Villa Rotonda
Introducción
De todas las villas que el arquitecto renacentista véneto Palladio (Andrea di Pietro della Góndola) hace en la campiña de Vicenza, ésta, la denominada Villa Rotonda (villa Capra, o villa Capra-Valmarana) es la más famosa.
Fue edificada entre el año 1567 – 1570, en un paisaje ideal, construida como mansión de un funcionario del Vaticano, llamado Paolo Almerico, que después de ejercer una serie de cargos al servicio de Pío IV y Pío V, regresó a Vicenza, cargado de dinero.
Su nombre, Rotonda (redonda), deriva de su planta, un círculo perfecto dentro de un cuadrado, formando una composición totalmente simétrica, con un pórtico tradicional de templo delante de cada fachada.
Tras la muerte del arquitecto en 1580, los nuevos propietarios, la familia Capra encargó a Vicenzo Samozzi la construcción de nuevas dependencias.
En el siglo XX fue adquirida y restaurada por la familia Valmarana de Venecia.
La influencia del arquitecto fue particularmente importante en Inglaterra y, a través de ella, en los Estados Unidos, lugar en el que el Neopalladianismo perdurará hasta casi los años finales del siglo XIX, especialmente en las casas señoriales del sur. Por su simplicidad y reposo es también fuente de inspiración de muchos arquitectos neoclásicos que lo van a considerar como un referente fundamental en las creaciones arquitectónicas civiles.
Situación
Situada en una colina sensiblemente elevada al plano y a las afueras de un núcleo urbano como Vicenza, Italia, responde probablemente a la distinción social de su propietario, con el fin de poder evitar los ajetreos y el movimiento típico de una ciudad, además de una distinción religiosa y de mayor proximidad a Dios.
Palladio, en su libro, “Architettura”, le dedicó un capítulo al estudio de las villas o casas rurales, y concede un importante lugar a su ubicación, con lo que por primera vez, en Occidente, la arquitectura se integra en el paisaje como ya sucedía en el Asia Oriental.
Concepto
La obra se inspira en lo que se refiere a funcionalidad y construcción en el modelo del Phanteon romano, con elementos pictóricos medievales influidos por el poder de la iglesia, donde Dios es el centro de toda cosa existente en el mundo y en la vida.
Consigue la armonía entre arquitectura y paisaje, entre la civilización y la naturaleza, la máxima inspiración del Cinquecento veneciano.
Análisis Estilístico
La obra se sitúa en la época del cinquecento italiano, cuando el poder eclesiástico decide tomar el control de las artes, con el cambio de capitalidad de esta disciplina de Florencia a Roma, lugar de concentración de la máxima autoridad religiosa terrenal, como hecho más significativo.
En el caso de la Villa Capra, precisamente encargada por un clérigo, se representan varias alegorías en relación a la vida religiosa.
La casa en si es una residencia suburbana que servía como punto de encuentro para la aristocracia de la zona de Vicenza y para la celebración de actividades ocio – literarias correspondientes a dicha clase.
Normalmente este tipo de construcciones solían tener una función no tan solo residencial sino agrícola. A pesar de ello, Villa Rotonda carecía de esta última función, aunque con la adquisición de ésta por la familia Capra se encargó a Vicenzo Scamozzi el plan de inclusión inmediata de nuevas dependencias para facilitar esa necesidad.
Cúpula
En la cúpula, primeramente, vemos representada la Religión, la Benignidad, la Moderación y la Castidad, todo esto representado al lado del Pantocrátor, el cual ocupa en centro de la representación.
Es una versión de la que podemos ver en el Panteón de Roma. Es una de las primeras veces que se puede ver una planta centralizada con cúpula en una construcción civil. Hasta ese momento se habían usado sólo para construcciones religiosas, por eso Paladio hizo un modelo tan impactante y que fue copiado posteriormente. Incluso él la incluyó en su tratado de arquitectura, Los Cuatro Libros de la Arquitectura.
Clásico
Una gran escalinata central a modo de templo romano sirve como acceso. Los templos clásicos las usaban para salvaguardar el templo de las aguas y para los obstáculos geográficos.
Lo más representativo son las galerías con una pronaos con columnas jónicas, entablamento y fino decorado en su cúspide con esculturas clásicas, todo reinventado del arte clásico. Este esquema se repite en las cuatro fachadas que están precedidas por una gran escalinata.
Todos los laterales tienen el mismo esquema por lo cual podemos hablar de una simetría doble.
Además la edificación fue rotada 45º con respecto a los puntos cardinales para que cada estancia tuviera iluminación apropiada.
Habitaciones
La que podríamos considerar como la habitación del ala oeste, es llamada «Habitación de la Religión», precisamente por el tipo de representación de los frescos pintados en el techo, mientras que en la habitación del ala este se representa la alegoría de Paolo Almerico sobre el arrepentimiento, coronada por la máxima celebridad y rodeada de la Fidelidad, Afabilidad, Persuasión y hasta de Europa, símbolo de la razón respecto a Dios y hacia éste.
Descripción
Sin duda, la Villa Rotonda o Villa Capra se puede considerar como la obra más destacada de la trayectoria artística del arquitecto Andrea Palladio. Ésta representa el modelo de construcción típica de la aristocracia del cinquecento renacentista:
- planta de cruz griega
- cuatro fachadas idénticas
- no distinción de puntos cardinales
Precisamente la utilidad residencial y agrícola de la mansión ha hecho que todavía mantenga un buen estado de conservación, aunque restaurada por su actual propietario, la familia Valmarana.
El estilo arquitectónico de construcción de la Villa Rotonda influyó en general en la arquitectura neoclásica de los siglos XVIII – XIX, sobretodo y posteriormente en Estados Unidos, donde muchas casas de gente o clase social adinerada se construyeron de esa forma o semejantemente, como es el caso de la propia Casa Blanca.
Intentando conseguir la misma insolación en toda la casa, rotó la planta cuarenta y cinco grados con respecto a los cuatro puntos cardinales.
Parámetros
En la Rotonda, Palladio armoniza la naturaleza y el cálculo de proporciones de la villa, con lo que consigue una auténtica obra maestra que, con sus cuatro elegantes peristilos jónicos de acceso nos traslada al clasicismo más puro.
La altura y la longitud del edificio están perfectamente delimitadas por un sistema de proporción que deriva de Alberti y, en última instancia de Vitrubio.
Esta combinación de cuadrado (la planta) y círculo (cúpula) es característica del Renacimiento, aunque como resultado final se obtiene, gracias a los pórticos, la forma de cruz griega. El conjunto del edificio refleja simetría, perfección, armonía, en definitiva, los parámetros del Renacimiento.
Espacios
La casa se erige en la cima de una colina sobre un basamento, quedando los sótanos para las cocinas y la administración. Se trata de un nuevo tipo de edificio pensado con criterios de simplicidad y simetría absolutos.
En esta villa, Palladio puso en práctica la concepción de la villa clásica como construcción de planta centralizada. El cuerpo del edificio es un cubo dentro del que se inscribe una sala circular, rotonda, alrededor de la cual se agrupan las diferentes estancias cuadrangulares. En cada una de las caras del cubo sobresale un pórtico porticado, de orden jónico y con un amplio frontón, que da a la planta figura de cruz griega.
Terraza y dormitorios
Sobre la terraza a la que se sube por cuatro monumentales escaleras orientadas a cada uno de los puntos cardinales, se levanta la casa de planta cuadrada, que tiene los dormitorios en los ángulos y en el centro una gran sala circular cubierta con una gran cúpula.
Entradas
Cada una de las cuatro entradas conduce, a través de un pasillo corto, al cuarto principal del piano noble, un salón central circular, cuyo diámetro equivale a la anchura del pórtico, cubierto por una cúpula realizada a base anillos superpuestos.
Escalinatas
Las cuatro escalinatas cuentan con sus correspondientes columnatas jónicas, que sostienen sendos frontones triangulares, con decoración y esculturas de Lorenzo Rubini, claramente inspiradas en las fachadas de los templos clásicos, que en este caso serían hexástilas. Esto es un aspecto novedoso, ya que se le da a una vivienda el tratamiento de un edificio religioso, siendo la primera vez que se usa una cúpula para un edificio que no sea religioso.
Las amplias escalinatas, delimitadas por muros laterales, conducen a los pórticos que sobresalen del cubo. Un estrecho pasillo abovedado conduce, desde cada una de las cámaras, al espacio central de planta circular, cuyo diámetro equivale a la anchura del pórtico.
Pórticos
Los pórticos, de orden jónico con sus correspondientes volutas laterales, pasan de la vertical de las columnas a la horizontal de la cornisa y la base del frontón. En el frontón, enmarcado por una sólida cornisa, se encuentran dos ventanas ovales, que flanquean el escudo.
Sala central
El centro de la sala lo marca la figura de una cabeza de león incrustada en el suelo, en medio de una circunferencia con radios rojos y blancos. Esta sala central se encuentra cubierta con una magnífica cúpula semiesférica.
Tanto la disposición de la planta como la vista exterior son totalmente simétricas y muestran una concordancia perfecta, las cuatro fachadas son iguales, tienen exactamente las mismas proporciones y recuerdan a los templos de la Antigüedad clásica con una escalinata y un peristilo jónico.
Materiales
Ladrillo estucado y piedra fueron utilizados para la mayor parte de la construcción.
Las villas de Palladio se construyeron con obra de ladrillo revestida de estuco, la mayor parte de los elementos, incluidas columnas, eran de ese material. La piedra se reservaba para los detalles más refinados, como basas y capiteles de las columnas y marcos o guarniciones de huecos.
Usó suelos de estuco en Villa Rotonda. Las superficies estucadas gustaron a aquellos venecianos tan amantes del color, que lo cambiaban a voluntad. En las villas palladianas y casas venecianas se ve gran cantidad de superposiciones de estucados.
En el podio de los muros de las escaleras aparecen esculturas de Lorenzo Rubini que representan varias deidades clásicas.
Como datos complementarios, los estucos de la cúpula y los techos son obra de Augusto Rubino, Ruggiero Bascape y Domenico Fontana, y los frescos de la cúpula son hechos por Alessandro Maganza.