Año de Construcción
2005
Ubicación
Santiago, Chile

Introducción

Las Torres Siamesas fueron diseñadas por el arquitecto chileno Alejandro Aravena Mori y su equipo para la Universidad Católica de Chile. El encargo consistió en una torre de vidrio para alojar el Centro de Innovación Tecnológica de la Universidad. Esto presentó tres problemas para el equipo de proyecto: las computadoras, el vidrio y la torre. Buscando cuestionar la idea primaria que tenía el comitente, llegaron al resultado final que el cliente esperaba y a su vez, una obra de la cual enorgullecerse. Otro requerimiento del cliente fue la construcción de un edificio como ícono de la Universidad.

Situación

Las torres se encuentran en el Campus San Joaquín de la Universidad Católica de Chile, ubicada en el sector sur de Santiago, comuna de Macul.

Concepto

Se trata de un único edificio que parte del suelo con una volumetría de torre, presentando en la parte superior un quiebre que genera la sensación de dos torres siamesas. El volumen se parte en dos a partir del séptimo piso. Frontalmente, se lee como un único volumen bicéfalo, pero en escorzo se distinguen dos torres verticales que comparten gran parte de su cuerpo.

Se llegó a esta forma porque se contaba con una superficie reducida para una torre, de 5.000 m2, por lo que conseguir una proporción vertical resultaba imposible, aún achicando las plantas.

Se logró así un edificio imponente pero a la vez amigable con el entorno, por la disposición de su basamento, accesible mediante rampas.

La torre está cubierta por una doble piel, creando una cámara de aire ventilada que funciona como aislante térmico. Se trata de una torre adentro de otra torre, de vidrio por fuera y fibrocemento por dentro.

Espacios

El edificio tiene nueve pisos, con dos subsuelos y dos construcciones anexas compuestas por primer piso y subsuelo.

El basamento tiene dos plantas de altura y conforma la cubierta de los edificios anexos. Se utiliza por arriba públicamente, accediendo mediante rampas. Toma la forma de planos inclinados de madera, creando espacios estancos para relajarse al sol o a la sombra de la torre, según la época del año.

Al ser el destino del edificio para estudio con computadoras, las salas se mantienen en penumbras para evitar el reflejo de la luz sobre las pantallas. Enterrando la placa de la torre se redujo la necesidad de aberturas al mínimo.

El espacio generado entre las dos torres, de nueve alturas, es considerado como una gran circulación pública, a modo de nexo del edificio.

La Fachada

La construcción de un edificio totalmente vidriado como requería el comitente se resolvió mediante el uso de una doble piel que aprovecha el efecto chimenea o cámara de aire ventilada que genera el espacio abierto entre ambas. Para que este recurso cumpla su función, el curtain wall comienza unos ochenta centímetros por encima de los edificios anexos, que se encuentran unidos a la torre principal. Ese espacio de 80 cm funciona como una toma de aire. Para evitar encerrar el aire caliente contenido entre ambas pieles, se facilitó su salida al exterior por la parte superior del edificio. La doble piel se construyó con una capa exterior de cristal templado sostenida por una estructura de acero perimetral. La piel interior fue realizada en fibrocemento y vidrio. Esta piel interior se fija con anclajes a la estructura de hormigón armado del edificio.

Este tipo de ventilación evita el efecto invernadero sin el costo excesivo que significa utilizar una sola piel, como un courtain wall que fuese capaz de resolver, de una vez, todo el conflicto (vidrio doble, cara exterior reflectante, vidrios pigmentados), sumado al alto costo de los equipos de aire acondicionado. Así se llegó a dividir las funciones que cumple una fachada (resistir a la intemperie, la lluvia, la contaminación, el envejecimiento, regular la luz y controlar las pérdidas y ganancias energéticas) utilizando una doble fachada, cada una cumpliendo parte de las funciones. La piel exterior de vidrio corriente, es muy mala para el control energético, pero excelente para resistir el polvo, la lluvia y el envejecimiento. Más adentro, el edificio de fibrocemento es muy malo para resistir a la intemperie, pero muy bueno desde el punto de vista térmico. Y entre ambos, el aire que circula por medio de convección evitando que el calor que se genera detrás de la primer fachada llegue al segundo edificio.

Estructura

En términos constructivos, la torre central se divide en dos cuerpos: las losas y vigas se interrumpen en su parte central, funcionando en forma individual. Un tema a considerar en la zona de implantación es la estructura antisísmica. Con las actuales herramientas computacionales para el cálculo estructural, fue posible cumplir con los requerimientos antisísmicos apropiados para este proyecto. Los muros y pilares resistentes son absolutamente perpendiculares al suelo, y la falta de verticalidad de la torre es sólo aparente desde el punto de vista estructural. La forma oblicua se consigue mediante la fachada, con una estructura metálica que se apoya en voladizos de hormigón armado a lo largo de las vigas de los marcos rígidos. Al darles diferentes longitudes a estos voladizos, se produce la forma oblicua final de las fachadas.

Materiales

Se usó hormigón armado para la estructura y revestimientos de cristal, fibrocemento y maderas nativas como coigüe y mañío. El basamento se recubrió con durmientes de ferrocarril.

A partir de la división del edificio en dos luego del séptimo piso, cada una de las partes fue construida usando perfiles de aluminio de distinto color.

Planos

Fotos