Sanatorio Zonnestraal
Introducción
El Sanatorio Zonnestraal es una joya del movimiento moderno realizada en hormigón y vidrio, reveladora de su propio tiempo y erigiéndose como uno de los diseños más experimentales dentro de una de las décadas más creativas del modernismo, entre las dos guerras mundiales.
Diseñado entre 1925 – 1927 por el principal arquitecto de dicho movimiento arquitectónico dentro de los Países Bajos, Jan Duiker, conjuntamente con el arquitecto Bernard Bijvoet y el ingeniero estructural Jan Gerko Wiebenga, comenzó a funcionar en 1928, fue terminado en 1931, y funcionó como centro de rehabilitación para pacientes con tuberculosis.
Su construcción fue encargada por el Sindicato Holandés de los Trabajadores del Diamante para sus trabajadores que respirando el aire contaminado por partículas de polvo en los talleres de pulido y perfilado de las piedras sufrían frecuentemente de afecciones respiratorias que solían llevar al desarrollo de la tuberculosis.
Zonnestraal se celebró como un monumento importante en los primeros años del movimiento moderno, incluso mientras estaba en construcción. El sanatorio estuvo en funcionamiento desde 1928 hasta 1950. En 1957 se convirtió en un hospital general, y desde entonces se le han agregado varios anexos. La muerte de Duiker en 1935 y el progreso en la erradicación de la tuberculosis después de la Segunda Guerra Mundial, ocasionaron que el sanatorio se desviara de la atención pública y académica, cayendo en desuso y mal estado, con secciones que literalmente desaparecieron entre el paisaje circundante. Durante casi dos décadas, el Sanatorio Zonnestraal fue olvidado.
En la década de 1960, sin embargo, el sanatorio fue redescubierto y considerado por los historiadores de la arquitectura como un importante monumento de la arquitectura moderna. En 1982, ante el inminente deterioro de un edificio que sirve como ejemplo de la arquitectura moderna en los Países Bajos, el gobierno holandés convocó a arquitectos líderes, encabezados por Hubert-Jan Henket y Wessel de Jonge, para su recuperación. En 1995 recibió la categoría de edificio con Protección Histórica. En 1997 se elaboró un plan maestro para convertirlo en un centro de salud con una combinación de funciones médicas y recreativas.
Ubicación
El sanatorio está ubicado en la ciudad de Hilversum, Holanda, en Loosdrechtse Bos 7.
Concepto
Abrazando los ideales progresistas del movimiento moderno, la arquitectura de Zonnestraal buscó la funcionalidad a corto plazo, proporcionando la iluminación y ventilación necesarias que los especialistas postulaban que eran necesarias para tratar la enfermedad. La idea era crear un edificio que ofreciera a los pacientes mucho aire fresco y luz.
El conjunto es conocido como el gran ejemplo del movimiento «Nieuwe Bouwen», movimiento moderno holandés. Uno de los aspectos asociados con este movimiento es la idea de los edificios desechables: los requisitos de uso de un edificio están vinculados a una vida corta. Después de todo, el edificio fue construido específicamente para pacientes con tuberculosis y, debido a que se pensaba que la enfermedad sería erradicada dentro de los 30 años siguientes, se supuso una vida funcional de 30-50 años para el sanatorio. Por este motivo los materiales utilizados en su construcción fueron los estandares y justos para cumplir con las normativas.
Zonnestraal es un pináculo indiscutible de la arquitectura moderna holandesa. Su piel de vidrio envuelta alrededor de la esbelta estructura, las fachadas blancas alargadas, las escaleras cilíndricas y la chimenea se combinan para crear una imagen de barcos blancos en sus amarres, la metáfora perfecta para la arquitectura moderna.
Espacios
El proyecto original planteó un complejo compuesto por un edificio principal y 4 pabellones, aunque 2 nunca se construyeron, quedando en edificio principal, dos pabellones, el Henri ter Meulen y el Dresselhuys, 5 talleres y la casa para el personal.
En el centro del lugar de 120 hectáreas se encuentra el edificio principal con los pabellones de pacientes en ambos lados. La orientación y ubicación de estos tres edificios fueron determinadas por el sol y una vista sin obstáculos. Los edificios acomodaron 128 pacientes.
Edificio principal
El edificio principal consta de tres bloques lineales alargados, con el departamento médico y la entrada en el bloque norte, cocina y espacio de almacenamiento en el bloque central e instalaciones sanitarias y la sala de calderas en el bloque sur. Colocado sobre estos tres volumenes hay un restaurante de planta cruciforme que depura su geometría con relación al resto del edificio, adoptando forma de cruz griega y que da a una terraza en la azotea del bloque sur. Este último también contiene la entrada para pacientes que vienen de los pabellones al restaurante. El bloque también dispone de una pequeña extensión para los pacientes terminales. Todo el edificio combina grandes cerramientos blancos acristalados y losas en voladizo.
Toda la planta del edificio se genera a partir de una cuadrícula de 3x3mts, siguiendo los principios de arquitectura modular de Le Corbusier.
Pabellones
Los pabellones se ubican en los laterales del edificio principal. Cada pabellón se configura como un par de alas de dos pisos colocadas en un ángulo de 45 °, lo que les brinda una vista sin obstáculos de los bosques circundantes y también mucha luz solar.
El Pabellón Henri ter Meulen se comenzó a construir al mismo tiempo que el Edificio Principal. Las dos alas están conectadas por un volumen central que albergaba las instalaciones y servicios generales. Los pacientes tenían su propia habitación, estos estaban en grupos de 12/13 por piso, con un total de 48 habitaciones, con amplias escaleras helicoidales de hormigón protegidas con grandes cristaleras cilíndricas.
El Pabellón Dresselhuys es igual al Henri ter Meulen, con un eje de simetría que coincide con el del edificio principal. Pero sus dotaciones se adecuaron más al progreso y a la funcionalidad y se le dotó de un montacamillas a la vez que se amplía la cantidad de habitaciones, siempre a ambos lados de la sala común de reuniones.
Un poco más alejada está la casa circular del servicio «de Koepel», donde había 16 habitaciones pequeñas para el personal.
Estructura y Materiales
Los edificios están construidos con un esqueleto de hormigón con marcos de acero extremadamente delgados para acomodar las grandes cristaleras. Se hizo un uso extensivo de elementos prefabricados y aunque el hormigón era relativamente costoso en la década de 1930 la construcción se realizó de la manera más económica posible para que cumpliera los mínimos requisitos. Las vigas y los voladizos son estrechos y delgados en todos los lugares donde era posible, con algunos pisos de hormigón cuyo espesor era de entre 8-12cm. El mismo arquitecto vio la construcción como un “edificio desechable” al que sólo le auguraba una utilización durante 40 años.
La estructura geométrica del complejo se puede ver claramente en los dibujos que muestran una estricta geometría, tanto en los ejes que están presentes en particular en el edificio principal, como en el sistema de medición. El módulo más pequeño es el de las habitaciones, 3x3m y el superior está formado por 12 de estas habitaciones. Estas dimensiones están relacionadas con los estándares de la época: el encofrado podría eliminarse antes con un tramo máximo de 3 metros. Otra solución para ahorrar en la construcción.
En el edificio principal la estructura es de hormigón armado con jácenas longitudinales que se apoyan en pilares cada 9 metros. Las losas del piso en voladizo alcanzan los 1,5 m con vigas también en voladizo. Este contrapeso ayudó a minimizar el uso de hormigón.
Las fachadas son principalmente acristaladas, con marco de acero, las paredes verticales y las de los anexos son construcciones huecas o malla de alambre enlucida.
El esquema de color también le da a los edificios una apariencia aireada: estuco blanco con marcos claros de color azul celeste para el edificio principal y marcos amarillos para los talleres.