Arquitecto
Año de Construcción
1959-1965
Ubicación
San Diego, California, Estados Unidos

Introducción

El Instituto Salk de Estudios Biológicos es posiblemente el edificio más poético y más importante de Louis Kahn en Estados Unidos.

En 1959 Jonas Salk, fundador del Instituto Salk, buscaba un arquitecto adecuado para diseñar su nuevo Instituto de Estudios Biológicos en San Diego, California. Un amigo de Salk asistió a una conferencia de Kahn y le sugirió a Salk que podrían gustarle sus ideas sobre arquitectura. Cuando Salk y Kahn se encontraron, se dieron cuenta de que tenían intereses intelectuales parecidos, y Kahn fue contratado. Salk no facilitó ningún programa formal, sino que éste surgió de su conversación con el arquitecto, en la que le expuso como concebía el centro.

Kahn realizó numerosas propuestas para su plan maestro antes de decidirse por la versión desarrollada. No obstante, en 1965, el coste de la construcción había excedido los 14 millones de dólares, el plan maestro no se había terminado y faltaban por construir las viviendas del personal así como otras estructuras auxiliares.

El compromiso que Kahn y Salk contrajeron al principio del proyecto proporciona una plantilla concisa a partir de la cual puede concluirse el plan maestro a medida que el instituto crezca en escala y majestuosidad.

Ubicación

Situado en La Jolla, California, Estados Unidos, sobre un acantilado que domina el océano Pacífico.

El ayuntamiento de San Diego proporcionó el terreno para el Instituto. A Salk le ofrecieron varias ubicaciones entre las que escoger y se llevó a Kahn con él para que le ayudara a elegirla. El lugar escogido es un sensacional terreno situado en un acantilado de la costa en la zona de La Jolla.

Concepto

El proyecto no contó con un programa formal inicial sobre el que trabajar sino que fue surgiendo de las conversaciones entre cliente y arquitecto. Este buen entendimiento entre ambas partes ha sido sin duda uno de los factores fundamentales que han permitido que esta obra sea considerada de las más importantes de Kahn; en ella tuvo prácticamente total libertad para expresar sus ideas.

Kahn consiguió persuadir al cliente de que era necesario crear dos entornos físicos separados, uno para el reino conceptual del intelecto y otro para el reino procesal de la investigación empírica: el primero formado por células de estudio bien amuebladas frente a un patio comunal interior y el segundo un espacio de galería con buenos servicios.

Proyectos

El proyecto del Instituto Salk pasó por tres fases en las que el arquitecto buscó diferentes diseños para llevar a cabo lo mejor posible la forma ideada por él y Jonas Salk desde el primer momento.

Primera fase

En la primera fase del proyecto, Kahn diseñó unas torres en las que estarían los laboratorios. También colocó un edificio conocido como Meeting House, un lugar donde se organizasen reuniones, donde hubiese una cafetería y otros servicios. Habría una sala de ocio en la que los trabajadores se relajarían, colocada en la parte alta de los acantilados, al igual que los anteriores edificios, y por último un conjunto de viviendas colocadas en la parte baja del acantilado. Estos cuatro edificios estarían separados unos de otros, comunicándose mediante unos deambulatorios exteriores.

Segunda fase

En la segunda fase del proyecto, Kahn redujo la altura de los laboratorios, les dio más superficie y los dividió en tres pabellones.

La Meeting House, las salas de ocio y las viviendas también se plantearon, colocadas en los mismos lugares que en la primera fase.

Los laboratorios, la Meeting House y las salas de ocio estarían comunicados mediante deambulatorios exteriores. Kahn decía que los científicos necesitaban lugares para descansar del trabajo y relajarse hablando de otros temas. Es por estas razones por las que diseñó la Meeting House, las salas de ocio y una serie de pequeños estudios situados junto a los laboratorios. Estos espacios tenían una dimensión formal distinta a la de los espacios de trabajo, los estudios tenían moqueta y madera, mientras que los laboratorios tenían vidrio y metal. Estas salas están presentes en todas las fases del proyecto.

En esta fase, los laboratorios tenían cuatro plantas: la primera y la tercera estaban destinadas a los laboratorios propiamente dichos y la segunda y cuarta eran pisos de tan poca altura que en ellos se tenía que estar a gatas. Servían para albergar las instalaciones y materiales almacenados. Esta distribución del espacio se puede interpretar como la disposición de las torres perimetrales del edificio de los Laboratorios Richards giradas 90 grados. Rodeando a los laboratorios, y a la altura de la segunda y cuarta plantas estaban los estudios, unas habitaciones de tamaño medio destinadas al descanso de los trabajadores.

Tercera fase

La tercera fase del proyecto fue la definitiva. En ella, los laboratorios se distribuyen en dos bloques separados por una plaza. En esta fase hay tres plantas para los laboratorios y otras tres entreplantas situadas entre medio de las anteriores que albergan las instalaciones. Estos pisos son más altos que los diseñados en la segunda fase, de modo que por ellos se puede andar de pié, aunque su uso sea el mismo.

Espacios

Exterior

Canal de agua que discurre por su plaza central

Patio

La estructura posee un patio exterior que evoca la majestuosidad de una catedral y presenta elementos sencillos, tales como un estrecho canal de agua que discurre por su plaza central y que baja en cascada hasta una serie de estanques inferiores. Las proporciones de este patio exterior, su anchura en contraste con la altura vertical de las torres de estudios adyacentes, crean una bella escala de carácter intemporal.
Este patio es quizás, lo principal del proyecto, en cuanto a estética, materialidad, composición, relación con el entorno y técnica.
En el centro de la plaza y atravesándola, Kahn diseñó un canalillo de agua que, dirigiéndose hacia el mar, culmina en una fuente de gran tamaño situada en una terraza ubicada en el lado sur y dos o tres metros más baja que la plaza. El recorrido de agua ayuda a romper con la dureza de la plaza a la vez que marca un eje de simetría del proyecto. Este recorrido comienza en una fuente de mármol travertino, y cruza la plaza por una pequeña canaleta, para decantar en una piscina en un nivel un poco más bajo. Esta piscina rebalsa a una gárgola de mármol, y cae en un drenaje entre 4 cubos de mármol.

En este patio hay unas escaleras que bajan desde la plaza y unos bancos de travertino con un curioso diseño. Desde esta terraza se pueden contemplar unas esplendidas vistas del océano Pacífico.

Torres

Las torres de estudio dispuestas de forma simétrica, que se alzan a cada lado del patio, presentan paredes en ángulo de 45º que permiten unas vistas espectaculares.

Estos elementos verticales de cuatro pisos con aspecto de pabellón están conectados con los edificios de mayor tamaño de los laboratorios, que demarcan los límites de este gran complejo.

Interior

El inmueble está compuesto por dos bloques separados por una plaza sin vegetación.

Está formado por los laboratorios, estudios, bibliotecas y oficinas de las entradas. La separación de las instalaciones respecto a las salas de laboratorio es una de las características de la arquitectura de Kahn presentes en este edificio.

Estudios

Los estudios están dispuestos en la fachada de cada bloque de laboratorios que miran a la plaza, están a la altura de las dos entreplantas superiores, tienen forma de pico y un ventanal en cada uno de ellos que mira al mar. Al estar las tres plantas del laboratorio a distinto nivel que las dos de los estudios, entre ambas partes hay una separación ocupada por escaleras y ascensores.

En los espacios creados por los laboratorios, los estudios y escaleras son pequeños patios en los que hay bastante sombra, y todos ellos están comunicados. Los dos pisos en los que están los estudios están separados del suelo y entre sí por dos terrazas exteriores que comunican con las escaleras de acceso y ascensores, también exteriores.

Estos estudios privados para los científicos, están hechos en madera, dentro del volumen de hormigón dentado.

Laboratorios

La primera planta de laboratorio y la primera de entrepiso de instalaciones son subterráneas, las cuales tienen ventanas y puertas exteriores en una sucesión de patios ingleses, con un muro de contención, ubicados en las dos fachadas opuestas a la plaza central. Dichos patios se forman con unas pequeñas torres perimetrales que albergan instalaciones y escaleras, las cuales en cierto modo son residuos de las de los Laboratorios Richards.

En el extremo norte de cada bloque de laboratorios hay un espacio con oficinas y una de las entradas al edificio. En el extremo sur de cada bloque, que es el que mira al mar, hay una zona destinada a las bibliotecas.

Estructura

Las vigas de los forjados de las plantas de laboratorios son de enorme tamaño, tienen cada una de ellas una estructura que deja grandes huecos, están atirantadas y apoyadas sobre dos soportes de plomo que las permite “botar” para que sean flexibles y así resistir mejor los terremotos, ya que California está en una zona de gran actividad sísmica.

Estas grandes vigas corresponden a los entrepisos de instalaciones, fueron ideadas por Kahn y diseñadas por Komendant.

Materiales

El encofrado altamente controlado del hormigonado in situ crea una elegante modulación de superficies que a veces se yuxtaponen con paneles de madera de teca, dando escala al patio así como un sentido de grandeza monumental a todo el complejo.

Las fachadas son de hormigón vertido, ya que éste es más flexible y resiste mejor a los seísmos. Contiene también puzolana y está tintado de color lavanda, una tonalidad que rosea en el atardecer y amanecer. Para evitar grietas que se podrían formar en el hormigón durante su fraguado a causa del seco clima de California, Kahn diseñó unos encofrados especiales para aminorar este problema. En la textura del hormigón se aprecia perfectamente que las marcas de los encofrados están casi intactas, lo cual da idea de la calidad del material.

En un principio, Kahn diseñó la plaza central con árboles y vegetación, pero prefirió encargar el diseño del jardín de ésta al prestigioso arquitecto mexicano Luis Barragán. Él, al ver las fachadas de hormigón no dudó en poner en toda la plaza un suelo de travertino del mismo color que el edificio, diciendo que sería “una quinta fachada en el suelo”. Hay unas hileras de árboles en la entrada principal de los laboratorios, pero en toda la plaza no hay nada de vegetación.

Las fuentes son de mármol, al igual que todos los conductos de agua existentes en la plaza.

La madera de los estudios es teca, bastante sensible a las inclemencias medioambientales.

Los laboratorios tienen unos ventanales de vidrio y un pasillo exterior que transcurre entre éstos y los patios interiores formados por los estudios. Las escaleras y la estructura de los ascensores son de hormigón y, al ser exteriores, el acceso a los laboratorios se hace mediante un puente que comunica al pasillo que da a la entrada.

Video

Planos

Fotos