Museo de Arte Contemporáneo del Siglo XXI, Kanazawa
Introducción
El Museo de Arte Contemporáneo del siglo XXI, Kanazawa, se ha establecido con la misión de generar una nueva cultura y revitalizar su comunidad. La planificación urbana innovadora se ha vuelto sumamente importante para nuestra sociedad que enfrenta un punto de inflexión histórico en el siglo XXI. A través del espíritu de cooperación, el Museo busca despertar la energía creativa de Kanazawa y convertirse en una convincente atracción cultural para la región.
El costo de construcción del museo fue de 8.400 millones de yenes (1.6 millones de yenes por metro cuadrado), lo que podría considerarse estándar para un proyecto de este tipo. Sin embargo, cuando se considera la inversión con respecto a los visitantes del museo, se observa que ha proporcionado beneficios sin precedentes a la ciudad de Kanazawa. El Museo de Arte Contemporáneo del siglo XXI, Kanazawa, que ha alcanzado la fama como museo único por ser una iniciativa audaz, cuenta con más de dos millones de visitantes anuales.
Ubicación
El Museo de Arte Contemporáneo del siglo XXI está situado en el centro de la ciudad de Kanazawa, en la Prefectura de Ishikawa, Japón, cercano al jardín Kenroku-en, considerado uno de los tres jardines más bonitos del país, y al Museo de Arte de la Prefectura de Ishikawa. El edificio está ubicado en un parque de forma irregular que se ha convertido en una extensión del museo, ya que algunas de las obras de arte se han instalado en él.
Concepto
El museo está diseñado como un parque donde las personas pueden reunirse en cualquier momento. El círculo de vidrio da como resultado una definición espacial ambigua, una especie de membrana reversible, a través de la cual los visitantes pueden sentir la presencia del otro. El museo presta especial atención a la apertura y brillo de los patios cubiertos con claraboyas. El objetivo del museo es «casualidad», «disfrute» y «accesibilidad». La transparencia del edificio manifiesta aún más el deseo de evitar que el museo sea percibido como una gran masa introvertida.
Programa
El programa del museo incluye espacios para reuniones, sala de lectura, biblioteca, talleres para niños, restaurante, servicio y áreas de exhibición. Con estas prestaciones el complejo tenía que ofrecer espacios públicos para provecho de la población local y espacios de pago que ayudaran a mantener la instalación.
El desafío de SANAA fue crear un equilibrio entre estos dos dominios, difuminando los límites entre las áreas públicas y privadas, y para ese propósito propusieron un diseño de uso mixto, organizado en torno a cuatro patios. La interacción con el espacio público es tal que a veces la circulación actúa como área de exposición.
Espacios
Formalmente, el museo está creado por una serie de cajas en diferentes áreas, niveles de opacidad y altura, que alcanzan entre 4 y 12 metros, y que se insertan en un revestimiento de vidrio circular con una cubierta también circular, uniéndose al entorno externo. La planta circular del Museo tiene 112,50 metros de diámetro. Esta forma tiene como objetivo mantener bajo el aspecto del volumen general del edificio, mitigar la escala del proyecto y permitir el acceso desde múltiples puntos.
La superficie total de 27,920m² del complejo se divide de la siguiente manera:
- Área del museo 17.069m²
- Estacionamiento 10,557m²
- Aparcamiento de bicicletas 53m²
- Sala de proyectos 241m²
Circulación
Las circulaciones fluyen libremente, desde el perímetro exterior, a lo largo del cual se colocaron los elementos de acceso público hacia el núcleo del edificio, donde se encuentra el museo. Las 15 galerías de exposiciones que componen el museo no se comunican directamente entre sí. Mediante la implementación de un espacio intermedio, corredor, patio o jardín, SANAA buscó animar a los visitantes a moverse por las galerías sin un itinerario predeterminado. Los visitantes componen su propio camino de una galería a otra, de una galería a uno de los jardines o a uno de los cuatro patios interiores.
Si bien los espacios del museo y las áreas dedicadas a funciones públicas están claramente identificadas, un enlace visual se mantiene constantemente mediante la presencia de puertas acrílicas translúcidas automatizadas. La luz natural también contribuye a la cohesión de los espacios y del conjunto. La transparencia total de las bahías periféricas permite que el paisaje y la luz penetren hasta el centro del edificio, mientras que los tragaluces de las galerías de la exposición aseguran el contacto con el exterior a través de la percepción de las variaciones naturales. Finalmente, los cuatro patios sirven de ventanas que abren el espacio al cielo.
Circularidad
La característica más visible de este museo es su forma inusual. El sitio, rodeado por tres calles, es accesible desde múltiples direcciones, lo que llevó al plano de la circularidad. Cualquiera puede ingresar al Museo a través de cualquier entrada, lo que ayuda a facilitar el acceso y la sensación de cercanía entre el edificio y la ciudad.
El edificio incluye espacios de reunión comunitaria, como una biblioteca, una sala de conferencias y un taller para niños, ubicado en la periferia, y las salas de exposición en el medio.
Salas expositivas
Éstas comprenden numerosas galerías con múltiples opciones de división, expansión o concentración. Las galerías son de diversas proporciones, van de los 18 a los 324 m², con una altura que oscila entre los 4-12m, y diversas condiciones de luz: desde la luz del día a través de techos de vidrio hasta espacios sin fuente de luz natural. Su diseño sigue las pautas del «cubo blanco» iluminado y diáfano.
Los espacios de circulación están diseñados para que sean utilizables como áreas de exposición adicionales. Cuatro patios internos totalmente acristalados, cada uno de carácter único, brindan abundante luz natural al centro del edificio y una frontera fluida entre espacios comunitarios y espacios de museos.
Las salas de exposición, el restaurante y la biblioteca de arte están ubicadas en un lugar horizontal, de modo que el museo se ve como si los visitantes estuvieran en una zona urbana. El flujo natural del Museo permite a los visitantes ver fácilmente cada área.
Blue Planet Sky
En una de las salas de exposición un agujero rectangular en el techo dirige la vista hacia una sección del mismo. Este agujero que captura la luz y actúa sobre las experiencias sensoriales del visitante es una obra del artista James Turrell denominada Blue Planet Sky.
A través de su pregunta, “¿Cómo percibimos la luz?” Turrell busca despertarnos a las percepciones de las que normalmente no somos conscientes.
Piscina
Uno de los trabajos más llamativos es el de Leandro Erlich, que como su nombre lo indica, “Swimming Pool”, es una piscina en medio del Museo. Cuando una persona se acerca ve a través del agua a los visitantes que están en la planta más baja y cuando se ingresa a las áreas de exhibición del sótano se pueden observar las personas que están en la parte superior a través del agua.
Este trabajo se logra colocando dos placas de acrílico con una separación entre ellas de 30cm que se llena de agua. Para conseguir un efecto más realista se vertió otra capa de agua de 10cm sobre el acrílico superior.
Sótano
El museo tiene un área de exhibición especial en el sótano al que se accede mediante un ascensor acristalado que se eleva mediante un pistón cilíndrico. Estas formas evocan las formas primarias utilizadas en el diseño y se refieren a los conceptos de ligereza, permeabilidad y simplicidad que se encuentran en todo el edificio.
Transparencia
El uso de paredes de vidrio, por dentro y por fuera, produce transparencia y brillo en los ambientes. También mejora el sentido de encuentro, la conciencia de la presencia de cada uno y la unidad entre los visitantes, ya sea dentro o fuera del edificio.
La fachada curva acristalada permite a los visitantes poder apreciar parte de las obras expuestas sin la necesidad de acceder al interior, al mismo tiempo que debido a los cambios de luz y reflejos a lo largo del día ella misma se convierte en una obra de arte. En esta fachada las puertas de acceso pasan inadvertidas.
Para satisfacer las diversas necesidades de los visitantes el Museo cuenta con una tienda y un restaurante abiertos hasta la noche.
Estructura y materiales
En este proyecto la presencia de la estructura se reduce al mínimo, creando un enlace perfecto desde el interior hacia el exterior reforzado por dos planos paralelos: el techo y el suelo. Entre estos dos planos solo hay algunas columnas de acero muy delgadas que hacen realmente difícil pensar que soporten alguna carga.
Con 2 plantas sobre nivel del suelo y dos subterráneas, su estructura fue realizada con vigas de acero y columnas tubulares de 12,5cm que soportan una cubierta hormigón armado, rodeada por una fachada de cristal. Sus divisiones interiores o “cajas” están soportadas por muros de corte de vigas de acero. Una estructura de acero para el sótano y el subsuelo soporta la planta baja.
Materiales
El Museo fue construido principalmente con acero, hormigón y cristal. El hormigón además de ser utilizado en la estructura aparece en la terminación de los suelos, esta vez pulido.
En uno de los patios interiores se colocó una obra de Patrick Berger realizada con más de 100 variedades de plantas, un jardín vertical que forma parte de la colección permanente del museo.
De la escuela que antes ocupaba el sitio se rescataron buena parte de los árboles que fueron replantados en el jardín que rodea el Museo.