Diseñado en
1991
Año de Construcción
1994
Ubicación
Tavira, Algarbe, Portugal

Introducción

Este proyecto nace en 1991 en una época en la que el arquitecto se encuentra trabajando en una escala menor, generalmente viviendas unifamiliares, en las cuales se ve de manera implícita como Souto de Moura deja en evidencia los regionalismos y como en la gran mayoría de sus obras se hace eco de una antinomia tradición/modernidad.

Todo esto logrando la concordia entre un diseño preciso e inteligible en extremo, la construcción nunca es confusa, las mezclas quedan excluidas, la función de cada elemento es diferenciable.

Situación

La obra se encuentra ubicada en lo alto de una colina, en la localidad de Luz de Tavira, Portugal,  en un ámbito netamente regional y con características rurales. La ubicación permite, gracias a encontrarse elevada con respecto al valle, que la circunda unas amplias y extensas visuales.

Concepto

Si bien el programa era sencillo el punto más importante hacia referencia al irrenunciable aprovechamiento del punto más alto del terreno como lugar de implantación para la máxima apertura visual y establecer a la obra como un punto importante de referencia.

Según el mismo arquitecto “fue la primera vez que utilice varios volúmenes para cumplir las funciones especificas de un programa, fue la primera vez que abrí las puertas y las ventanas en una construcción”.

Esto hace referencia a la manera en la que trabajo el arquitecto, en primer lugar, se puede ver que las plantas y los alzados explican la simplicidad y la claridad en la composición de unos volúmenes blancos.

En segundo lugar tiene que ver con la forma de trabajar los muros y las ventanas; estas, invisibles y continuas, pues se esconden dentro del muro, se abren al máximo en el 40% de la fachada. Según él mismo abrir huecos en las fachadas parece la cosa más banal del mundo, pero esta es la regla funcional que afianza los alzados

Espacios

Se acentúa la horizontalidad, los muros se proyectan de manera rectilínea vinculados a las principales direcciones de acceso, a las circulaciones, a las vistas del paisaje circundante.

Souto de Moura experimenta la necesidad de hurtar el territorio de intervención del magma humano que lo envuelve, demarca un dominio en cuyo interior la casa puede existir, un dominio determinado por un cerramiento de muros.

En el interior los espacios quedan bien demarcados por los volúmenes puros que sirven de envolvente y la relación entre los espacios interiores y exteriores se realiza a través de unos huecos que permiten esconder las hojas de las balconeras.

Estructura y Materiales

Se opta por una sencillísima y anti retorica elementalidad constructiva, los muros se presentan como grandes y pesados para “pisar fuerte”, para como el mismo Souto de Moura explica permitir la supervivencia, la propia supervivencia de la Arquitectura.

Bajo los muros portantes (bloques de hormigón liso) se encuentra un encadenado inferior apoyado sobre una cimentación corrida.

Planos

Fotos