Barajas T4
Introducción
El aeropuerto Barajas de Madrid, «Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid–Barajas» a partir del 26 de marzo del 2014, abrió sus puertas en 1933, y desde entonces ha sido ampliado en numerosas ocasiones. La última y más significativa fue en 1997, cuando la empresa Aena convocó un concurso para una nueva ampliación. La propuesta del arquitecto británico Richard Rogers en colaboración con el madrileño Estudio Lamela, resultó ganadora.
Barajas es el aeropuerto más importante de España. Consta de cuatro terminales conocidas como T1, T2, T3 y T4, así como un edificio satélite de la Terminal 4, que se conoce como T4-S. El conjunto de la T4 entró en funcionamiento a comienzos de 2006, convirtiendo al Aeropuerto de Madrid Barajas en el mayor de Europa por superficie de terminales, con un millón de metros cuadrados distribuidos entre T1, T2, T3, T4, T4-S y ciento cuatro pasarelas de embarque directo. La construcción costó alrededor de 7.200 millones de dólares.
Premios
La Terminal de Barajas T4 fue honrada con el Premio Stirling del Real Instituto de Arquitectos Británicos, el más prestigioso de Gran Bretaña en arquitectura, así como con el ‘Internacional RIBA European Awards 2006’, ‘mejor proyecto de ingeniería 2005 por el Instituto de la Ingeniería de España’ y el premio de Diseño T+L 2006 en la categoría de ‘Mejor Espacio Público’
Situación
La Terminal 4 está ubicada en el noreste de Madrid, en el distrito de Barajas, a 12 kilómetros del centro de la capital de España y separada 2km hacia el noroeste del resto de las terminales T1, T2 y T3 con las que se comunica con un servicio de autobús (Airport Shuttle) gratuito. El conjunto del sistema de funcionamiento del aeropuerto también se extiende por los municipios de Alcobendas, San Sebastián de los Reyes y Paracuellos de Jarama.
Su acceso se ve facilitado por numerosas líneas de transporte público, autobuses, metro y taxis.
Comunicaciones
La comunicación por carretera está suplida mediante taxis, para los cuales hay tres paradas en las terminales antiguas (T1, T2, T3) y otra más en la terminal nueva (T4).
También son numerosas las líneas de autobuses públicos que unen el aeropuerto con las distintas partes de la ciudad.
Además, la T2 está comunicada por metro con el centro de la ciudad, y a partir de ella se puede acceder con facilidad a la T3 y a la T1.
Junto con la T4, como parte integrante del proyecto, se construyó una estación para metro (en servicio) y Cercanías (cuyo servicio se estima que tenga lugar en 2010).
Concepto
El proceso de diseño se ha centrado en ofrecer una experiencia mejorada a los pasajeros, con la creación de un ambiente atractivo y tranquilo.
La obra está basada en tres ideas: las cubiertas onduladas, las columnas en pares, y una gama de colores del arco iris que va del azul oscuro al rojo, pasando por el amarillo. Mediante el uso de colores en las columnas que sostienen el techo ondulado, se identifican las diferentes zonas de la Terminal. El diseño responde a grandes exigencias de ahorro energético y económico, además de una gran funcionalidad. La nueva terminal y el satélite están diseñados para manejar en el momento de su terminación 35 millones de pasajeros al año, número que gradualmente irá en aumento y se calcula llegará a 50 millones en el 2020.
Flexibilidad
La forma en la que se han colocado los diferentes espacios de la terminal, permite también su ampliación de forma muy sencilla con poca interferencia en las zonas de funcionamiento.
Claridad
El procesamiento de los pasajeros representa una secuencia de actividades desde el momento mismo en que el pasajero accede al edificio, factura su equipaje, realiza el control de seguridad y finalmente embarca.
El edificio articula el carácter secuencial de este proceso al separar entre sí los distintos volúmenes funcionales o módulos.
Luz Natural
Cada módulo se separa del siguiente mediante un espacio libre que denominamos cañón.
Supone la interfaz entre las diferentes fases del procesamiento del pasajero, facilitando su orientación, que queda subrayada por la introducción de luz natural en el interior del edificio y reduce significativamente la dependencia de la iluminación artificial, mejorando notablemente la calidad y la percepción del espacio.
Concepto del paisaje
Habitualmente los edificios terminales de los grandes aeropuertos se encuentran rodeados de elementos secundarios, tales como estacionamientos de vehículos, central eléctrica, hoteles, etc. que en absoluto contribuyen a la comprensión clara del mismo.
La terminal de Barajas integra dichas estructuras previas de modo tal que no perturben en ningún momento la percepción y lectura del conjunto, y a su vez integre el paisaje, consiguiendo así una imagen distinta que expresa su carácter local y homogéneo.
Por otro lado la secuencia que los cañones establecen incorpora linealmente el paisaje al espacio interior. Este concepto se va extendiendo consecuentemente a través del entorno.
Espacios
La T-4 está formada por dos edificios, el principal y su satélite, distante a 1km y con una pista por medio, un tren automático y subterráneo une los dos edificios.
Edificio principal
El edificio principal de la terminal T4 tiene 1.2 kilómetros de longitud y 6 niveles de altura, tres sobre nivel de suelo y tres subterráneas, en un esquema lineal y sencillo, con una clara secuencia de espacios. Varias pasarelas cruzan los vacíos en los que se reconoce toda la altura del edificio. Con una imagen futurista, la Terminal cuenta con amplios salones muy luminosos con paredes acristaladas y lucernarios. Uno de los accesos se produce en el nivel -2 a través de un tren automático que une las terminales.
El edificio que consta de cuatro volúmenes paralelos adapta su espacio a las distintas etapas del procesamiento de pasajeros, desde el punto de llegada, el registro de entrada y de pasaportes, los controles de seguridad en las salas de embarque y por último el acceso a la aeronave, ofreciendo espacios amplios, modernos, funcionales y bien iluminados. Tiene 40 puestos para aviones.
En los niveles más bajos y cerrados de la terminal se ubican las cintas de equipaje, las zonas de almacenamiento y enlace de pasajeros entre edificios. Estas zonas ofrecen un fuerte contraste con la ligereza y transparencia de las zonas de pasajeros en las plantas superiores.
Aparcamiento
Existe un parking con una superficie de 310.000m2 y capacidad para 9.000 vehículos formado por seis módulos independientes funcionalmente pero cuyo revestimiento exterior le da una apariencia unitaria. Tiene acceso a la terminal a través de una pasarela peatonal.
Edificio Satélite
El edificio de casi 300.000m2 se compone de dos volúmenes que albergan el control aduanero, se ubicó entre las nuevas pistas, a 2km del edificio de la terminal principal, acoge todos los vuelos internacionales que no pertenecen al espacio Schengen de la T-4. Dispone de 27 accesos para aviones y se comunica con la T-4 mediante un tren subterráneo.
Se construyó separado de la terminal por razones aeronáuticas, respondiendo al recorrido y ubicación de las 2 nuevas pistas, de los taxis aéreos y la parada de aeronaves. Los dos edificios se conectan a través de un túnel subterráneo de dos niveles con tres cámaras en cada nivel. El nivel superior tiene dos zonas laterales de aproximadamente 10 metros de anchura para la circulación de vehículos autorizados y un espacio central de 13 metros, para el resto de la circulación. La sección inferior, con tres espacios de dimensiones idénticas, está totalmente dedicado al sistema automático de manejo de equipaje.
Distribución superficie
- Terminal 470,000 m2
- Satellite 315.000 m2
- Aparcamiento 310.000 m2
- Rutas acceso 64,000 m2
Estructura
La nueva terminal cuenta con una clara progresión de espacios para que salgan y lleguen los viajeros. El diseño del edificio, legible y modular crea una secuencia repetitiva de ondas formadas por enormes alas de acero prefabricado. Se apoya en «árboles» estructurales centrales, de doble envergadura. Estos pilares en forma de H abierta en la parte superior, se levantan del suelo en hormigón armado visto y al final de la apertura se abren hacia ambos laterales mediante dos grandes tubos estructurales de acero inclinado que van disminuyendo su diámetro a medida que se aproximan a la platina ondulada que soporta el gran techo y en la que se fijan mediante bulones.
Se utilizó un flexible y holgado sistema modular, con un patrón repetitivo de 18x9m de rejilla estructural que permitió una variada distribución de los espacios. La simplicidad del diseño y del concepto arquitectónico abre la posibilidad a ampliaciones futuras.
El techo de madera está marcado por los “cañones” que permiten la entrada de luz natural que atraviesa los espacios abiertos de las distintas plantas.
La estructura tubular de los “árboles” y el techo ondulado se extienden hacia el exterior, sobrepasando las fachadas de cristal que miran la pistas, para crean un alero protector.
Materiales
Para su construcción los arquitectos recurrieron a una paleta de materiales simples y sencillos, que transmitieran sensación de calma, reforzando los detalles que marcan el carácter directo del concepto arquitectónico.
Techo
Interiormente la llamativa estructura metálica ondulada del techo está revestida con tiras de bambú que le otorgan una apariencia suave y sencilla. Contrastando, los “árboles” estructurales de tubo de acero se pintan con colores diferentes, en una gama de tonos graduados. En el centro del edificio la estructura expuesta de acero se pintó de amarillo, en la zona sur rojo, azul en el lado norte, creando una galería de 1.2 kilómetros de largo. Estos colores añaden calidez y brillo a la construcción, pero también sirven para orientar a los pasajeros. Los llamativos lucernarios que horadan el techo disponen de brise-solei interior en color blanco. Por la parte exterior el techo, se terminó en aluminio.
Suelos
Las losas de las diferentes plantas fueron cubiertas con grandes placas de mármol en diferentes tonos que combinan con suelos de vidrio arenado y reforzado en ciertas zonas de descanso, o con placas de vidrio reforzado y esmerilado. En la planta superior, a lo largo de toda la galería, los tubos de respiración han sido revestidos con carcazas de acero inoxidable, en la zona de cintas las ventilaciones cogen una forma futurista, lacada en blanco con 6 salidas remarcadas en acero pavonado.
El marco estructural es de hormigón armado y acero, revestido con grandes cristaleras que permiten una clara visión de las pistas y los aviones. En las plantas inferiores las vigas de acero, los contrafuertes y demás sistemas estructurales han quedado a la vista, formando parte de la decoración, al igual que el hormigón visto.
Las zonas de cintas de equipaje, más oscuras y encerradas que las superiores están iluminadas por numerosos puntos de luz rodeados de grandes pantallas metálicas de color blanco que cuelgan del techo de vigas.
Medio ambiente
Los arquitectos se enfrentaron al reto de equilibrar el uso de la luz natural y los sistemas ambientales pasivos para hacer frente al intenso calor del verano madrileño. El objetivo se logró mediante el posicionamiento del aeropuerto de manera que pudiera beneficiarse de la orientación norte-sur y sus fachadas principales mirando al este y oeste.
Las fachadas están protegidos por una combinación de aleros profundos generados por la continuación del techo que buscan el sombreado externo. Un sistema de ventilación de bajo consumo es utilizado en el muelle, en otros lugares se recurre a sistemas de alta velocidad más convencionales. El uso de la luz natural es también un componente clave en la reducción del consumo de energía.
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