Abadía de Cluny
Introducción
Durante el siglo IX al XIII, el movimiento benedictino, basado en la estricta observación de la regla de San Benito de Nursia: “orar lejos del mundo y vivir del trabajo propio” elaborada en Montecassino hacia el año 534, vivió una época de apogeo.
El cristianismo se propagó por los caminos naturales de Francia. En el año 909, se fundó en Cluny (Borgoña) la orden clunicense, cuya expansión influyó de modo enorme en la cultura y arquitectura románicas. Así es como Odilón en la primera mitad del siglo XVI viajaba de abadía en abadía extendiendo la depuración y el respeto de la disciplina benedictina. El centro más importante de este periodo es la abadía borgoñona de Cluny, la cual creó una estructura de dependencias monásticas que impulsaron la difusión del arte románico por todo el mundo.
La Orden de Cluny alcanza una absoluta independencia respecto de cualquier poder laico o eclesiástico. Esta independencia se debe a que el abad Bernon exigió el derecho a deber obediencia sólo al Papado y responder de sus actos únicamente ante el Papa, lo que le permitió una gran cantidad de privilegios y de donaciones, saltándose la autoridad de señores feudales y obispos. Con esta libertad de acción, la abadía tomó parte en decisiones de ámbito social, político, económico e incluso militar en los distintos reinos europeos.
La Orden de Cluny contribuyó decisivamente al esplendor del arte románico y sirvió como foco irradiador del mismo, iniciando además una reforma monástica que alcanzó a todo el continente europeo.
Hoy día, sin embargo, apenas queda nada del impresionante complejo monástico cluniacense, se conserva una pequeña parte del conjunto arquitectónico original, con la iglesia mayor y el ala sur del crucero; ya que a partir de 1790, con la Revolución Francesa, los propios habitantes de Cluny fueron desmantelando poco a poco el monasterio.
Situación
Desde Tournus, siguiendo las dilatadas extensiones de colinas calcáreas de la región de Mâcon, los caminos conducen a Cluny, Francia, pequeña comunidad a orillas del Grosne, que fue fundada por el Duque Guillermo de Aquitania.
Concepto
El rey Guillermo de Aquitania cede unos terrenos de la Borgoña francesa al monje Bernon para fundar un monasterio: la Orden benedictina de Cluny.
El arte clunicense, a través de la importante mole del Mont-Saint-Vincent y de las pistas abiertas en las explanadas forestales de Autun, se inspiro por la iniciativa del constructor Etienne, en la arquitectura de la Iglesia de Saint-Lazare.
El siglo XI fue el de máximo esplendor para la Orden, pronto la abadía fue quedándose pequeña para la gran cantidad de monjes que albergaba y comenzó a fundar prioratos y a ampliar sus propias instalaciones. Surgirán así Cluny II, construido por el abad Majolus en torno al año 970, y sobre todo la impresionante abadía de Cluny III, iniciada por Hugo el Grande y terminada a mediados del siglo XII por el abad Pedro el Venerable.
Para entonces la abadía se había convertido en un poderoso imperio monacal de increíbles proporciones que sólo debía obediencia al Papa y actuaba como intermediaria en grandes conflictos entre monarcas y entre estados.
Durante su mayor apogeo, extendió su poder en Francia, Alemania, Italia, Gran Bretaña y en la Península Ibérica.
Espacios
Abadía
El monasterio se expandió en torno al claustro, espacio cuadrado abierto con jardín central y una galería abierta que facilita el acceso a las estancias.
En el ala norte, la galería del claustro se comunica con la iglesia y en las tres restantes se abren distintas dependencias como la sala capitular, el refectorio y las estancias administrativas.
En el piso superior del claustro se ubican los dormitorios de los monjes, que comunican por una escalera con el transepto de la iglesia. Otras dependencias: Esta distribución es variable según el territorio, el clima, el número de monjes y la riqueza de la comunidad.
Otras dependencias como la casa de Abad, la escuela de novicios, el almacén, la bodega, los establos, la hospedería de peregrinos, el huerto y el cementerio.
Cluny I – Cluny II
La vida litúrgica del siglo XI se desarrollo en la iglesia en el 948; con nave basilical sin bóveda y rodeada por naves laterales; su longitud de siete bovedillas se cortaba por un transepto estrecho pero ampliamente saliente, y en los extremos de cada uno de sus brazos se abría un absidiolo semicircular.
El coro, de profundidad, se componía de una parte recta hipóstila y de un ábside semicircular, flanqueado por dos absidiolos enclavados exteriormente en unas paredes rectilíneas.
Entre las naves laterales del coro que conducían a estas capillas, y los absidiolos más alejados de las crucetas, había dos largas salas rectangulares divididas interiormente, que mediante estrechos pasillos, solo comunicaban por una parte con las crucetas y por otra con el santuario.
Los absidiolos de forma escalonada.
El Nártex precedía la nave, enmarcados por torres de la generación siguiente. Más tarde se agrego un claustro.
En el siglo XI la iglesia de Saint-Pierre-le-Vieux, de 50 m de longitud, resultaba pequeña, por lo que se edificó en su flanco norte, una iglesia abacial, cuya amplitud sobrepaso a cuanto se había hecho en occidente: Una nave larga de 11 bovedillas, rodeada de dobles catedrales que atenúan su longitud, sus dos transeptos y su deambulatorio con absidiolos radiales.
Cluny III
En el 1088 se construye Cluny III sobre los cimientos de las Iglesias abaciales de Cluny I (Odón) y se Cluny II (Mayeul). Ya que eran muy pequeñas para la comunidad de los monjes.
La Iglesia de Cluny, con planta de cinco naves en el cuerpo principal de la iglesia, posee crucero doble, dándole a la planta forma de cruz arzobispal. Lo precede un atrio ó pórtico de tres naves de 187 m de longitud, con doble crucero, 6 campanarios ó linternas y 12 capillas en el ábside. El santuario estaba rodeado de una girola con cinco capillas absidales.
Tan colosal proyecto, 100 años más tarde, empezó a debilitarse en el aspecto financiero, y su poder empezó a caer a medida que se dispersaba por Europa más de 1000 ordenes, que con el tiempo dejaron de depender de la casa madre, haciéndose cada vez mas autónomos.
Estructura y Materiales
Cluny III
La nave mayor se cubría con bóveda de cañón con arcos dobleros apuntados y las naves bajas con bóveda de arista.
Basílica escalonada, donde la luz llega a los tres niveles. Los arcos ojivales y el muro por encima, fueron tratados como una “pantalla de esqueleto”, entre las semi-columnas adosadas que sostenían los arcos transversales de la bóveda de cañón corrido.
El clerestorio, con tres ventanas en cada crujía, y los fustes de los apoyos principales estaban divididos en tres elementos superpuestos.
El crucero, de gran iluminación, por sus numerosas ventanas, estaba constituido por tres bóvedas cilíndricas.
Al introducirse un segundo crucero, se aumentaron las proporciones del presbiterio que constituyó una estructura centralizada independiente.
La fachada occidental de la iglesia tenía en el centro un profundo portal retirado, siendo el primer ejemplo que luego se convertirá en un rasgo característico de las catedrales góticas.