Diseñado en
1893
Año de Construcción
1894
Reformado en
1996
Pisos
4
Aforo
Sala principal: 570 espectadores. Sala secundaria: 91 espectadores
Ubicación
París, Francia

Introducción

Fachada del teatro Éden

El teatro que podemos disfrutar hoy en día nació a partir de una parte de otro más antiguo, el Teatro Éden. Inaugurado el 17 de enero de 1883, este edificio lleva hoy en día el nombre del que fuera su director entre 1934 y 1951, Louis Jouvet. El edificio original fue construido por Wiliam Klein y Albert Duclos en un estilo Art Nouveau de inspiración oriental. El teatro Éden fue el escogido para el estreno en París de la obra Lohengrin de Richard Wagner el 30 de abril de 1887.

Entre 1890 y 1893 el teatro era llamado Grand Théâtre y contaba con 4.000 localidades. Éste fue parcialmente demolido en 1893. Tras ello los arquitectos Stanislas Loison, en 1893, y luego Paul Fouquiau, en 1894, habilitaron una sala para 570 personas en el foyer del antiguo teatro. Al mismo tiempo los trabajos de demolición del antiguo teatro Éden continuaban su proceso por lo que las autoridades pensaron en cerrar la nueva sala por peligro de incendio o accidente. Sin embargo la sala se consiguió mantener abierta gracias a la reducción del peligro que supuso la creación de un corredor temporal, de doce metros de longitud entre el teatro y los lugares de derribo, que desembocaba en la calle Boudreau. Al final de las obras de derribo del antiguo edificio y las de la construcción de la nueva sala, y a consecuencia de estos cambios el edificio fue rebautizado como Théâtre de la Comédie Parisienne, en honor al establecimiento cercano que se había cerrado diez años antes, abriendo sus puertas el 31 de diciembre de 1894. Fue en este espacio donde se estrenó la obra Salomé de Oscar Wilde, originalmente escrita en francés, el 11 de febrero de 1896, con una puesta en escena firmada por el grupo de teatro Lugné-Poe.

El teatro fue rebautizado con el nombre de Teatro Athénée en 1896, como figura en su fachada. Durante cuarenta años fue el único establecimiento en ofrecer espectáculos de vaudeville, comedias y melodramas.

Sin embargo, no fue hasta los años treinta que el teatro llegó a su época de máximo esplendor. Ésta vino de la mano del director Louis Jouvet (1934-1951) al recrear en este lugar la mayor parte de la obra de Jean Giraudoux, empezando por Tessa el 14 de noviembre de 1934, y clásicos de Corneille y Molière, como L’école des femmes, en la que Jouvet hacía el papel de Arnolphe.

Jouvet tuvo como colaboradores al pintor Christian Bérard y a Pierre Renoir, que asumió la posición de director artístico y que ya había trabajado como actor bajo sus órdenes.

Después de la muerte de Jouvet sería Pierre Renoir quien se ocuparía de la dirección del teatro en 1951. Tras él vinieron los directores Françoise Grammont y Françoise Spira en 1962.

Otra época importante en la historia de este teatro vino de la mano del director Pierre Bergé, quien entre 1977 y 1981 incorporó la sala pequeña, llamada Christian Bérard, a los espacios para representaciones del teatro, además de aportar a éste grandes voces de la época con la serie Lundis Musicaux. También produjo obras con Antoine Vitez,Jean Marais, Pierre Dux, Delphine Seyrig, Peter Brook, Jean Vilar, Claude Régy, Matthias Langhoff, Pierre Brasseur, María Casares y Jeanne Moreau, algunas de ellas de los mismos autores.

En 1982 Pierre Bergé vendió el teatro al Estado por la cantidad simbólica de un euro. Con la tutela del Ministerio de Cultura y Comunicación Josyane Horville tomó la dirección del centro. Tras ello Patrice Martinet, fundador del festival de verano, lo dirige desde 1993.

En 1995 el teatro Athénée-Louis Jouvet fue declarado monumento histórico nacional y en 1996 se hizo una renovación de su conjunto por iniciativa de Patrice Martinet aprovechando el centenario del nuevo teatro. Estos trabajos se centraron no solo en la restauración de la arquitectura y la decoración sino también en la modernización de las instalaciones para poder llevar a cabo las representaciones en las mejores condiciones posibles y llevar al edificio al siglo XXI. Los trabajos incluyeron:

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  • La restauración de la fachada principal, incluyendo la restitución y la disposición original de sus elementos como un balcón de la primera etapa del edificio.
  • La mejora de la seguridad y del control de acceso del público. También de las instalaciones.
  • La reconstrucción total de la caja de escena.
  • La restauración en la gran sala y los corredores de la decoración y de los revestimientos, y la restitución en la gran sala de elementos preexistentes en la iluminación, en los baños y en el foso de la orquesta.

A principios del siglo XXI el Teatro Athénée ha recreado obras de ópera, musicales y de comedia como Le docteur Ox (2003), Ta Bouche (2004), Toi c’est moi (2005) y Arsène Lupin Banquier(2007).

Situación

El teatro Athénée se sitúa en el número siete de la calle Boudreau en el distrito nueve de la ciudad de París, Francia. El edificio da a la Square de L’Ópéra Luois-Jouvet, que debe su nombre al que fue el director del teatro entre 1934 y 1951. En sus proximidades se encuentran otros edificios icónicos de París como la Ópera Garnier, los almacenes Printemps o las Galerías Lafayette. Las paradas de metro más cercanas son las de Havre-Caumartin, Opera y Madeleine.

Concepto

El nuevo teatro muestra los cambios en la concepción de los espacios para espectáculos que se da a finales del siglo XIX. Frente a los grandes establecimientos de las épocas imperiales de principios de siglo, con la demolición del teatro Éden se da paso a la creación de un ambiente de dimensiones más reducidas. Asimismo, se aprovecha el corredor creado en un inicio para separar la nueva sala del ámbito de demolición de la anterior, para crear un espacio de transición entre el espacio público exterior y el interior. De ésta manera se consigue una gradación de ambientes desde el bullicio de la calle principal, a la plaza más recogida, para pasar al vestíbulo del propio teatro y finalmente a la sala donde se desarrolla el espectáculo. Esta disminución en el tamaño del espacio también se da en la ornamentación de éste. El orientalismo de moda a principios del siglo XIX en Francia, surgido a raíz de la campaña de Napoleón en Egipto, entre otras cosas, da paso a un clasicismo, más austero en los espacios de entrada del teatro, que sin embargo despliega todo su esplendor en la gran sala.

Espacios

Interior del teatro Éden

El teatro original era un edificio de grandes dimensiones descrito en su época como “prodigio de originalidad, de magnificencia y de confortabilidad”. Se caracterizaba por un estilo mezcla de templo hindú y de bazar de las mil y una noche, totalmente exótico. Su fachada era simétrica. Ésta se componía de tres pisos entre los que destacaba el primero como el principal con su gran balcón central. Los extremos de la fachada estaban rematados por unas torres de inspiración hindú profusamente decoradas. Las ventanas se caracterizaban por sus arcos lobulados ubicados dentro de marcos rectangulares. La parte central de la fachada estaba coronada por un conjunto de ventanas tan recargadas en decoración como las torres de los extremos.

El interior de la sala principal del teatro no se quedaba atrás en cuanto a ornamentación. Arcos lobulados de aire árabe también acompañaban aquí las columnas exóticas y definían la parte superior de la sala. Asimismo, el escenario estaba definido por formas redondeadas y cóncavas como las de los arcos. Una balaustrada recorría el piso superior. La decoración en toda la sala contaba con esculturas que representaban figuras tanto humanas como de animales exóticos. El teatro Éden contaba con una cúpula en la sala principal que estaba decorada con motivos indios de colores rojos, negros y marrones. Finalmente la lámpara que colgaba del centro también mostraba un diseño extravagante que parecía salido de un viaje por oriente.

Fachada del teatro Aténée

Tras las transformaciones de los años noventa del siglo XIX, el teatro se cerró pero no desapareció. El nuevo teatro era más pequeño y más íntimo. Frente a la grandiosidad del teatro Éden, esta nueva sala tenía el atractivo de la proximidad y se avenía más con las maneras y la moda de finales del siglo XIX. En 1896 se hizo la última transformación del nuevo teatro, ubicando el vestíbulo de entrada en la calle Square de l’Opéra, convirtiéndose ésta así en el primer vestíbulo del teatro. Con este papel, la calle Square de l’Opéra apartaba a la gente del bullicio de la calle principal y la introducía en el ambiente más recogido e íntimo de la nueva sala de representaciones.

La fachada del nuevo edificio muestra su nombre en una inscripción sobre el ventanal del primer piso. La entrada está enmarcada por una marquesina de hierro y cristal que acoge a los visitantes. Cuenta con dos puertas de hierro que están acompañadas por los carteles de las representaciones que se llevan a cabo en el interior. La fachada es bastante sobria en su conjunto, exceptuando alguna decoración en piedra en la planta baja y en las columnas que acompañan los dos pisos siguientes. Tanto el primer piso como el segundo cuentan con grandes cristaleras. Entre ellas destaca la de la planta principal por estar hecha en madera, a diferencia del resto de la fachada. Ésta tiene unas formas curvilíneas y modernistas con una composición simétrica rematada en su centro por la cara de un ángel y una guirnalda de flores.

Interior de la sala principal

Desde el vestíbulo a pie de calle el visitante puede dirigirse a las entradas de platea o hacia las escaleras que conducen a los diferentes pisos del edificio. El vestíbulo del primer piso se distingue por su color amarillo que impregna todo el espacio de estilo clásico. La recepción está acompañada de un conjunto de mesas para que los asistentes se acomoden hasta el inicio de cada representación. Éste espacio está decorado con espejos y tiene una doble altura, a la que uno puede asomarse desde la galería superior. A partir de aquí se encuentran las diferentes puertas de entrada a la gran sala. En los pasillos curvos que recorren el perímetro de la sala se encuentra también el guardarropa a disposición de los asistentes.

La gran sala del teatro brilla con su color dorado en el que resalta el granate de los asientos. Las 570 localidades se distribuyen entre la platea y sus palcos, dos pisos de anfiteatro y el paraíso. Este interior está ricamente ornamentado con detalles de vegetación y guirnaldas además de figuras femeninas modernistas. El techo está compuesto por un cielo pintado atravesado por nueve rayos ornamentales dorados que irradian de la gran lámpara central. La escena queda definida por un marco muy decorado en cuyo centro se encuentra un escudo con la inicial A acompañado de dos ángeles y rosas.

Video

Planos

Fotos

Fotos WikiArquitectura (Diciembre 2015)

 

Otras fotos