Torre Nagakin Capsule
Introducción
La Nagakin Capsule Tower es el primer edificio construido, en 1972, basado en la idea de los habitáculos cápsulas. Su arquitecto, Kisho Kurokawa, concibió este proyecto como una megaestructura en la que se insertan los módulos habitables prefabricados, mostrando a través de su diseño las ideas de intercambiabilidad, reciclabilidad y sostenibilidad en las obras arquitectónicas.
Debido a su emplazamiento en uno de los barrios de más actividad económica de la ciudad de Tokio, Japón, el edificio fue pensado especialmente para aquellas personas que trabajaban en el centro de Tokio pero que vivían en los suburbios, a distancias considerables, o incluso en otras ciudades, pero que por negocios tenían que permanecer en el centro de Tokio. Por ello el proyecto tenía la función de servir como hotel, edificio dormitorio o estudio.
“…Los estudios en las torres se utilizan normalmente por compañías que necesitan que sus empleados estén en Tokio. También se utilizan como estudios de artistas u oficinas…” (Kisho Kurokawa)
El proyecto de la Nagakin Capsule Tower se compone de dos torres o núcleos estructurales de once y trece pisos de altura que incorporan los servicios e instalaciones; a los que se adosan 140 cápsulas de 8 tipologías diferentes. El conjunto se completa con una planta baja que ubica una cafetería y una primera planta donde se encuentran oficinas.
A diferencia de la arquitectura tradicional japonesa, la Nagakin Capsule Tower no es una arquitectura acabada o completa, sino que se plantea como un edificio cambiante en el tiempo. Pese a ello, no deja de lado completamente la tradición, ya que en la pequeña escala del diseño de las cápsulas se encuentra la proporción del tatami japonés.
Mantenimiento de las torres
Pese a que las cápsulas estaban muy bien equipadas, el precio elevado de éstas, debido al alto coste de fabricación y la situación del edificio en uno de los barrios más caros de Tokio hizo que fueran compradas en su mayoría por empresas y no por propietarios particulares.
La decadencia del edificio hizo que en 2007 se decidiera demolerlo pese a peticiones en contra de ello incluso del propio Kisho Kurokawa. A día de hoy el edificio sigue en pie y varios de sus propietarios se afanan en restaurar las cápsulas de las que son propietarios y pretenden revitalizar todo el conjunto. Algunos argumentos que han ido surgiendo a favor de su demolición son la utilización de asbestos en sus construcción, la poca resistencia del edificio frente a terremotos y el bajo porcentaje de utilización del suelo del solar (se propone la construcción de un nuevo edificio que aumentaría en un 60% la ocupación del suelo).
Ante estos inconvenientes, Kurokawa criticó la mentalidad capitalista con la que se mira el proyecto y el poco mantenimiento que se ha hecho de éste. También propuso, siguiendo la filosofía del edificio, “desenchufar” las cápsulas para sustituirlas por otras, dejando las torres como arquitectura que perdura.
Tras la muerte del arquitecto en 2007 el edificio se encuentra desamparado y es ya uno de los últimos edificios metabolistas que sigue en pie.
Situación
La Nagakin Capsule Tower se sitúa en Tokio, Japón, en el barrio de Ginza, uno de los barrios más caros de la ciudad, como indica su nombre, que se traduce como barrio de plata. Este es un punto neurálgico de la ciudad donde se concentra tanto la actividad comercial como los negocios.
Concepto
A medida que el desarrollo económico y tecnológico va en aumento las ciudades se enfrentan cada vez más a un crecimiento desmesurado de la población que lleva a plantearse problemas relacionados con el territorio de las ciudades. En respuesta a esta problemática, nace en los años cincuenta la idea de megaestructura.
El concepto de “megaestructura” se da en la arquitectura de varios países simultáneamente, y aunque se mantiene una idea común, cada autor la define de una manera algo diferente.
Según Fumihiko Maki, miembro del gurpo Metabolista japonés, el concepto de Megaestructura se define como:
“… una gran estructura en la que tienen cabida todas las funciones de una ciudad o de parte de ella… El desarrollo de la tecnología actual ha hecho posible su existencia… es, en cierto modo un rasgo artificial del paisaje…” (Fumihiko Maki, “Investigations in Collective Form”, St. Louis, 1964, p. 8)
Para Kenzo Tange, líder del movimiento Metabolista y referente de la arquitectura japonesa de la época, una megaestructura es:
“… una forma a escala de la masa humana, que incluye una Mega-Forma y unidades discretas, rápidamente combinables, que encajan dentro de la estructura mayor…”
Mientras que para Ralph Wilcoxon, bibliotecario de proyectos del College of Environmental Design, Berkeley; una megaestrcutura no solo es:
… una estructura de gran tamaño, sino que es también una estructura que frecuentemente:
- * Está construida con unidades modulares.
- * Es capaz de posibilitar una ampliación grande y aun “ilimitada”
- * Es un armazón estructural en el que se pueden construir – o aún “enchufar” o “sujetar”, tras haber sido prefabricadas en otro lugar – unidades estructurales menores (por ejemplo: habitaciones, casas o pequeñas edificaciones de otros tipos.
- * Es un armazón estructural al que se supone una vida útil mucho más larga que la de las unidades menores que podría soportar…” (Ralph Wilcoxon, “Council of Planning Librarians Exchange Bibliography”, nº 66, Monticello (Illinois), 1968, p. 2)
Metabolismo
A partir de la idea de Megaestructura surge en Japón, en los años sesenta, el Metabolismo. Este movimiento está formado por arquitectos jóvenes entre los que destacan Kenso Tange y Takashi Asada. La corriente abarca desde arquitectura y urbanismo hasta el diseño industrial. El Metabolismo busca la síntesis de los espacios públicos y privados, plasmándose éstos últimos en forma de cápsulas de tamaño reducido que se producen industrialmente.
Como su nombre dice, el Metabolismo también está relacionado con la idea de la naturaleza y la impermanencia de las cosas, rasgos, por otra parte, característicos de la cultura japonesa. El Metabolismo plantea una ciudad dinámica y cambiante, que se comporta más como un ser vivo que como un objeto estático, donde se distinguen las partes fijas de las variables; un sistema flexible, cambiante, dinámico y que tiene la posibilidad de extenderse. Los metabolistas utilizan la tecnología para crear proyectos donde existe una parte fija más monumental a la que se adosan células, como si de una colmena se tratase. En estos proyectos pues, se puede distinguir fácilmente la idea de Megaestructura y la idea de cápsula o módulo.
Los arquitectos japoneses Kiyonori Kikutake, Kisho Kurokawa, Fumihiko Maki y Masato Otaka, y el diseñador gráfico Kiyoshi Awazu, en su manifiesto de 1960 consideran que:
“La sociedad humana es como un proceso vital, un desarrollo continuo del átomo a la nebulosa. La razón por la cual usamos el término biológico “metabolismo” es que creemos que el diseño y la tecnología deberían denotar la vitalidad humana” (Kisho Kurokawa)
Espacios
Cápsulas
Las cápsulas se idean como módulos que cubren las necesidades básicas de un habitáculo. Son concebidas como una pieza económica que será construida en fábrica y transportada al emplazamiento del edificio para ser insertada in situ, por lo que deben ser fácilmente transportables y ligeras. Dado que se prevé una duración aproximada de las cápsulas de veinte años como máximo, éstas también deben ser fácilmente reemplazables.
Estas células prefabricadas tienen unas dimensiones de 4 x 2,5 m. Se proyectan ocho tipologías de cápsulas en función de la posición de su ventana, la disposición de la entrada, la colocación del mobiliario y los materiales de los acabados. Como resultado de estas tipologías surgen cápsulas super-deluxe, deluxe y estándar. El equipamiento de cada tipo de cápsula varía, pero siempre se mantienen unos elementos básicos como la cama, los armarios para la ropa, la mesa de trabajo, el baño completo, el teléfono, el aire acondicionado, el televisor a color, equipo de audio, sabanas, mantas, cepillo de dientes y utensilios que normalmente ofrecen los hoteles. Aunque se proyectó esta variedad de cápsulas no todas de ellas llegaron a fabricarse.
Estructura
El edificio se compone básicamente de las torres o ejes estructurales, las instalaciones y las cápsulas.
Instalaciones
Debido al ciclo de vida previsto de las cápsulas y al posible uso cambiante de éstas, el edificio se dividió en tres ámbitos: los ejes estructurales, las cápsulas y los equipamientos. Se utilizó un sistema estratificado de tuberías prefabricadas donde cada unidad consistía en un conjunto de barras planas de zinc divididas en seis tuberías que contenían agua caliente, agua fría y desagües. Cada unidad servía a tres plantas. La construcción de los ascensores también se hizo a partir de piezas prefabricadas y estructuras tridimensionales, lo que supuso un montaje rápido, no por ello dejando de ser eficaz.
Las instalaciones se unieron a las cápsulas mediante tubos flexibles de un metro de longitud. Unas aperturas en el suelo de las cápsulas permitían acceder a estos tubos para su unión, comprobación y reparación.
Uniones estructurales
Las uniones de las cápsulas con las torres estructurales fueron posibles gracias a la utilización de grúas. Éstas levantaban las cápsulas y las colocaban a la altura deseada para ser soldadas a las torres in situ.
Torres
Las torres, además de ser la base estructural del proyecto, contienen también las entradas al edificio y a los núcleos de comunicación vertical, contienen los equipamientos e instalaciones del proyecto y son el corazón al que se “enchufan” las cápsulas. La base del edificio y las torres se construyeron con una estructura rígida de acero y hormigón armado, dejando los materiales más ligeros para la construcción de las cápsulas.
Cápsulas
Las capsulas fueron pensadas como módulos prefabricados por lo que se diseñó que todas contuvieran las mismas partes, ensambladas en fábrica, para así poder trasladar las cápsulas acabadas a la obra para su colocación en el edificio. Las cápsulas se adhieren a los núcleos mediante cuatro pernos de alta resistencia. El proceso de construcción de éstas funciona de manera parecida a los contenedores de barcos, donde existe una estructura en forma de caja de acero, lo más ligera posible, a la que se sueldan todas las demás partes.
El exterior de las cápsulas está compuesto por paneles de acero galvanizado de 1 x 2 m o de 2 x 3 m. Estas medidas se deben al número de paneles necesarios para la fabricación de todas las cápsulas y al tamaño reducido de las fábricas donde éstas se producían. Los paneles de acero galvanizado recibían también un tratamiento a base de pintura y de un spray brillante llamado Kenitex para evitar la formación de moho y la corrosión.
Para la resistencia al fuego del edificio, los elementos estructurales fueron recubiertos con una capa de spray de asbestos de unos 45 mm de grosor. Los paneles exteriores, asimismo, se cubrieron con una capa de unos 30 mm de grosor de la misma sustancia.
Materiales
Los núcleos estructurales están construidos con marcos rígidos de acero y hormigón armado. De la planta baja a la segunda planta se utilizó hormigón armado mientras que en los pisos superiores se utilizó hormigón ligero. Para poder hacer uso lo antes posible de las escaleras, en la construcción de las torres se utilizó hormigón prefabricado en los suelos de las plantas y las entradas a los ascensores.
Las cápsulas están compuestas por cajas de acero y terminadas con paneles de acero galvanizado reforzado a los que se les da un tratamiento anti óxido y una capa de espray Kenitex.
Transporte
La ejecución en obra tuvo varios problemas relacionados con el transporte del material. Por una parte, al tratarse de un emplazamiento en el centro de la ciudad, los camiones solo podían llegar al solar en determinadas horas del día. El emplazamiento también era de reducido tamaño teniendo en cuenta que a la obra debían llegar y permanecer almacenados hasta su puesta en obra muchos elementos prefabricados de gran tamaño. Todos estos inconvenientes, no previstos por el equipo de proyecto, hicieron que sólo se pudieran trasladar y colocar un número concreto de cápsulas al día, ralentizando de alguna manera la puesta en obra.
Sistemas de prevención
No solo se cumplió con los requerimientos legales de seguridad en el edificio, sino que además se le dotó de rutas de escape extra en caso de incendio. La ventaja de tener dos núcleos de comunicación vertical fue que aumentó el número de vías de escape. Los núcleos de escaleras se unieron por varios puntos creando plantas en las que ambos quedaban unidos y plantas en las que eran independientes.
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