Castillo de Carcasona
Introducción
El castillo de Carcasona, conocido como el “Palatium”, es una fortaleza defensiva y lugar de resistencia del siglo XII, que fue erigida por los vizcondes de Trencavel, familia poderosa del sur de Francia, vinculada a los condes de Toulouse, y que perdieron su dominio en Carcasona en el curso de las luchas contra las herejías.
En el año 1997 fue declarada por la UNESCO patrimonio de la humanidad.
Recuperación de la ciudad de Carcasona
La ciudad ya existía como centro comercial en el 800 a.c., luego la habitaron los romanos, quienes la fortificaron.
Los Visigodos en el siglo VII la fortificaron aun mejor, rechazando los ataques de los Francos.
En el año 725 fue tomada por los musulmanes hasta el 759.
Desde 1067, por unión matrimonial, pasó a pertenecer a Ramón Bernardo Trencavel, vizconde de Albi y de Nimes. Los Trencavel construyen el castillo.
En el siglo XIII la ciudad se encuentra en la cruzada contra los albigenses, así es como Trencavel es derrotado. Los nuevos habitantes amplían las fortificaciones y Carcasona se convirtió en una ciudadela de la frontera entre Francia y la Corona de Aragón.
La ciudad pasó definitivamente a control franco en 1247. Luís IX de Francia, llamado San Luís, fundó la ciudad nueva al pie de la colina.
Durante la Guerra de los Cien Años, el príncipe negro (1355) logró tomar la ciudad baja, no así la ciudad alta, que seguía siendo inexpugnable.
La fortaleza de Carcasona llegó a estar tan abandonada y deteriorada que se realizó una campaña para preservar la ciudad como monumento histórico. Para tal fin en 1849, el arquitecto Eugéne Viollet-le-Duc realizó el proyecto de renovación de la ciudad.
Con una muralla de piedra en forma de anillo doble y 53 torres, la primitiva ciudad, se levanta al oeste del río Aude. En la otra orilla, abajo, se alza la ciudad nueva, la Bastida, de traza rectilínea. En la vieja ciudadela, viven hoy un centenar de personas.
Situación
El Casillo está ubicado sobre una colina en la ciudadela medieval de Carcasona, sobre el oeste del promontorio rocoso del cinturón antiguo de la ciudad, y sobre tres de sus torres, las de Chapelle, la Poudre y la Pinte. Es una de las fortalezas más impresionantes del sur de Francia.
La fachada exterior da a la orilla del río Aude y domina la ciudad nueva, la Bastida.
La ciudadela conserva una doble línea de fortificaciones: la interior de 1200 m (del S. IV-VI) y la exterior de 1500 m (del S. XIII).
Concepto
El castillo toma sus formas y posición de la necesidad de ser un elemento seguro, fortificado y capaz de recibir ataques sin sucumbir a ellos.
Se trata de una fortaleza dentro de otra fortaleza que es la propia ciudad, ya que ambos cuentan con sus propias murallas y torres de vigilancia y defensa.
Estructura
Durante la época de dominio real francés, entre 1228 y 1239, el castillo fue completamente rediseñado a fin de convertirse en una fortaleza dentro de la ciudad.
Se construyeron varias estructuras. Una barbacana con un camino de ronda y una muralla de parapeto merlonado vigilaba la entrada del castillo, justo antes del foso que rodea completamente la pared interna. La puerta de entrada al castillo, enmarcada por dos torres, con matacán, sólo es accesible por un puente con una parte fija de piedra seguido por una parte levadiza impulsada por contrapesos.
Las murallas sustituyeron a la empalizada original y rodeaban completamente los edificios.
Puerta del castillo
Al final del puente de piedra, dominando los fosos, la puerta al castillo y único punto de acceso, está flanqueada por dos torres gemelas que defienden la entrada al patio principal. Probablemente data de los años 1230-1240.
Espacios
El castillo de Carcasona, de planta cuadrangular, se encuentra rodeado por un doble recinto que quizá se remonte al primer cuarto del siglo XIII y que se erigió a partir de una muralla antigua.
El castillo está constituido por dos cuerpos de edificio formando una L y dominado por una atalaya, la torre Pinte. En la zona norte se encuentra una capilla dedicada a María, en la que se observa el ábside de la época románica. Sólo una empalizada separa el castillo del resto de la ciudad amurallada.
Matacanes
Galerías de madera que permiten lanzar proyectiles diversos sobre los asaltantes. Se pueden contemplar desde 40 metros de altura por encima del patio y desde las dos murallas del cinturón del castillo.
Barbacana del castillo
De forma semicircular, es la puerta de acceso al castillo, se abre ante un ancho foso atravesado por un puente de piedra.
Torres
En las murallas del castillo se levantan nueve torres, siendo dos de ellas las más altas de la ciudad, la torre de la capilla y la torre Pinte, de la época visigoda.
El resto de las torres se construyeron a lo largo del XII y son idénticas tanto por dentro como por fuera: constan de cuatro plantas, incluyendo la planta baja.
En la planta baja y primer piso los techos son abovedados, mientras que en los pisos superiores son planos. La comunicación entre las plantas se hace a través de agujeros en los techos que sirven de portavoz entre las mismas.
Torre de la justicia
Construida en el lugar de otra torre galo-romana, sirve de prisión a la Inquisición. La sala del primer piso, de bóveda ojival, presenta unos ganchos de los que colgaban, en sacos de cuero, los archivos de la Inquisición.
Gran torre románica
Permite unir el palacio de los vizcondes de Trencavel a la torre vigía, llamada la torre Pinte. Sólo se puede acceder a ella por los edificios colindantes.
Torre Pinte
Domina el castillo. Torre de vigilancia rectangular dividida en pisos a los que se accede mediante escaleras.
Torre cuadrada del obispo
La torre del obispo tiene forma cuadrada, con la particularidad de estar a caballo entre los dos cinturones, cortando ambos corredores de maniobra.
Torre de la Inquisición
La torre de la Inquisición, construida delante del Palacio episcopal, es redonda. Debió ser una sala de guardia antes de convertirse en prisión.