NEMO – Museo de Ciencias

Introducción

Esta fascinante construcción, con un nombre ilustre: NEMO, a menudo comparada con un barco, es el Centro de Ciencias más grande de Holanda. NEMO significa “nadie” en latín, pero este gran edificio verde es cualquier cosa menos una tierra de nadie. En el Centro los visitantes de todas las edades y procedencias pueden realizar un apasionante viaje de descubrimiento a través del maravilloso mundo de la ciencia y la tecnología.

El museo tiene sus orígenes en 1923 y desde 1997 está ubicado en un edificio diseñado por Renzo Piano. Comenzó como el Museo van den Arbeid. En 1954 el nombre fue cambiado a NINT Medernamds Omstotiit vprr Mokverjeod em Techniek y en 1997 a newMetropolis. El nombre Science Center NEMO se introdujo en el 2000.

Ubicación

El Museo de Ciencia y Tecnología NEMO se encuentra en un pequeño tramo de tierra en el puerto de Ámsterdam, Holanda, en el Oosterdok entre Oosterdokseiland y Kattenburg, a horcajadas sobre la entrada del túnel de carretera IJ y a 15 minutos a pie de la Estación Central.

Concepto

Rodeado de agua, el edificio tiene forma de barco y fachadas revestidas de cobre pre-oxidadas, haciendo referencia al puerto circundante. La curvatura del túnel sobre el que fue construido actuó como base y también fue la inspiración para la forma curva del edificio en sí. En una especie de imagen matemática de espejo del tráfico que desciende al túnel, el arquitecto diseñó un edificio que parece surgir y elevarse desde el agua. La forma ascendente también refleja una influencia náutica, mientras que el cobre verde se usa ampliamente en los edificios históricos a lo largo de los muelles.

Descripción

Al estar el edificio construido sobre un túnel, éste no sólo actuó como cimiento durante su construcción, su curva también se convirtió en la curva del edificio dando la sensación, según algunos conductores, de que los vehículos entran en la bodega de un ferry, sensación que se acrecienta debido a que en el lugar donde el túnel desciende, el edificio se eleva.

El museo tiene cinco pisos dedicados a exposiciones prácticas de ciencia. El quinto piso o cubierta superior tiene un restaurante, una cafetería, una zona de juegos para niños y una gran vista de los alrededores de la ciudad.

Un edificio que parece estar saliendo del agua también exige la forma curva de una proa. Y a su vez, estas formas curvas exigen una cubierta que sea flexible y maleable. Por esta razón, se eligió el cobre, que también se relaciona con muchos de los edificios en el entorno histórico.

Piazza

Una rampa peatonal conduce al techo inclinado del edificio que sirve como una plaza pública para los visitantes y como un foco social para el vecindario, se trata de la plaza más alta de los Países Bajos, a 32m sobre el nivel del agua.

Renzo Piano ubicó una terraza en la azotea desde la cual se pueden admirar los alrededores. Esto fue porque antes de NEMO, a Ámsterdam le faltaba, según el arquitecto, una ‘piazza’. En su libro de registro, Piano llegó a la conclusión de que Ámsterdam era una ciudad unidimensional. A diferencia de otras ciudades del mundo, escribió, Ámsterdam no tiene un punto de vista elevado desde el que las personas puedan mirar la ciudad. Piano cambió esta circunstancia.

Se trata de un espacio al aire libre, con vistas al centro histórico, equipado con asientos y fuentes, que también cuenta con una exposición al aire libre, titulada Energética, compuesta de instalaciones destinadas a demostrar cómo la energía es transportada por el viento, el agua y la luz solar.

Interior

Mientras que el exterior del edificio puede describirse como llamativo, Piano llamó al interior una «fábrica noble», con paredes grises neutras y cables y tuberías visibles. La escalera se ha colocado de tal manera que permita una orientación óptima. Por lo tanto, toda la atención sigue centrada en la función interna del edificio, un lugar lleno de cosas que hacer y descubrir en las áreas de ciencia y tecnología, con muchas exhibiciones interactivas.

Las exhibiciones ocupan un lugar central, cumpliendo así el lema de NEMO: «Prohibido no tocar». Los visitantes son atraídos de una exhibición a la siguiente. Hay muy pocas ventanas para que la luz del día no distraiga la atención de los asistentes. Sus ventanas son en su mayoría de pequeño tamaño y tienen como objetivo proporcionar vistas de la ciudad de Ámsterdam, en lugar de iluminar las salas del museo. El hall de entrada y la galería principal de exposiciones hacen una excepción, ya que ambos están equipados con grandes ventanales que, junto con el área de los muelles, vierten generosamente la luz del día en esos espacios.

Estructura

La estructura y forma del edificio consisten en un esqueleto de acero y hormigón condicionadas por la forma del gran túnel vehicular sobre el que se asienta el museo. El techo tiene una terraza escalonada, desde donde se tiene una vista sobre el centro de la ciudad siendo el punto más alto de esta terraza de 32 metros. El edificio tiene 110 metros de largo.

Materiales

La elevada fachada norte del edificio está revestida de planchas de cobre prensado y prepatinado en color «verde», lo que lleva a pensar en un barco en su amarre.

Techo verde

Desde el año 2013 NEMO dispone de una cubierta verde formada por 14 tipos de sedum y 25 diferentes tipos de hierbas que cubren el techo que mide más de 1000m2 y admite un total de 17.500 plantas individuales. El techo verde proporciona un impulso al entorno natural de Ámsterdam y un excelente aislamiento, lo que significa un menor consumo de energía.

En el techo también se pusieron dos colmenas con aproximadamente 20.000 abejas Buckfast cada una. La abeja Buckfast es una abeja tranquila y amistosa. Los apicultores Dirk Dekker de la Fundación Beelease y Marten Schoonman observan de cerca las dos colmenas desde 2017 hasta 2020. Investigarán la mejor manera de usar sensores para monitorear la salud de las abejas.