas dos crujías definen el extremo meridional del prisma. La planta baja está ocupada por los vestuarios, con acceso independiente desde el patio posterior. El primer piso lo ocupan las dependencias administrativas de la empresa gestora de la instalación.
Las fachadas son prácticamente ciegas. La iluminación de los espacios interiores se realiza por medio de grandes lucernarios en la cubierta, que sobresales por encima del coronamiento de las fachadas.
Materiales
La caja está envuelta en una piel metálica de plancha galvanizada apenas interrumpida por algunos huecos, que enfatiza la condición de nave industrial del edificio.
Estructura
Las primeras cinco crujías están conformadas por pórticos metálicos transversales. Una única crujía presenta dos muros portantes transversales. Las dos últimas crujías se estructuran con pilares y jácenas.