Año de Construcción
1898-1900
Ubicación
Barcelona, Catalunya, España

Introducción

El industrial chocolatero Antoni Amatller encargó la remodelación del inmueble, hasta ese entonces Casa Martorell, de aproximadamente 800m2 que había comprado por 490.000 pesetas sobre el Paseo de Gracia de Barcelona al arquitecto catalán Josep Puig i Cadafalch.

Alzado fachada casa Martorell

Este proyecto de Cadafalch que combina el estilo neo-gótico con un curioso escalonado a dos aguas fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1976. La Casa Amatller es uno de los máximos exponentes de la arquitectura modernista, incorporando elementos del Gótico Catalán. Desde 1960 la casa depende el Instituto Amatller de Arte Hispánico, fundación creada por los descendientes de Antonio Amatller.

Con el paso de los años parte de la planta baja ha sido ocupada por una prestigiosa joyería catalana cuya trayectoria se basa en los diseños modernista y art decó.

Restauración 2007 – 2015

Después de un acuerdo entre el Ayuntamiento de Barcelona, el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya, la Fundación Montemadrid y la Fundació Privada Institut Amatller d’Art Hispànic se comenzó el Proyecto Cultural de restauración de la Casa Amatller, con un presupuesto de 4.998.550 € y diferentes etapas: 2007-2008 restauración de la fachada, 2010 rehabilitación para su uso como nueva sede de la biblioteca y fototeca del Intituto Amatller de Arte Hispánico en el piso 2º, 2011-2013 rehabilitación de las instalaciones generales del edificio, 2011-2014 restauración del piso principal, incluyendo el vestíbulo, la escalera principal y su claraboya, 2013-2015 restauración y restitución de bienes muebles, conversión en museo del piso principal, rehabilitación de cubiertas y escalera de vecinos.

Situación

La que pasó a llamarse Casa Amatller, a partir de 1898, se ubica en el Passeig de Gràcia 41, antiguamente nº 101, Barcelona, Catalunya, España. El edificio se levanta sobre un parcela de aproximadamente 1.415 m2 en la emblemática “Manzana de la Discordia” del cotizado paseo catalán, al lado de la popular Casa Batlló de Antoni Gaudí y cercana a la Casa Lleó Morera, del arquitecto Domènech i Montaner, responsable de otra de las joyas del modernismo catalán, el El Palau de la Música.

Concepto

Josep Puig i Cadafalch que además de arquitecto, político e historiador de arte fue un defensor de la necesidad de que Catalunya recuperase su imagen como potencia económica recuperada gracias a la industrialización a lo largo del siglo XIX, propuso una arquitectura moderna que mostrase al mundo el empuje de la sociedad catalana de la época y a su vez revalorizara las artes tradicionales adaptándolas a los nuevos materiales y necesidades.

Este trabajo forma parte del período “rosa” o modernista del arquitecto. Se trata de una típica casa de estilo gótico urbano, una mansión unifamiliar con elementos flamencos, como el llamativo frontón escalonado creado en azulejos de cerámica. Su diseño rompe con los componentes clasicistas propuestos por el Plan Cerdá para la construcción en Barcelona al proponer una fachada irregular, superar los 22m de altura e introducir el cromatismo como elemento destacado dentro de un entorno urbano uniforme. Una propuesta singular que marca la introducción del Modernismo en l’Eixample de Barcelona.

Espacios

Remodelación

Con anterioridad a la remodelación realizada por Puig i Cadafalch la vivienda construida en 1875 bajo la dirección de Antoni Robert estaba formada por una planta baja y cuatro plantas superiores con balcones y un jardín, siguiendo las pautas marcadas por el plan Cerdá, un diseño simétrico clásico con un acceso central y locales comerciales en los laterales del mismo.

La remodelación realizada por Puig i Cadafalch generó una importante transformación del edificio, comenzando por el derribo y nueva construcción de la fachada, reestructuración de la planta baja, cambios sustanciales en la distribución del piso principal, rehabilitación de cocinas y baños en todas las viviendas, agregado de un estudio fotográfico en la terraza, reconstrucción de la caja de la escalera principal, incorporación de un ascensor eléctrico y una plataforma giratoria para guardar el automóvil de dueño de casa. Estas reformas figuran entre los trabajos más destacados.

Descripción

Fachada

La nueva fachada de la finca es casi plana, a excepción de los balcones de la primera planta, con sus errajes, barandillas y remates, recubiertos por con un mosaico triangular de cerámica o decorado con columnas y relieves de piedra sobre una pared adornada con relieves. El formato que resalta a primera vista es su escalonamiento a dos aguas, remarcado en la parte superior por un friso de cerámicos que sigue el contorno. Las aberturas en las fachada son desiguales en cada planta, una búsqueda por parte de Cadafalch de una asimetría equilibrada y una irregularidad aparente pues todas las dimensiones horizontales están estrictamente determinadas a partir de un módulo de 55cm que coincide con los soportes del balcón, 110 cm en las puertas balconeras, ventanas y galería, 220 cm de separación entre las puertas balconeras del principal, 330 cm de separación entre las ventanas del 1er piso.

Planta baja

El acceso al edificio se realiza a través de dos puertas, una más pequeña, vinculadas entre sí por una magnífica figura de San Jordi matando al dragón, obra del escultor Eusebi Arnau i Mascort. El patio de acceso fue sobredimensionado para permitir la entrada de carruajes, para ello durante la remodelación fueron eliminados los dos locales comerciales existentes. Esta ampliación también permitió reordenar las escaleras y ubicar una caseta para el conserje.

En la planta, los espacios se organizan en torno a un patio central que contiene dos escaleras: un acceso monumental al piso principal y una escalera secundaria y modesta que da acceso a otras plantas.

En este espacio dos importantes columnas sirven de apoyo a la pared maestra del patio de luces y al fondo una vidriera de colores formada por dos puertas de 5 secciones cada una daba acceso al garaje del propietario, a la cocina del piso principal y a las habitaciones de servicio. A la derecha del patio de entrada se encuentra la escalera que lleva al principal, cubierta por una claraboya de vidrio emplomado. El rellano del principal está soportado por grandes ménsulas de hierro, debajo de las cuales se abre la puerta que comunica con la escalera de vecinos.

Planta primera (Principal)

Toda la planta primera está ocupada por la vivienda principal, cuya distribución es la típica de las viviendas del Eixample barcelonés, con algunas modificaciones introducidas por Puig i Cadafalch como el derribo de tabiques, y en algunos casos paredes maestras sustituidas por arcadas, para conseguir espacios más amplios.

En la primera crujía, contigua a la calle, se ubican los dos dormitorios principales, uno para el Sr Amatller y otro para su hija, los respectivos vestidores y los baños. Este sector se comunica con el otro extremo a través de pasillos laterales segmentados por una secuencia de arcos diafragmáticos que rodean el patio de luces central cubierto con grandes claraboyas de vitral. El despacho del señor Amatller estaba ubicado en el punto central de la planta.

En la crujía interior se ubicó el comedor, con una chimenea de hierro forjado y numerosas esculturas que hacen referencia al origen del cacao, una habitación para invitados, la sala de música y un “office” con un montaplatos que sube desde la cocina de la planta baja.

Materiales


Los elementos de decoración utilizados en el edificio fueron realizados en colaboración con talleres artesanales locales, capaces de convertir en realidad los proyectos del arquitecto y a la vez participando en las tendencias más innovadoras que en esos años estaban transformando las capitales europeas.

En el vestíbulo se colocaron apliques de hierro forjado para las luces, con un doble sistema, funcionaban con gas y con electricidad al igual que en el resto de las estancias. Todo el vestíbulo muestra un zócalo alto de cerámicos decorados estilo andaluz.

El vitral de la oficina del conserje está considerada una de las mejores vidrieras de la época modernista. Otro vitral fue colocado en el techo, sobre la escalera principal con escalones de mármol blanco y barandilla de piedra trabajada. Las paredes que enfrentan la barandilla están adornadas con relieves.

Los dormitorios principales fueron decorados con esculturas alegóricas, al éxito alcanzado a través del ahorro y la inteligencia en el de Antonio Amatller y a las virtudes propias de una joven en el de su hija. En esta planta se vuelven a repetir las barandillas y cantoneras de mármol rosa de Buixcarró que también aparecen en la planta baja y las mamparas de vidrio de colores emplomado.

La sala de música de la planta principal luce un friso con versos de La Canción del Marinero y la versión original del himno de Cataluña, Els Segadors.

Planos

Planos Archivo Nacional de Catalunya y Archivo Municipal Administrativo

Fotos

Fotos WikiArquitectura

Marzo 2015

Abril 2016

Alzado fachada casa Martorell