Arquitecto
Ingeniero
Aertec
Diseñado en
2007
Año de Construcción
2008 - 2010
Área construida
4.942 m2
Ubicación
Alguaire, Lleida, España

Introducción

La primera consideración al abordar la cuestión de cómo debe expresarse un pequeño aeropuerto en la escala del paisaje del altiplano de Lleida fue la de encontrar un equilibrio entre el intento de evitar un artefacto extraño aterrizado y la de no perder el carácter de hito, de referencia reconocible en la distancia.

La traslación, cambiada de escala y regularizada, de los colores de las parcelas de cultivo de Alguaire, y por extensión de las tierras de Lleida, a la cubierta y la fachada no pretende un mimetismo de camuflaje sino una alusión directa al carácter del terreno, a su identidad.

El aeropuerto se desarrolla en una extensión de terreno de 367 hectáreas, sobre las cuales se ha levantado el Edificio de la Terminal y la Torre de control, con todas las dependencias necesarias para poder ofrecer al usuario un lugar ágil y agradable. En total la superficie construida es de casi 5000 metros cuadrados: 1.412 m2 corresponden a la Terminal de pasajeros, 2890 m2 a la Torre de control y 640 m2 a los talleres.

Situación

El aeropuerto de Lérida (Lleida) se ha levando en el altiplano de Alguaire, municipio perteneciente a la comarca del Segrià. A una distancia de 15 kilómetros de Lleida capital, Catalunya, España.

Hasta el momento de su inauguración el acceso al aeropuerto es a través de la ruta N-240 y se prevé la realización de nuevos accesos desde las futuras autovías A-14 y A-22 como también un acceso ferroviario.

Concepto

El cromatismo utilizado vincula al edificio con el paisaje

Sobre la superficie limpia y amplia de los campos de cultivo, fragmentada únicamente en su mismo plano por las texturas de los diferentes colores, no se busca una referencia a las habituales metáforas formales referidas a las alas, las aves o al mundo de la aerodinámica y la tecnología. El patchwork agrícola remite al lugar concreto y vincula el aeropuerto al territorio en el que se inserta.

Programa

El programa de necesidades incluía un edificio Terminal, la torre de control y dos espacios destinados a talleres. Ninguno de ellos, debido a sus reducidas dimensiones, reunía las características suficientes como para representar el nuevo aeropuerto, por lo que la estrategia seguida busca la unión de los tres programas mediante un único gesto visual: un manto verde elevado, flotando sobre el terreno y con capacidad para plegarse suavemente y adecuarse a las funciones de cubierta y de fachada al mismo tiempo.

Este manto agrícola permite que las futuras ampliaciones queden recogidas por el mismo gesto, de manera que el aeropuerto no se disgregue en numerosas edificaciones aisladas y exentas de relación entre sí, como se caracterizan habitualmente este tipo de grandes equipamientos.

Espacios

Edificio Terminal

El edificio Terminal, que filtra al usuario del lado tierra al lado aire y viceversa, se enmarca en un rectángulo de unos 64x22m en una sola planta, por lo que el embarque y las llegadas discurren en un mismo nivel.

El vestíbulo principal, que aprovecha la mayor altura libre creada por la ondulación de la cubierta, vincula ambos espacios y busca maximizar la transparencia visual con el exterior, ayudando a que el pasajero se sienta en todo momento perfectamente ubicado.

Dos bloques técnicos opacos, entendidos como volúmenes compactos cubiertos por el orden superior de la cubierta, alojan las dependencias que necesariamente deben estar separadas de los espacios diáfanos, tales como servicios, equipajes, oficinas, salas de personal y de instalaciones.

Torre de control

La torre, de 42 metros de altura, se subdivide en planta baja y nueve alturas, acogiendo las funciones específicas de control aeronáutico.

Programáticamente, en planta baja se disponen el acceso, el soporte técnico y de servicios propios de la torre de control, de planta tercera a la quinta los espacios destinados a entidades de seguridad, mientras que de la sexta a la novena se ubican las estancias de descanso de controladores, instalaciones y administrativo. La planta técnica, en el primer nivel, aprovecha el espacio entre la planta baja y el resto de plantas, ventilando naturalmente a través de la fachada perforada.

Fachada de la torre

La fachada de la torre se forma por la continuación en vertical del manto de la cubierta de la Terminal, creando una doble piel traslúcida de madera, chapa metálica microperforada y lacada en diferentes colores, que homogeniza los huecos de cada sala interior, actuando a su vez como eficaz filtro solar.

Fanal

Por último, el fanal, pieza de geometría y materiales estrictamente invariables en una torre de control, permite la correcta visualización de las cabeceras de pista y plataforma, entendiéndose como una pieza técnica más, una antena parabólica más de las que necesariamente se deben colocar sobre la cubierta de la torre.

Materiales

La unidad visual del edificio se consigue mediante la cobertura de toda la fachada con una chapa metálica microperforada, lacada con tonos verdes, ocres y amarillos que contribuyen a su integración con el paisaje circundante. En la fachada de la Torre esta chapa es combinada con madera de pino tratada.

Sobre cubierta, la chapa combina con capas vegetales que actúan como barrera térmica mientras que los laterales del manto están revestidos con acero corten cuya superficie calada muestra al viajero el nombre del aeropuerto.

En su interior, ocultando los sistemas de ventilación, iluminación y otros servicios, se han utilizado lamas de madera de roble.

Cristaleras que van desde el techo al suelo forman las paredes exteriores del vestíbulo principal de la Terminal, permitiendo a quienes estén en su interior observar el entorno, ya sea hacia el paisaje o hacia la pista.

Video

Planos

Fotos

Joan Argelés

Filippo Poli