Arquitecto
Diseñado en
2001
Año de Construcción
2003-2005
Área del terreno
6.076 m2
Área construida
25.185 m2
Volumen
69.240 m3
Coste
24.000.000 €
Ubicación
Schlachthausgasse, Viena, Austria

Introducción

A partir del cierre del Hospital de niños del Tercer Distrito de Viena en 1998, las autoridades municipales buscaron alternativas para una nueva intervención en el área que quedaría vacante. Por este motivo, convocó un concurso de arquitectura, del cual resultó ganador el estudio Coop Himmelb(l)au.

En las bases del concurso se destacó que debía tratarse de una intervención urbana y arquitectónica sumamente respetuosa del lenguaje formal circundante.

Si bien esta no es una característica muy común en la obra deconstructivista del estudio, en este caso se planteó un proyecto acorde a las necesidades del concurso.

Situación

El complejo se ubica en Schlachthausgasse, el céntrico Tercer Distrito de la ciudad de Viena, a dos kilómetros del casco histórico de la capital austríaca.

Está implantado en una manzana atípica, angosta, triangular y con vértice muy agudo. De un lado hay una calle de intenso tránsito vehicular y peatonal, la Schlachthaus, y del otro, la diagonal Klein, tranquila, arbolada y lindante con un parque. Por otra parte, la calle Schlachthaus baja en pendiente hacia el río Danubio.

Sobre la calle Schlachthaus se encuentran los accesos al edificio.

Concepto

El conjunto remeda un objeto emblemático de la primera modernidad como es el ferrocarril, mediante una sucesión lineal de edificios y bloques. Al estilo de los tranvías eléctricos y troleys que recorren la histórica ciudad de Viena, el conjunto se implanta como la formación de un tren con su locomotora, vagones y furgón.

La proyección escultural de todas estas piezas arquitectónicas pintadas de rojo ratifica la idea fuerza de la formación de un viejo tren. Casi un juguete mecánico, con sus chimeneas coloridas y el chirriar alegre de pistones, palancas y engranajes, como los tranvías que circulan por la Schlachthaus.

Espacios

La referencia al ferrocarril que hace el conjunto es posible, en gran parte, gracias a su implantación sobre una manzana atípica. En el vértice agudo se localiza un bloque de viviendas encerrado en una jaula de hormigón con barras inclinadas en distintas direcciones. Estos elementos ornamentales parecen posarse sobre el suelo como las patas de un gran insecto o de un módulo lunar. Pero, además, el dinamismo de esta pieza parece traccionar al resto del conjunto como una locomotora a los vagones. Detrás, se alinean módulos que albergan las funciones de vivienda, primero, y oficinas, más atrás, en una alternancia de volúmenes inclinados y rectos, cóncavos y convexos, que se proyectan en voladizo y permiten identificar desde el exterior a las distintas actividades y sectores del complejo, además de optimizar el aprovechamiento de la luz natural.

Esta diversidad de volúmenes recuerda, a su vez, la pluralidad de construcciones de una manzana normal, como de hecho lo son las dos calles que delimitan la obra.

Una de las prioridades del proyecto fue conservar los añosos árboles existentes. Por este motivo, los volúmenes se dispusieron en forma paralela a la calle Schlachthaus, respetando la línea de edificación de las cuadras aledañas y dejando libre el área verde, que se va ensanchando, delimitada por la diagonal Klein, y queda aislada acústicamente del bullicio de la otra calle por la construcción misma.

Los balcones de las viviendas y un gran mirador en el sector de oficinas se orientan en contra frente sobre la diagonal.

En los bloques de viviendas, que suman 82 unidades, la disposición de los volúmenes responde a cierta tradición vienesa de generar contrapuntos en una volumetría uniforme de viviendas colectivas a través de grandes cajas prismáticas verticales que contienen los núcleos de servicios y de circulación vertical.

La actitud vanguardista y deconstructivista que caracteriza al estudio es más visible en el sector de oficinas. Este bloque se define por una planta simétrica organizada alrededor de un gran foyer libre sobre el cual se erigen un auditorio y un mirador. Este elemento se encuentra en voladizo y se distingue por su color rojo. Por otra parte, en este bloque se sacó provecho de la pendiente de la calle Schlachthaus hacia el río Danubio, para que los accesos vehiculares, subterráneos en el sector residencial, queden al mismo nivel de la calzada en el sector destinado a oficinas.

El foyer funciona como distribuidor de las circulaciones. De él se eleva una amplia escalera que conduce hacia el auditorio, en el primer piso, y hacia el mirador, en el segundo piso, desde donde se accede también al sector pullman del auditorio. La gran amplitud de estos espacios internos, impensada por la estrechez del conjunto edilicio y de la manzana donde está construido, genera uno de los contrastes más notables de la obra.

Planos

Fotos