Introducción
Ante el desafío de una topografía muy irregular y una restricción de altura de 4m, OMA ha diseñado esta residencia privada que se desarrolla en un espacio por encima y por debajo del suelo. El diseño integrado tiene capacidad para un programa máximo de cuatro dormitorios, cocina, sala de estar, estudio y dos terrazas, con un gesto formal mínimo.
Uno de los aspectos más destacados de un diseño, si no el más importante, es la consideración del contexto y el entorno en el que el diseño propuesto se realizará. En el caso de la Casa en el bosque, también conocida como Dutch House, las condiciones ambientales únicas y la difícil topografía del sitio han dado lugar, por parte del arquitecto Rem Koolhaas, a un diseño con unas interesantes particularidades en respuesta a estos enunciados.
Situación
La vivienda se ubica en a las afueras de una pequeña localidad de los Países Bajos llamada Holten, Holanda , en una parcela de 5.000m2 incrustada en el «beachsand» de oro de un bosque de pinos. Las inestables condiciones de cimentación y las ordenanzas urbanísticas locales que no permitían sobrepasar los cuatro metros de altura sobre el nivel de la carretera de acceso, fueron aspectos determinantes en el desarrollo del proyecto. Por este motivo, parte de la residencia desarrollada por Koolhaas se encuentra por debajo del nivel del suelo, la otra parte por encima.
Características del lugar
Como terminación y frontera final que la aleja del hielo, un terraplén la eleva unos 50m sobre el nivel del mar. Aparte de las condiciones inestables del suelo, el sitio estaba influido por requisitos específicos como las restricciones de altura de 4 m sobre la carretera adyacente y limitación de la superficie edificable, todo ello al tener que ser interpretado literalmente dicta la trama de la longitud y altura del techo. Posteriormente comenzaron las transformaciones del terreno, entre ellas la construcción de un camino que asegurase eficientemente la entrada y salida de los camiones durante la construcción.
Concepto
El programa se resolvió mediante dos piezas independientes, colocadas una sobre la otra, que a su vez disfrutan de momentos de interacción y que están vinculadas por una gran rampa. La topografía del terreno y las normativas urbanísticas fueron determinantes a la hora del diseño.
De ninguna manera esta vivienda es una construcción unificada, el edificio está formado por una serie de elementos que son montados. El enfoque del proyecto era “comprimir al máximo el programa” utilizando una mínima cantidad de gestos formales y Koolhaas hace precisamente esto.
Referencias
Esta casa es la referencia más directa de Koolhaas a la obra de Mies van der Rohe. Aunque a primera vista tiene una semejanza inmediata con la Casa Farnsworth es sólo en un nivel superficial, la lógica de la construcción es muy diferente. Los principios organizativos de la casa Farnsworth unifican todos los elementos de la construcción en una sola forma, en tanto que la Casa en el Bosque es un montaje de fragmentos, no existe un orden unificador. En la motivación del arquitecto tal vez exista también alguna referencia a la VillaTugendhat, aunque ésta también aglutinó el montaje.
Programa
La vivienda debía repartir su superficie entre una sala de estar con una gran cocina, una cocina extra más pequeña, un estudio, un salón, un dormitorio principal con baño y patio, 3 dormitorios más pequeños que comparten 2 baños y un patio, terrazas, garage, 2 salas de máquinas, dos almacenes en el interior de la casa y otras dos fuera.
El arquitecto centró el enfoque de la vivienda en cómo traducir las dos condiciones diferentes de ocupación relacionándola con el lugar específico y el suelo, de manera autónoma y con “momentos” de interacción, comprimiendo al máximo el programa dentro una cantidad mínima de gestos formales.
Koolhaas divide la casa, compensando horizontalmente una planta contra la otra y estableciendo posteriormente dos «contenedores» que forman las residencias individuales, uno para los padres y otro para los tres hijas. Toma prestadas las técnicas de contraste en planificación celular y espacial de la Villa Tugendhat aplicándolas a un simple container.
Espacios
El programa para esta vivienda de 517m2 consistía en dos zonas diferenciadas: una para la pareja, que residía permanentemente en la casa, y la otra para las tres hijas, que visitaban a los padres de forma ocasional.
Nivel 0
En el nivel cero, una pared envolvente y perimetral define la continuidad de las zonas interiores y patios correspondientes a los espacios de vida de las hijas cuando vienen de visita, introvertido y con conexión a tierra.
La residencia de las hijas se basa en un plano celular tradicional. En contraste con el diseño abierto del espacio de los padres, las paredes son en su mayoría elementos sólidos que afirman su posición por debajo del nivel del terreno. Mientras que el movimiento realmente fluye a través de los espacios superiores, los compartimentos paralizados del nivel inferior demuestran como afectan al movimiento las particiones fijas, revalidando la inteligente propuesta de Mies y su planta libre.
La pared circundante de la unidad de las hijas es sólida y continua, se envuelve alrededor de los espacios internos y mantiene la privacidad absoluta. En este nivel cada una de las habitaciones dispone de un patio privado.
Compensando las dos partes de las viviendas, una terraza se expone en el tejado de la residencia de las hijas, haciendo alusión a uno de los “Cinco Puntos” de Le Corbusier. El jardín en las azoteas es utilizado como reclamo a la pérdida de suelo que se pierde dentro de la huella de las construcciones.
Nivel 1
Una cubierta que parece flotar se convierte en el soporte estructural del volumen transparente correspondiente al programa de los padres que establece una relación con el exterior que varía de acuerdo con la función y la orientación de cada uno de los espacios.
La pared contiene todos los elementos funcionales que permiten que el espacio circundante quede libre y abierto dentro de su carcasa de cristal. El contenido de la propia pared está dirigiendo, pero dejando espacio circundante libre dentro de la caja de cristal, físicamente individual, pero visualmente incluido en el sitio. Vidrios con varios tratamientos y matices manipulan esta mutua relación, de acuerdo con el programa y la orientación.
Un punto álgido es el puente basculante y puerta horizontal que aporta espacios de patio y entradas de servicio a los dormitorios de ambas unidades.
Rampa
El nodo de la casa es una rampa central que suministra la conexión visual y funcional entre las dos partes del programa.
El punto en el que los conflictivos planos se juntan es en el corte físico, metafóricamente sirve de punto de unión a muchos niveles, en lo que respecta a la petición de los clientes, como requisito para «evitar la impresión de vacío cuando no hay “clientes en el motel”. Paradójicamente este corte físico es donde se encuentra la reconciliación en un sentido emotivo y literal a través de la precisión geométrica que une los dos «contenedores».
El camino pasa por debajo de la planta principal de las dos cámaras y la entrada se encuentra muy cerca del aparcamiento. Koolhaas incorpora un elemento ingenioso en su composición, un puente levadizo pivotante que da acceso a la zona de servicio debajo y al dormitorio principal de arriba, un piso que actúa como una pared, y viceversa. Las paredes alrededor de la rampa son geométricamente interesantes, en muy pocos puntos no cumplen con los planos perpendiculares entre sí. Los ángulos crean un efecto de empuje-tracción sobre el sentido del espacio, moviéndose de un volumen al otro.
Patios
Aunque ambos volúmenes incluyen un patio exterior, éstos operan a niveles muy diferentes. Dentro de la caja de cristal, el patio se incorpora en el núcleo sólido, introvertido y sólo visible desde dentro de la habitación principal.
En el volumen inferior, tiene la apariencia de otra habitación, otro apartado dentro del diseño de los planos, que proyecta luz a lo largo del único eje interior del salón y en la base del corte físico.
Estructura y materiales
La estructura es de hormigón armado, acero, vidrio, madera y ladrillo.
Para ocultar la “presencia de la ausencia” de las hijas se introdujo una división programática, materializada por la losa, que hace que una de las partes de la casa cuelgue de la otra. Para proteger de la luz el volumen superior vidriado de la casa y controlar también la relación interior exterior se instalaron unas cortinas de malla metálica con una guía por el exterior del cerramiento de vidrio.
Las terminaciones son en cemento blanco y negro, con madera de cedro rojo.
Descripción
Los dos contenedores contrastan en muchos niveles, como un sótano con un volumen acristalado en la parte superior horizontalmente desplazado, los volúmenes se rompen por la «simple secuencia de ligereza y pesadez» de una construcción típica, profesando la villa como un edificio de collage.
A pesar de que en una lectura inmediata de los planos, se hace obvio que Koolhaas no sólo hace referencia al aspecto «caja de cristal» de la Casa Farnsworth, sino que también aplica su principal elemento para definir el espacio, el núcleo, su lógica constructiva es diferente. Su planta libre no incluye una cuadrícula de columnas, las paredes del núcleo se convierten en elementos portantes que funcionan como el principal soporte para el techo plano. El núcleo se convierte, al igual que en su Villa Patio, en el elemento alrededor del cual se irradian los otros espacios funcionales, su posición asimétrica delimita la superficie del suelo en los espacios de vida y servicios.
Esta disposición de columnas que soportan la “caja de cristal” hacen referencia a otro de los “Cinco Puntos” de Le Corbusier, aunque curiosamente Koolhaas termina las mismas a nivel del suelo, liberando el espacio de arriba e interrumpiendo la lógica del sistema Domino lecorbusiano donde los pilote constituyen el marco estructural del edificio. En lugar de ello en la Casa en el Bosque el apoyo de la losa superior depende de varios elementos, entre ellos principalmente el núcleo sólido. En este proyecto Koolhaas repite tres líneas principales de regulación para establecer el diseño de la planta, la casa se organiza a lo largo de una cuadrícula de anchos diferentes, incluso las líneas dentro de las dos viviendas son diferentes entre sí.
En el “container” de los padres el muro cortina de la Dutch House tiene un ritmo irregular en los montantes, diseñado para enfatizar las fronteras invisibles entre los diferentes espacios funcionales.
Detrás de los montantes, Koolhaas hace referencia a las cortinas de seda de la Casa Farnsworth, pero también añade a lo largo de la fachada sur una cortina externa de malla. La cortina funciona principalmente para reducir la ganancia de calor pero también valida aún más su interés por el contraste, que define el umbral entre el interior y el exterior, la disparidad pública y privada y el material, a través de la ligereza de las cortinas de seda y la pesadez de las cortinas exteriores.
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