Arquitecto
Año de Construcción
1927
Ubicación
Stuttgart, Alemania

Introducción

La casa Citröhan es, dentro de los tres prototipos básicos (Domino, Monol, Citröhan) creados por Le Corbusier para crear la vivienda que se pudiera construir en serie al igual que la maquinaria, la mas desarrollada a lo largo de su carrera.

Es uno de los temas base de investigación de L.C. en su interés por la industrialización y las nuevas formas de la vivienda desde las que espera aparezcan una casa lógica y económica para todos

La descubre de su experiencia visual (ouvrir les yeux) de un espacio que había percibido en los bares populares de Paris: dos muros paralelos a doble altura entre los que se coloca un altillo y que cuenta con una gran entrada de luz en su extremo libre. Le Corbusier reconoce las virtudes presentes en esta simple formulación, especialmente su capacidad de permitir una gran riqueza en sección, a la que suma la libertad en planta conseguida en sus trabajos previos con la estructura Domino, de pilares y jácenas de hormigón armado, con la escalera exenta para no perforar el forjado, siguiendo una lógica constructiva estricta.

Concepto

Este prototipo refleja ya desde su denominación los claros propósitos que guiaron su diseño. Le Corbusier lo llamó casa Citröhan «por no decir Citröen» según solía aclarar, y además se refirió a él como «la maquina de habitar». Éstas eran obvias maneras de referirse a sus preocupaciones principales en relación con dicha célula: que se pudiera construir en serie como los automóviles. Se proponía incluso la prefabricación, que se redujera su «utillage» o equipamiento necesario al mínimo en beneficio de los espacios de estar; que sea, en suma, al concepto habitar como eran los autos, los barcos y los aviones al concepto desplazarse.

Primera versión 1920

Boceto de una de las versiones previas a la construida en 1927

La casa Citröhan 1 (1920) constaba de tres plantas superpuestas. En la planta baja se ubicaban, al frente, las zonas de estar y comer, y al fondo, las de cocina y servicio. En el primer piso, se encontraba al fondo el dormitorio principal con su baño privado, y frente a ellos el boudoir, especie de antedormitorio o estar íntimo que balconeaba sobre el vacío de la doble altura de la sala de estar. El segundo piso contenía sobre el fondo dos dormitorios individuales con baños mínimos y al frente se encontraba la terraza jardín, que brindaba la posibilidad de recuperar, sobre el techo, el terreno natural ocupado por el desplazamiento de la célula. Dicha terraza jardín se convertiría luego en uno de los cinco principios fundamentales de esta primera época de Le Corbusier.

Los tres niveles de esta célula estaban vinculados por una escalera que ascendía a lo largo de uno de los muros laterales.

El origen de este prototipo de célula con sala de estar en doble altura hay que buscarlo en los estudios parisinos de pintores y artistas de la época, que solían tener un atelier con un ventanal en doble altura orientado hacia el Norte (luz pero no sol), y los dormitorios como parte de la doble altura sobre dicho atelier.

Sobre este objeto tipo, decantado por el uso y la tradición, Le Corbusier comienza un proceso de sucesivas depuraciones en busca de su célula ideal. El modelo de 1920 poseía en su frente el gran ventanal de doble altura resuelto con una carpintería industrial, de angostos paños verticales, como las que era posible encontrar en los estudios anónimos parisinos. Por otra parte, el volumen puro central de la célula poseía dos agregados: la línea diagonal lateral de la escalera y la saliente superior formada por los dos dormitorios individuales.

Segunda versión 1920

La escalera exterior es absorbida por el volumen principal en una síntesis formal que tiende a reafirmar la preeminencia de aquel, transformándose en interior.
Contradictoriamente con dicho gesto de síntesis, Le Corbusier prueba la supresión de la pérgola metálica de la terraza que tendía a esbozar un principio de reconstitución del volumen total, con lo cual el cuerpo superior de los dormitorios, al fundirse con él, lo pone en crisis. A esto contribuye en alguna medida la adición del alero sostenido por delgados pilares que toma toda la altura de la fachada principal.

Tercera versión 1922

En 1922 aparece una tercera versión de la casa Citröhan que presenta una innovación fundamental. Toda la célula, tal cual fue descripta anteriormente, aparece sobreelevada sobre pilotis, generándose así un piso bajo a nivel del suelo que albergara funciones de servicio: cochera, despensa, etc.

Hace su aparición en este ensayo el segundo de los cinco principios mencionados anteriormente: la casa despegada del suelo apoyándose sobre pilotis. La célula asi dispuesta, aparece rodeada por un balcón perimetral, que no volverá a aparecer en las versiones posteriores. El caso de este balcón permite ver claramente cómo Le Corbusier, en las sucesivas etapas de su proceso de búsqueda de una solución depurada, solía probar elementos que luego desechaba definitivamente, en aras de su propia concepción de una síntesis conceptual y formal. El balcón, que configuraba un elemento accesorio que entorpecía su búsqueda de un volumen puro y cerrado, será suprimido de sus ejemplos de arquitectura doméstica.

Cuarta versión 1925

En 1925 se le presenta a Le Corbusier la primera oportunidad de construir su célula Citröhan.
El industrial Frugés le propone probar en serie su propuesta construyendo un barrio para los obreros y empleados de su industria en la ciudad de Pessac. Las células agrupadas resultantes constituyen una cuarta versión, esta vez económica, del prototipo.

Llevado a enfrentar la solución de un programa de viviendas económicas en sus términos reales, Le Corbusier, reduce las superficies del prototipo, suprime la doble altura y lleva los elementos de la célula a su mínima expresión. El prototipo mas común es el de dos células unidas por su pared posterior, espalda contra espalda, por así decir.

La planta baja de reducidas proporciones, ya no permite el juego gracioso de los pilotis. De un hall abierto se pasa a un vestíbulo cerrado (eventual garage), del cual parte la escalera, esta vez atravesada con respecto al eje longitudinal de la célula, que sube al primer piso. Al llegar arriba, esta escalera separa el estar-comedor, de reducidas dimensiones, de la cocina y el servicio. En el segundo piso, la escalera a su vez separa los dos dormitorios, que ocupan toda la planta, no dejando lugar para la doble altura de los ejemplos anteriores. El único baño ha sido reducido a dimensiones mínimas.

Del punto de llegada de la escalera se accede a un rellano exterior, desde el cual otra escalera, esta vez externa, nos lleva a la terraza. Ésta posee dos zonas: una, cubierta con alero de hormigón y otra descubierta, que configura la terraza jardín propiamente dicha. El gran ventanal que correspondía a la doble altura ya no existe: es reemplazado por dos ventanas alargadas en sentido horizontal que ocupan todo el ancho del frente, una de ellas en la zona de estar y otra para el dormitorio principal. Aparece aquí, por primera vez en la célula Citröhan, otro de sus principios fundamentales, la ventana alargada.

Quinta versión 1927

En 1927, Le Corbusier, es invitado a la famosa exposición del Weissenhoff en Stuttgart, ocasión para su quinta versión del prototipo, en todos los sentidos la mas depurada de la serie. Los elementos constitutivos son los mismos que poseía la tercera versión de 1922, pero depurados y enriquecidos por una flexibilidad de diseño mayor.

La planta baja de acceso y dependencias se resuelve libremente, tras la cortina visual de los pilotis, mediante un trazado con salientes volumétricos semicilíndricos. En el primer piso los consabidos ambientes de estar-comedor, cocina y servicio aparecen resueltos con suma simplicidad mediante el empleo de tres tabiques, dos de ellos curvos, y un hogar central. El segundo piso está reservado como es habitual al dormitorio principal y su boudoir balconeante. El empleo de los tabiques curvos permite resolver acabadamente el diseño del baño mínimo compartimentado. Esta quinta versión es remarcable en más de un aspecto. El estricto cumplimiento del programa funcional, la acabada resolución de todos los elementos compositivos mediante recursos extremadamente simples, configuran un momento de culminación dentro de la serie. Si bien a través de los ejemplos vimos la importancia que le concede Le Corbusier a la resolución correcta de los problemas funcionales como punto de partida para una propuesta arquitectónica válida, en este caso los elementos empleados para dicha resolución arriban a una síntesis constructiva y plástica total.

En Stuttgart aparecen plenamente maduros los cinco puntos normativos de Le Corbusier. Al empleo de los pilotis, el techo jardín y la ventana alargada , ya conocidos, se agregan ahora la planta libre y la fachada libre.

La planta libre se evidencia en la total plasticidad y funcionalidad con que maneja sus tabiques rectos o curvos, con total independencia de la función sustentadora ejercida por los delgados pilotis. La fachada libre permite la aparición del gran ventanal de doble altura, de las ventanas laterales alargadas y de un pequeño balcón en forma de púlpito, según las necesidades del programa funcional. En rigor, como veremos mas adelante, la fachada libre significaba para Le Corbusier la posibilidad de liberar al envolvente mural de funciones portantes, para poder ordenar los llenos y vacíos en función de criterios compositivos geométricos.

El volumen total, por último, se reconstruye como un paralelepípedo puro, sin salientes, mediante una viga que bordea los dos lados libres de la terraza, reconstruyendo virtualmente la forma primaria.

Vemos pues, a través de la evolución de la Maison Citröhan, como se cumplen con perfecta coherencia las concepciones de Le Corbusier: a partir de un objeto-tipo que reconoce su origen en las casas-estudio parisinas, se formula un prototipo, que a través de un proceso de sucesivas depuraciones, permite llegar a una síntesis que constituye la «solución perfecta», el modelo ideal para la resolución universal del problema planteado.

Espacios

Debe observarse la fluencia de los espacios, con la abertura total de la sala al exterior y la separación matizada entre las estancias, el recorrido que fuerza la exploración de toda la construcción, la libre plasticidad de los cerramientos internos, los muebles, a menudo de hormigón o encastrados, formando parte de la casa, la contraposición entre la caja base estructural y los demás elementos de cerramiento, y tantas otras cuestiones que hacen de esta casa un de los hitos fundamentales de la arquitectura moderna.

Estructura

Armazón de esqueletos de hormigón puesta en pie de obra, al torno. Paredes en membrana de 3 centímetros, cemento proyectado sobre palastro desplegado, dejando un vacío de 20 centímetros.

Las losas de los pisos del mismo módulo, líneas de bastidores de ventanas de fábrica, con ventanillas útiles del mismo módulo. La disposición de acuerdo a la vida de familia: luz abundante conforme al destino de las habitaciones, las necesidades de la higiene favorecidas; los criados tratados con respeto.

En la casa Citrohan, el emplazamiento de las ventanas resulta especialmente sutil y permite medir la altura de las plantas, gracias a las endiduras del aguilón posterior, así como imaginar la función de las habitaciones, gracias a las cristaleras anteriores y los vanos de distintos tamaños.

La estructura de pilares de 0,25×0,25mts deja entre ellos una luz libre de 2,5mts en sentido longitudinal y de 5mts en sentido transversal, lo que permite el modulado e industrialización de las ventanas de 1,1×2,5mts. En paralelo al cuerpo que aloja las estancias (de 5×11.75mts) se coloca, sin fragmentar el forjado, la escalera de 0,95mts de amplitud. La altura de los pilares, entre vigas de 0,25mts de canto, es de 2,2mts.

Planos

Fotos