Museo Ara Pacis
Introducción
“…Cuando regresé a Roma de la Galia y España, bajo el consulado de Tiberio Nerón y Publio Quintilio, llevando felizmente a término las empresas en aquellas provincias, el Senado decretó que debía ser consagrado un altar a la Paz de Augusto en el Campo de Marte y ordenó que en éste, sacerdotes y magistrados deberían celebrar cada año un sacrificio…» Con estas palabras Augusto expone en su testamento la voluntad del Senado para construir un altar a la Paz. El Ara Pacis, “altar de la paz” en latín, se inauguró el 30 enero del 9 a.C.
Durante el gobierno fascista y dentro de la campaña política realizada por Mussolini para la recuperación del legado romano, apropiándose de los símbolos imperiales como vehículo de reafirmación nacional, se realizaron excavaciones y la reconstrucción del monumento(1938) con el traslado a la actual ubicación.
Museo
El nuevo Museo Ara Pacis, diseñado por el arquitecto Richard Meier, abrió sus puertas en la primavera de 2006, rodeado de muchas controversias y críticas. El “Altar de la Paz” que paradójicamente se utilizó para sacrificios, y que es una muestra del arte y la arquitectura romana se convirtió en el centro del nuevo edificio de líneas minimalistas que recubre esta pieza perdida durante siglos para la civilización, protegiéndola de la fuerte contaminación atmosférica que sufre la ciudad de Roma.
Situación
Según el testimonio del historiador Dión Casio (LIV, 25.3), en un principio el Senado había propuesto construir el altar dentro de la Curia, pero la idea no se siguió y se prefirió el Campo de Marte, en el lado oeste de la Vía Flaminia.
- Nuevo Museo
El nuevo edificio se levanta a orillas del río Tíber, en el Lungotevere, Roma, Italia, otorgando un nuevo y renovado entorno al “ara”, sobre el borde occidental de la Plaza Augusto Emperador (Piazza Augusto Imperatore).
El altar fue trasladado en 1938 durante la era Mussolini, utilizando un sistema de líneas para establecer su nueva posición. Dividiendo la distancia entre el actual centro del Mausoleo de Augusto y el sitio original del altar se cosiguió una trama urbana de cuatro cuadrados que fue utilizada como marco proporcional para reorganizar la plaza y sus alrededores. Un obelisco es utilizado como referencia histórica sobre el eje norte-sur, atravesando el altar.
Concepto
El Ara Pacis Augustae, Altar de la Paz Augusta, fue construido por orden del Senado Romano para ensalzar el victorioso regreso de Augusto de sus campañas por las Galias y España y la paz que impuso a su regreso. En este “altar monumento” cada año se realizaban sacrificios en favor de la diosa Pax.
Descripción
El monumento consiste en una planta rectangular, no cubierta, con unas dimensiones de 11,65 x 10,62 x 4,60 metros, realizada con mármol de Carrara. El espacio dispone de dos puertas, una al frente, originalmente orientada al este y precedida por unas escalinatas, por la que entraba el sacerdote y otra posterior, orientada al oeste, para los animales a sacrificar. En el centro se ubica el “ara”, el altar propiamente dicho, asentado sobre un pedestal escalonado.
En el interior un friso con gravados de guirnaldas y bucráneos decora la parte superior de las paredes, mientras que en el exterior los zócalos están recubiertos de roleos de acanto. Los frisos exteriores tienen distinta decoración según su ubicación, flanqueando las puertas cuatro alegorías, y en los muros laterales dos procesiones.
Nuevo Museo
El nuevo recinto fue planeado como parte del esfuerzo realizado para proteger el legado cultural y artístico de Roma, remplazando el recinto anterior que estaba en un estado de destrucción avanzado.
El espacio del museo diseñado por el arquitecto Richard Meier modula el contraste entre la luz y las sombra. Particularmente relacionados con este efecto, están las dos primeras estancias del edificio. Después de una zona en penumbra, la galería de acceso, se pasa al pabellón central que alberga el Ara Pacis, en el que se filtra la luz natural a través de 500m de cristalera, la cual crea una continuidad ininterrumpida con el mundo exterior y promueve el silencio necesario para el pleno disfrute del monumento. En la tranquilidad del silencio se pueden apreciar los ritmos pausados de los motivos decorativos, admirar de cerca los laterales del Altar realizado por la jerarquía más elevada de sacerdotes en la época de Augusto y los miembros de la familia imperial, dirigidos por el mismo Augusto quien trajo al imperio tiempos felices bautizados como “aureum seculum” (la edad de oro).
Espacios
El hall de entrada, un espacio asimétrico y en penumbras conduce a la sala principal que alberga el Ara Pacis. En contraste, esta sala rigurosamente simétrica se encuentra iluminada naturalmente por arriba, a través de las claraboyas del techo, luz que elimina las “falsas sombras”.
En la parte exterior de estructura principal, un muro bajo de travertino, que se extiende continuando la línea del muro de la sala principal, recorre la orilla del río Tíber.
El nuevo conjunto incluye salas subterráneas para exposiciones temporales e instalaciones dedicadas a temas arqueológicos, una librería digital sobre la cultura y el arte de Augusto y un auditorio. Una terraza al aire libre por encima del auditorio incluye un bar y una cafetería con vistas al Mausoleo de Augusto hacia el este y el río Tíber hacia el oeste.
Estructura y materiales
Los principales materiales utilizados en la construcción incluyen vidrio, hormigón armado y mármol Travertino Romano en tonos amarillentos.
La nueva estructura consiste en una larga planta acristalada y elevada sobre un podio de poca profundidad que proporciona una barrera transparente entre la orilla del Tíber y el perímetro circular existente del mausoleo de Augusto, construido alrededor del año 28 aC.
La claridad y proporciones del nuevo volumen se relacionan con la escala de las antiguas estructuras de la ciudad. Una característica predominante en la nueva construcción es el muro cortina de vidrio con unas medidas de 45.72m de largo por 12.19m de alto.
El asimétrico hall de entrada está definido por 7 columnas altas, de hormigón armado coronadas con un acabado blanco realizado con yeso de mármol. La estructura del techo en la sala principal, con claraboyas que permiten el paso de luz natural, se apoya en 4 columnas. Esta sala, a diferencia del espacio que la antecede, es rigurosamente simétrica con un muro fachada de cristal que permite ver el exterior y que evita el encandilamiento mediante placas de cristal opaco dispuestas horizontalmente sobre un soporte metálico.
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