Ingeniero
Berswenger, Hoch, Arnold and Associates
Diseñado en
1964
Año de Construcción
1967-1975
Altura
49 m
Pisos
11
Área construida
260.210 m2
Coste
$126.108.000 USD
Ubicación
Washington DC, Estados Unidos

Introducción

El edificio J. Edgar Hoover acoge la sede central del FBI, Oficina Federal de Investigación de Estados Unidos. Construido en 1975, es uno de los mayores ejemplos de arquitectura brutalista de la capital del país. Su diseño ha sido ampliamente criticado a lo largo de su historia y el edificio está actualmente en grave estado de deterioro, por lo que se plantean varias opciones de futuro entre las que se encuentra la demolición del edificio y la construcción de una nueva sede.

Situación

La sede central del FBI se encuentra en la ciudad de Washington, capital de Estados Unidos. El edificio se localiza en una manzana delimitada por Pennsylvania Avenue, E Street, 9th Street y 10th Street, en el barrio Penn Quarter del centro de la ciudad.

Concepto

Tanto la volumetría como el material de este edificio constituyen rasgos determinantes en la concepción brutalista del proyecto. Este estilo, desarrollado principalmente en los años 60 nace como evolución de la arquitectura moderna del siglo XX. El término Brutalismo tiene su origen en la expresión francesa “béton brut”, hormigón en bruto, utilizada por el arquitecto Le Corbusier. En los edificios brutalistas, tal como ocurre en este caso, el hormigón es prácticamente el único material utilizado en el edificio, creando formas esculturales y monumentales con un acabado de textura rugosa y pétrea.

El edificio se configura a partir de una serie de volúmenes macizos unidos a través de otros perforados por aberturas colocadas en base a un ritmo constante. Tanto el material como la composición del conjunto crean una imagen monumental y de poder que apoya el papel gubernamental del equipamiento.

Historia

El FBI fue fundado en 1908 y desde sus inicios hasta 1975 sus dependencias se ubicaron en el edificio del Departamento de Justicia. En 1939 se propuso la creación de un espacio independiente para la agencia. Aunque los planes para la creación de este edificio empezaron en 1941 no llegaron a completarse a causa a la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra todos los proyectos para edificios gubernamentales fueron parados priorizando el empleo de los recursos en las labores relacionadas con la guerra.

En 1961 el Congreso de Estados Unidos recibió una nueva petición para crear una nueva sede para el FBI, aprobándola al año siguiente. El GSA (General Services Administration), organismo que dirige la construcción de los edificios públicos del país, destinó 12.265.000 dólares al diseño del proyecto, estimando un coste total de construcción de 60 millones de dólares. El GSA contrató al estudio de arquitectura Charles F. Murphy Associates de Chicago, Illinois, y al estudio de ingeniería Berswenger, Hoch, Arnold and Associates de Akron, Ohio, para llevar a cabo el proyecto. El enclave para el nuevo edificio fue aprobado por la National Capital Planning Commission. El diseño tenía que ser aprobado por cuatro comisiones distintas: la National Capital Planning Commission, el GSA, la Commission on Fine Arts y el Pennsylvania Avenue Advisory Council. El FBI pudo asistir a todas las reuniones entre el GSA y los arquitectos, y éstos quisieron saber la opinión de la agencia respecto al diseño en todo momento. Aun así, ni el FBI ni el Departamento de Justicia tuvieron poder de decisión en cuanto al aspecto exterior del edificio aunque si en la distribución interior. El 2 de enero de 1963 el GSA aprobó la localización definitiva del edificio. Cada metro cuadrado de la parcela costó al GSA 41.17 dólares.

El diseño original de Charles F. Murphy Associates cumplía con las demandas del FBI de tener un archivo central rodeado de oficinas. La propuesta se materializaba en una estructura tradicional en forma de caja.

Mientras tanto, en 1964, el Pennsylvania Avenue Advisory Council presentó su propuesta de rejuvenecimiento de la Avenida Pensilvania. Proponían una avenida donde tiendas y edificios tendrían patios y porches y las segundas plantas serían abiertas a la calle para poder alojar a espectadores durante los desfiles que se llevarían a cabo en la avenida en días señalados y celebraciones. La sede del FBI iba a ser el primer edificio construido en el lado de norte de la avenida, y el Pennsylvania Avenue Advisory Council convenció al GSA para que rediseñara el edificio acomodándose al plan director de la avenida Pensilvania.

El diseño final del proyecto, aprobado el 7 de octubre de 1964 por la National Capital Planning Commission, incorporó muchos de los aspectos contemplados en el plan para la avenida Pensilvania, cambiando solo aquellos aspectos relativos a la seguridad del edificio.

El diseño final tenía una superficie de 260.210 m2 y debía alojar a 7.090 empleados. El edificio llegaba a una altura de 33 metros (siete plantas) junto a la Avenida Pensilvania y a 49 metros (once plantas) junto a E Street, según las especificaciones del plan para la avenida. La propuesta incluyó una entreplanta abierta y un patio de acceso limitado por seguridad, al igual que gran parte de la primera planta. Los vanos de fachada al nivel de calle se retiraron para hacer resaltar los pilares, creando la imagen de una galería en planta baja. Contrariamente a lo propuesto en el plan para la avenida, no se incluyó ninguna tienda a pie de calle por razones de seguridad. Gran parte del espacio en la parte norte del edificio se destinó al archivo de la agencia.

El proyecto se llevó a cabo en varias fases debido a varios cambios en el diseño así como recortes en los fondos destinados a su construcción. El 9 de noviembre de 1967 el Bureau of Budget, encargado de los aspectos económicos, autorizó al GSA a adjudicar la construcción de la primera fase a la constructora Norair Construction Company. La construcción de la primera fase empezó el 6 de diciembre de ese mismo año. Se despejó el solar y se construyeron los cimientos. El 11 de noviembre de 1971 se adjudicó la construcción de la segunda fase, el resto del edificio, a la compañía Blake Construction Company. Durante los trabajos surgieron multitud de problemas como cambios en el diseño y el incremento de los costes debido a la inflación. A su término, el proyecto había costado 126.108.000 dólares.

El edificio entró en funcionamiento el 28 de junio de 1974, aunando en un mismo lugar las dependencias del FBI que en aquellos momentos estaban repartidas en nueve edificios diferentes. Para el 30 de mayo de 1975 ya habían ocupado sus nuevas oficinas el director, el director asociado y varias divisiones del FBI. El edificio fue inaugurado oficialmente por el presidente Gerald Ford el 30 de septiembre de 1975. Los últimos empleados en mudarse al edificio lo hicieron en 1977, habiendo pasado 38 años desde la primera petición de creación del edificio y 15 desde la aprobación del proyecto por parte del Congreso. Ese mismo año, el 30 de septiembre, el edificio fue bautizado con el nombre de J. Edgar Hoover F.B.I. Building en honor al renombrado director del FBI. El presidente Gerald Ford fue el encargado de llevar a cabo esta labor después de que el presidente Richard Nixon firmara la ley pública 92-520 pidiendo este título para el edificio el 4 de mayo de 1972, dos días después de la muerte de Edgar Hoover.

El edificio J. Edgar Hoover ha sido ampliamente criticado desde su creación por editores de revistas y críticos de la arquitectura como Paul Gapp del Chicago Tribune o Ada Louise Huxtable del New York Times. Las críticas se centran en la imagen agresiva del edificio y en la poca relación que éste tiene con la ciudad, cerrándose a ésta en los niveles más próximos a la calle, creando un vacío urbano y un espacio hostil nada amable. La poca aceptación del diseño por parte de la ciudadanía se debe principalmente a las restricciones de seguridad del equipamiento que hicieron modificar el diseño original del proyecto.

A partir de 2001 se hizo patente que el edificio necesitaba reformas y en 2005 se empezó a hablar de la creación de una nueva sede para el FBI en sustitución del edificio J. Edgar Hoover. Tras años de planificación el proyecto se paró debido a la fuerte recesión económica. Además de los problemas propiamente arquitectónicos, después de los ataques del 11 de septiembre de 2001, tras los cuales el edificio fue cerrado al público, las oficinas del FBI fueron creciendo hasta ocupar 21 edificios distintos a lo largo del área metropolitana de Washington D.C. En 2011 se empezó a hablar de la construcción de una nueva y mayor sede para el FBI en una nueva localización, sin embargo, tras muchos trámites, en la primavera de 2017 el proyecto se paró por falta de fondos.

Espacio

El edificio toma la forma de la parcela ocupando completamente el perímetro de ésta. El interior se vacía formando un patio de planta trapezoidal a semejanza de la geometría de la manzana donde se encuentra.

El edificio está compuesto principalmente por dos volúmenes. El primero de ellos tiene siete plantas. En el extremo norte del conjunto se encuentra el segundo, de dos plantas, que se coloca como sobrevolando el primer volumen, estando separado de éste mediante dos plantas más que están retiradas respecto al plano de fachada. El edificio tiene por lo tanto, en su punto más elevado, once plantas de altura. Una serie de torres ciegas atan todas las partes.

Las fachadas se componen de aberturas cuadradas colocadas en un ritmo constante. Los cristales de las ventanas están tintados en color bronce.

El edificio cuenta con una serie de porches que dan cobijo en los recorridos alrededor del patio central y en las tribunas exteriores de la primera planta. La planta baja es prácticamente ciega por razones de seguridad.

El interior del edificio alberga, entre otras cosas, un auditorio, un gimnasio, laboratorios de diferente índole, un campo de tiro, una biblioteca, una cafetería y numerosas oficinas.

Es posible visitar el edificio J. Edgar Hoover. Para garantizar la seguridad de las instalaciones los visitantes utilizan una serie de recorridos paralelos, que incluyen escaleras y ascensores, independientes a los utilizados por el personal del edificio. Algunas de las particiones que separan estos espacios son de cristal permitiendo a los visitantes ver como los agentes del FBI desarrollan su trabajo.

En el patio central se encuentra la escultura “Fidelidad, Valentía e Integridad”, obra de Frederick Charles Shardy. La obra, encargada por la Sociedad de Ex agentes del FBI en 1975 para conmemorar a J. Edgar Hoover, costó 125.000 dólares y fue financiada por aportaciones individuales. La escultura, resultado de un concurso, fue dedicada el 13 de octubre de 1979. La figura está hecha de bronce y mide 4.75 metros de altura. En ella se representan tres figuras, la Fidelidad, la Valentía y la Integridad sobre una bandera de Estados Unidos ondeando al viento.

Estructura y materiales

El principal material utilizado en el edificio es el hormigón. Las agencias responsables del proyecto escogieron este material por razones económicas e insistieron en que éste fuera el material principal utilizado en la envolvente del edificio. Se utilizó una combinación única de hormigón con un agregado de caliza molida, concretamente dolomita. La elección de este material hizo que el proyecto se diferenciara del resto de edificios gubernamentales, cuyos exteriores eran de granito, mármol o piedra caliza. El proceso de construcción consistió en verter el hormigón dentro de unos moldes reutilizables de acero separados por barras metálicas. Éstas permanecían dentro del hormigón una vez retirados los moldes, dando origen a los agujeros uniformemente repartidos que pueden verse en la fachada. El hormigón también fue el material escogido para la estructura del edificio, que se compone de partes de hormigón prefabricado y partes de hormigón in situ.

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