Arquitecto
Decorador
Louis Majorelle
Año de Construcción
1896
Pisos
5
Ubicación
Lourdes, Francia

Introducción

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Lourdes se convirtió en una ciudad famosa a raíz de la aparición de la Virgen María a Santa Bernadette en 1858. Debido a aquel suceso la ciudad empezó a cambiar para ser capaz de acoger a los peregrinos que se acercaban a visitarla. Se limpió la Gruta de Massabielle (donde tuvo lugar la aparición de la Virgen), se abrió la explanada, se ensancharon las calles, se modernizó el alcantarillado de la ciudad y se construyeron iglesias, hoteles y hostales.

El Grand Hotel Moderne, de cuatro estrellas, fue construido por encargo de Jean Soubirous (primo de Santa Bernadette Soubirous) y de su mujer Benoite Toulet en 1896. Para su construcción se escogió al arquitecto más prestigioso del momento, Jean-Marie Lacrampe, responsable también de otras obras emblemáticas de Lourdes como el ayuntamiento, las rampas que conducen a la Basílica de la Inmaculada Concepción y el Castillo Soum. Lacrampe era conocido como “el arquitecto de la ciudad” ya que además había construido la escuela de San José, la escuela de Auzon Honoré y una villa privada en la ciudad. Más tarde, y por insistencia del ayuntamiento y bajo la supervisión de la École des Beaux-Arts de París, Lacrampe abrió su propia escuela de diseño y cantería.

El hotel debe su sobrenombre “Le Moderne” al hecho de que en el momento de su abertura al público éste era el único establecimiento de este tipo en la región que contaba con ascensor en cada planta, cuartos de baño, con agua caliente, privados para cada habitación y teléfonos en cabinas individuales. Desde el primer momento el hotel tuvo como clientes a dignatarios y aristócratas que buscaban un lugar elegante y cómodo en el que hospedarse durante sus visitas a Lourdes.

En 2007 el edificio fue comprado por la familia Tadesco, que quería renovarlo y darle una segunda juventud. Hoy en día aún son los dueños del hotel. Los trabajos de rehabilitación, que costaron entre 1,5 y 2,7 millones de euros, incluyeron la limpieza de la fachada barroca, la modernización de todas las habitaciones y la restauración de los trabajos en madera de la escalera principal del hotel y del comedor, hechos originariamente por el diseñador de estilo art nouveau Louis Majorelle.

Ubicación

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El Grand Hotel Moderne se sitúa en el 21 de la Avenue Bernadette Soubirous, Mihas, en Lourdes, Francia. El hotel se encuentra tan cerca del Santuario de Lourdes que desde muchos de sus balcones se tienen vistas de éste. Especialmente bonitas son las vistas del santuario iluminado de noche y de las procesiones que se realizan en él con los fieles portando velas. Dado su emplazamiento céntrico en la ciudad, desde el hotel se puede llegar con rapidez a diferentes puntos de interés, tales como el Musée du Gemmail y el Musée de Cire de Lourdes (a 350 metros) o el Pic du Jer (a 1,6 km) entre otros. A diez minutos en coche (15 Km) se encuentra el aeropuerto de Tarbes Ossun Lourdes.

Concepto

Dado que los promotores del proyecto eran familiares de Santa Bernadette, desde un principio quisieron que el hotel fuera “el más bonito de la ciudad”. Para lograrlo le encargaron la obra al arquitecto más importante del momento, Jean-Marie Lacrampe.

El estilo del Gran Hotel Moderne es similar al de los castillos construidos durante la época de Luis XVI. Su arquitectura barroca clásica francesa presenta en este caso muros curvos y bien trabajados. Los balcones son de piedra tallada con formas elegantes y colores brillantes. En la fachada del hotel destacan los trabajos en piedra con motivos florales y de fauna, de ángeles y de leones. El panel que contiene la inscripción “HM” sigue sirviendo hoy como presentación del establecimiento, el Hotel Moderne.

Espacios

Los detalles más espectaculares del edificio son la escalera circular de madera del vestíbulo y los techos del comedor. El hotel también cuenta con numerosos objetos del siglo XIX como porcelana, platería, litografías y muebles varios. El establecimiento ofrece también instalaciones para reuniones de negocios, además de ofrecer una serie de excursiones preparadas que los huéspedes pueden contratar.

Programa

  • 110 habitaciones: individuales, matrimoniales, dobles, triples, cuádruples, para familias, habitaciones interconectadas, habitaciones preparadas para personas con movilidad reducida, cinco suites.
  • 1 restaurante: Le Majorelle
  • 2 comedores
  • 1 bar
  • 1 Gran salón
  • Salones privados para celebrar reuniones: capacidad máxima de 200 personas.

Interior

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Los interiores del hotel también se caracterizan por su estilo barroco que se ha querido conservar en su restauración para que luzca hoy en día tan bien como lo hiciera antaño. El interior del edificio transporta a los huéspedes al ambiente de la “Belle Époque”, la época dorada de finales del siglo XIX hasta la Primera Guerra Mundial. El estilo decimonónico se puede apreciar en los bellos revestimientos de madera, la delicada ornamentación de los techos y los coloridos mosaicos que componen el suelo de las diferentes estancias del edificio.
La decoración e interiores del hotel corrieron a cargo de Louis Majorelle (1859 -1926), uno de los diseñadores y artistas más importantes del estilo Art Nouveau francés. Este artista era hijo de un fabricante de muebles y recibió formación de pintor en la École des Beaux-Arts de Paris en 1887 de mano de Jean-François Millet.

Majorelle usó especialmente maderas granuladas y exóticas, como la caoba. Un gran ejemplo de ello lo encontramos en la espléndida escalera principal del Gran Hotel Moderne. Ésta puede considerarse una gran obra maestra del siglo XIX en la que destacan los patrones de madera en espiral que recorren la escalera.

Las habitaciones

Para conseguir gran cantidad de luz natural en las habitaciones el edificio se diseñó con techos y ventanales altos. Las habitaciones cuentan con mobiliario de estilo Luis XVI y baños de mármol italiano. Casi todas las habitaciones disponen de balcón.

El restaurante

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El restaurante del hotel debe su nombre precisamente al interiorista Louis Majorelle. Se lo bautizo así para rendir homenaje al artista por el gran trabajo que hizo en este proyecto. El restaurante tiene un ambiente cálido e íntimo gracias a los materiales utilizados en su interior. Cabe destacar los ricos revestimientos de madera, los complicados diseños del pavimento de madera y los detalles inspirados en la naturaleza: tallos de plantas, nenúfares y sarmientos. El salón también debe su esplendor a las grandes columnas de mármol que contiene que aportan un punto de contraste entre su robustez y la delicadeza de los demás detalles de la decoración. Entre el elegante mobiliario se encuentran antiguas sillas de madera hechas a mano, mesas doradas y telas de rico estilo Luis XVI. El restaurant sirve platos de cocina francesa e italiana en su refinado ambiente.

Materiales

La piedra utilizada para este proyecto proviene de las canteras de Lourdes. La calidad, tanto de los materiales como de la puesta en obra, fue supervisada por el mismo arquitecto, Jean-Marie Lacrampe.

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