Caja de Ahorros Postal de Viena
Introducción
La Caja Postal de Ahorros de Viena, fue comenzada cuando el arquitecto tenía 62 años y la terminó con 71, resume toda la obra de su vida y conjuntamente con la Iglesia de San Leopoldo en Steinhof es considerada la obra más importante de Wagner y uno de los símbolos arquitectónicos de Viena. Conjuntamente con Berlín y Chicago, Viena se encuentra entre los lugares donde se fundó la “funcionalidad de la arquitectura” y este edificio responde plenamente a lo que se entiende por arquitectura moderna.
De los 37 proyectos presentados a concurso, fue ganador el de Wagner, comenzando a realizarse en 1904, con algunas modificaciones, con respecto a proyecto original, en la parte del techo y se finalizó, el primer edificio, en 1906.
Proyecto
El concurso para la construcción de la Caja Postal de Ahorros Imperial-Real fue un proceso abierto y anónimo llevado a cabo en febrero de 1903. Fueron necesarias tres reuniones del jurado para decidir al ganador, imponiéndose el proyecto presentado por Wagner sobre los otros 36.
Contrariamente a las especificaciones de la licitación, Wagner aprovechó los pasillos para ser utilizados por la Caja de Ahorros en sus transacciones, siendo éste uno de los motivos que utilizaron algunos de los arquitectos del jurado como argumento para rechaza su proyecto, pero finalmente fue reconocida como una mejora funcional no considerada anteriormente por los representantes de la Caja Postal. El concurso se destacó principalmente por tres razones: 1. El jurado necesitó tres días consecutivos para evaluar los proyectos, 2. Los miembros del jurado, individualmente, examinaron los proyectos entre las reuniones y 3. La prioridad dada a los criterios funcionales y constructivos sobre las evaluaciones de estilo puso claramente de manifiesto que la modernidad estaba ganando terreno.
El proyecto de Otto Wagner fue sin duda la sugerencia más cuidadosamente elaborada de todas las presentadas al jurado, fue el único participante capaz de combinar la visión de un nuevo Banco de Ahorro Postal con una nueva arquitectura, siendo un evento extremadamente raro en la historia de la arquitectura que un proyecto visionario coincida con una arquitectura y un cliente también visionarios, con los mismos contenidos y objetivos.
Modificiaciones
Durante el año siguiente a ganar el concurso Wagner revisó sus planos originales, dedicando especial atención a la parte central del edificio que da a la pequeña plaza Georg Coch Platz. La alta estructura del arco de metal y vidrio en la parte superior fue reemplazada por áticos horizontales, coronados con pared y balaustrada. Estas modificaciones le permitieron lograr una mayor armonía entre la línea horizontal del edificio y el ritmo horizontal de las ventanas, demostrando un gran sentido de integridad para todo el conjunto
Situación
Con la intención de trasladar la antigua sede de la Caja Postal, que desde 1833 se ubicaba en el antiguo monasterio de la orden dominicana, en 1903 se llamó a concurso con un programa específico para el nuevo emplazamiento en el Stubenviertel, en la George Coch Platz 2, 1018 Viena. Otto Wagner obtuvo el primer premio y comenzó con el proyecto que aunque difiere notablemente con el estilo del entorno respetó criterios como volumetría, color y ritmo de vanos.
En 1902-03, casi al mismo tiempo que el concurso para la Caja Postal, Otto Wagner participó en otro concurso para un “plan de regulación general” para Viena. Sus sugerencias sirvieron de base para el desarrollo urbano de los alrededores de la Caja de Ahorros siendo el sitio considerado por el arquitecto como el ideal para la Oficina de Correos Imperial y Real el utilizado posteriormente para la Caja de Ahorros.
Concepto
El edificio recibió críticas favorables en el ambiente arquitectónico de la época y fue considerado como un logro pionero de Austria, y de hecho de la arquitectura europea.
Planta
El arquitecto diseñó una planta basilical de tres naves, la central más alta que las dos laterales, con la intención de dar a su creación, para un lugar profano, una base racional, para establecer una forma artística como el inevitable resultado de una forma funcional. El módulo central se convierte en ornamento arquitectónico y en decoración urbana. Todo el edificio se desarrolla alrededor de la sala central donde la exigencia funcional es clarísima y todo perfecto para desarrollar su cometido, es la idea madre del proyecto.
Este concepto fue conseguido sobre todo en su interior pues es una auténtica representación de un edificio de oficinas práctico y completamente relacionado con su finalidad, se nos aparece como una “enorme envoltura llena de dinero”
Descripción de los espacios
El acceso principal al edificio se realiza a través de una amplia escalera cubierta por una sencilla marquesina de metal y vidrio sostenida por finas columnas, que dan acceso al atrio que conduce al espacio central del banco. Debajo de este gran patio iluminado se ubicaron los sótanos, en uno de los cuales desarrolla su labor el correo.
El edificio tiene 8 niveles organizados de forma simétrica alrededor de 5 patios de luz que iluminan el interior. Con la finalidad de que la Caja de Ahorros entrara en funcionamiento lo antes posible, la obra fue dividida en dos partes, el primer edificio, en la parte este, se construyó entre 1903 -1906 y el segundo, en la parte oeste, la parte trasera del edificio que se enfrenta a Dominikanerbastei, se completó entre 1910 1912, siendo adosado al primero.
A pesar de que su estilo difiere notablemente del resto de edificios que lo rodean, el arquitecto tuvo el respetuoso criterio de mantener algunas características del entorno, como volumetría, color y ritmo de vanos.
Interior
Este edificio de planta trapezoidal, desarrollada con armonía alrededor de la sala central, el manejo flexible del espacio, la ausencia de ornamentación y la perfecta integración de dos materiales, el vidrio y el hierro, reflejan claramente el paso de la arquitectura historicista de formas convencionales a la nueva tendencia arquitectónica de la Secesión, arquitectura moderna, Art Deco o el Jugendstil, sin ninguna reminiscencia de estilos históricos, ningún indicio de arquitectura de palacio, ni renacimiento libre, sólo “estilo útil”
Una vez que se suben las amplias escaleras y se atraviesa su fachada cuadriculada, a cuyos lados y sobre la cornisa se ubican las dos estatuas de una mujer alada de 4,5 metros de altura, se accede al impresionante atrio que lleva a la sala principal del banco, un amplio espacio diáfano con 550 metros cuadrados, acristalado, tanto en la pérgola del techo como en su parte inferior y con un novedoso y llamativo suelo también de cristal.
Techo
Se trata de un techo suspendido de placas de vidrio sostenidas por telares metálicos y cables. El armazón que forma la pérgola que cubre el espacio central fue realizado en hierro, formando cuadrículas que fueron cubiertas con cristales, permitiendo la entrada de luz en la sala.
Sobre este armazón se despliega un segundo techo a dos aguas, también de vidrio, que protege la bóveda de la sala principal. La nieve de este techo la quitan unos tubos que suben desde los radiadores de la calefacción.
Suelo
El novedoso suelo fue realizado con piezas de pasta de vidrio traslúcidas que permiten el paso de luz a la oficina de correos ubicada debajo, y que al igual que todos los materiales escogidos por el arquitecto para los espacios de atención a los clientes pertenecen a materiales modernos, funcionales, higiénicos y de fácil mantenimiento.
Exterior
El exterior es diferente a todo lo que Wagner había diseñado hasta ese momento, consiguiendo que se adapte y mezcle con las edificaciones vecinas. El enorme cuerpo horizontal del edificio tiene las esquinas cortadas en los puntos donde se cruzan las calles.
La fachada de cuadrículas da al edificio un aspecto particular que ha recibido numerosos y variados comentarios. El crítico de arquitectura J.Lux dijo al respecto “….el edificio se asemeja a una enorme caja de caudales, cubierta en su totalidad por cabezas de clavos. A pesar de ello no está desprovisto de una cierta monumentalidad y en absoluto de carácter, pues su interior y su objetivo transmite hacia el exterior de forma directa y clara la idea del edificio…..”
Wagner crea un lenguaje a través de los materiales, una sucesión de elementos repetidos hasta el infinito que a su vez crean un punto de referencia para el ciudadano apresurado, como si marcasen su tiempo y su paso. Este hecho es verificable tanto en el exterior, la fachada, como en el interior, el techo y los laterales del módulo central. En la fachada los pernos que supuestamente unen las losas de piedra a las paredes de ladrillo evocan la arquitectura industrial, aunque se trata de un detalle decorativo ya que las planchas fueron unidas con mortero
Estructura
La estructura de la Caja Postal es innovadora, se presenta como una estructura metálica revestida con placas de mármol y apliques de aluminio con forjados de hormigón armado. Las paredes fueron levantadas con ladrillo y luego revestidas.
En el interior no se incluyeron grandes paredes portantes, lo que permitía total flexibilidad para las diversas funciones del banco, iluminados por generosas ventanas.
Materiales
Las dos mujeres aladas ubicadas en la cornisa de la fachada, obras de Schimkowitz, fueron realizadas en aluminio y componen uno de los muchos toques expresionistas del edificio. El aluminio se utilizó en todo el edificio como elemento decorativo, las cabezas de los pernos, los soportes del colgadizo, las acroteras o las guirnaldas. El mobiliario del banco también es diseño de Otto Wagner.
Aluminio
Un motivo fundamental para la utilización del aluminio en los más de 800 picaportes, herrajes, aparatos de alumbrado, rejas de calefacción, radiadores de aire caliente y revestimientos de las pilastras en la sala de ventanillas, era el hecho de que ese material no precisaba limpieza alguna.
La fachada realizada con ladrillos, fue revestida con placas de mármol blanco Sterzinger y granito, fijado mediante pernos recubiertos con aluminio, en total 17.000, la misma técnica utilizada en la Iglesia de San Leopoldo en Steinhof y en el edificio de la presa de Kaiserbad. Las placas de mármol descansan sobre un zócalo de granito cuyas piezas se redondearon todas en la misma dirección y con un pequeño relieve, para de este modo acentuar el efecto de horizontalidad y conferir vivacidad y plasticidad al edificio. La marquesina de metal y hierro que señala la entrada principal está sostenida por columnas de hierro forjado recubiertas de aluminio.
Las paredes interiores tanto de los locales como de las escaleras o los pasillos también están revestidas con mármol. Las escaleras son de hormigón y acero con peldaños de mármol de 3 cm.
Los suelos de la sala central fueron realizados con bloques traslúcidos fabricados con pasta de vidrio y enmarcados con baldosas de granito decoradas con líneas negras, en el resto de los espacios Wagner combinó el mármol con linóleo.
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