Casas de campo en Austria
Introducción
Las casas de campo incluyen 132 viviendas. Estas fueron diseñadas por el arquitecto austriaco Gustav Peichl. Aquí se puede reconocer el característico lenguaje utilizado por el arquitecto.
Situación
Se ubican en Wienerberg, formando parte del distrito más poblado de Viena. A partir de un concurso de ideas en 1980 se concretó un diseño urbano para la zona, determinando un área verde protegida de 90 hectáreas y 16 hectáreas de agua.
Las casas de campo se disponen en línea, con mínimas rotaciones de cada bloque buscando las mejores orientaciones.
Concepto
Se trata de un conjunto de viviendas separadas en bloques blancos individuales.
Los once bloques de casas de campo encajan en el concepto de planificación otorgado al tejido urbano de la ciudad y forman el final de la zona verde.
Los bloques parecen bailar con un arreglo del tipo “dientes de sierra” y a la vez forman una cadena de edificios; las rotaciones tienen en cuenta las separaciones y orientaciones apropiadas.
Espacios
El trazado de los bloques independientes, con un acceso separado y limitado para peatones y vehículos de motor, acierta en la creación de espacios libres con arbustos y árboles en las áreas sur y este.
Cada bloque contiene 3 plantas con viviendas del tipo A con 36 m2, del tipo B de 55 a 63 m2 y del tipo C con 75 m2. Doce viviendas se incluyen en cada bloque. Los once bloques de casas independientes tienen un total de 132 viviendas de distintos tamaños.
El trazado de las casas de campo es extremadamente simple, con paredes blancas de yeso, ventanas de madera pintada y un jardín en la cubierta con barandillas curvadas.
Sin embargo, el lenguaje arquitectónico de Gustav Peichl se perfila en algunos de los detalles que enriquecen la composición formal del edificio. Entre éstos, destaca la incorporación en los planos de fachada de sus características aberturas oculares, el remate de los paramentos en sencillas cornisas escalonadas y el encuentro en arista de los paramentos suavemente curvados, que se utiliza para disponer las terrazas cubiertas, integradas en la masa arquitectónica. Por último, en el interior de cada bloque residencial, se evita la compartimentación rígidamente ortogonal para introducir algunos planos inclinados, como el del corredor central, en torno al cual se organiza el programa de las viviendas.
Destaca en el proyecto el diseño de terrazas y balcones, integrados con naturalidad en el volumen edificado, ya sea en el encuentro de los alzados o emergiendo como un cuerpo semicilíndrico del plano general. Estos cuerpos se distinguen por la luminosidad y pureza de sus líneas.