Aeropuerto de Ezeiza
Introducción
El Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini, conocido comúnmente como Aeropuerto de Ezeiza, es la Terminal aérea internacional por excelencia de la República Argentina. Lleva su nombre en honor al principal impulsor del proyecto.
Fue inaugurado oficialmente el 30 de abril de 1949, durante la primera presidencia de Juan Domingo Perón. En su momento, fue el aeropuerto más grande del mundo. Actualmente, concentra el 85% del tráfico internacional de Argentina, al que se dedica casi en forma exclusiva, puesto que los vuelos de cabotaje y hacia los países limítrofes utilizan preferentemente el céntrico Aeroparque Jorge Newbery.
En 1998, Aeropuertos Argentina 2000 se hizo cargo del aeropuerto, en el marco de la privatización del Sistema Nacional Aeroportuario.
La ampliación y renovación estuvo a cargo del estudio M/SG/S/S/S Arquitectos.
A partir de la adjudicación se trabajó en la elaboración del programa con la colaboración del SEA de Milán, integrante del grupo concesionario de 32 aeropuertos de la Argentina.
En la 12va. Edición del World Travel Awards (2005) que se realizó en Londres, fue distinguido como el mejor aeropuerto de Sudamérica.
Actualmente, junto al Aeropuerto Internacional de Guarulhos de San Pablo (Brasil), tiene el privilegio de ser los únicos aeropuertos latinoamericanos conectados con cinco continentes: África, América, Asia, Europa y Oceanía.
En 2008, con una inversión de 400 millones de dólares, comenzó una nueva ampliación de 160 mil metros cuadrados sobre el sector de plataforma. Se prevé su inauguración para 2012.
Situación
Se ubica en Ezeiza, provincia de Buenos Aires, en las afueras de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Se puede acceder en vehículo privado por la autopista Riccheri o en autobús, en las líneas 8 y 51 que llegan hasta el interior del predio.
Concepto
Una terminal aérea es un edificio emblemático. Allí, el visitante recibe la primera imagen del país. En la primer remodelación de 1998, la premisa fundamental fue generar este cambio a partir de presentar por delante del edificio existente y a lo largo de la vialidad una nueva arquitectura cuya solución tecnológica estuviera acorde a los tiempos y a los requerimientos espaciales de un aeropuerto internacional.
La propuesta plantea la limpieza espacial de la Terminal, eliminando la polución visual existente.
La articulación de piezas arquitectónicas importantes se ha realizado con el objetivo de mejorar los movimientos y acentuar las direcciones de circulación que deben tomar los pasajeros.
Las ideas arquitectónicas estiman la necesidad de una operación sin pausa de la Terminal, enfatizándose la idea precisa del cambio de imagen en corto tiempo. Fue un concepto primordial para el desarrollo del proyecto la imposibilidad de reducir la funcionalidad de la Terminal en más de un 25%, como lo establecen las normas internacionales. En base a esta premisa fue necesario pensar en la comodidad del pasajero durante la realización de la obra, tratando de que la misma causara la menor molestia posible.
El lay out contempla la posibilidad de un desarrollo de obra por etapas. La propuesta plantea diferenciar claramente los flujos circulatorios de pasajeros, salidas y llegadas.
Espacios
El espacio central de la primera remodelación es el gran hall de salidas de la Terminal A: un único espacio de 160 metros de largo y 32 metros de profundidad, cubierto por una estructura metálica que cubre los 32 metros de luz transversal, sin apoyos intermedios. El volumen diseñado tiene una cubierta inclinada de una altura variable entre 20 y 15 metros, que surge de la necesidad de empalmar el nuevo edificio con la Terminal existente. Lo lucernarios se generan entre los paños metálicos ligeramente curvos que actúan como cielorraso suspendido, tamizando la luz cenital.
Desde la plataforma que lleva al nivel de embarque, el gran ventanal permite ver el despegue de los aviones. El acceso al edificio se hace desde la fachada longitudinal. El gran hall recibe al viajero que se enfrenta con los 90 mostradores del “check-in”. Hay un solo espacio abierto en el que se ubican estratégicamente las escaleras mecánicas, los ascensores vidriados, las señalizaciones corpóreas y todos los elementos que prestan servicio al pasajero, comercio circunstancial, bares y esperas.
A partir de la realización de esta obra, las salidas y las llegadas se separaron por áreas, utilizando el nuevo edificio como hall de salidas y el viejo hall de llegadas. De esta forma se resuelve un problema de flujos evitando que el pasajero que sale se cruce con el que llega, resolviendo también la dificultad de diseñar ambos movimientos en un mismo nivel. Las decisiones arquitectónicas se vieron relacionadas con las necesidades de comunicación al pasajero. Un aeropuerto necesita espacios para la comunicación visual, resuelve a través de carteles indicadores, monitores, etc. Es así que la ubicación de estos elementos condiciona la arquitectura, dado que deben crearse superficies que los contengan.
Aprovechando el proyecto vial, que ordena el tránsito de los vehículos, se enfatizaron las entradas con la adición de una importante marquesina que se antepone y dialoga por similitud tecnológica con el hall de salidas, una nave vidriada con una gran especialidad interior.
Al mismo tiempo en el hall de llegadas se propuso un espacio central con cubierta vidriada, que recupera en la planta baja la luminosidad perdida. En relación a los aspectos funcionales, la planta baja se encuentra organizada y concebida de forma tal que el pasajero “pase y no se detenga”. En cambio en la planta superior se produce el resultado inverso: se abre hacia fuera, hacia el exterior, que es hacia donde el avión lo lleva.
El edificio del hall se compone de dos elementos: un basamento donde se encuentran los accesos, los comercios y las oficinas, y la gran nave que expresa la estructura metálica de 32 metros de luz libre.
El aeropuerto está dividido en dos terminales, la de Aerolineas Argentinas y la terminal Internacional.Las dos terminales cuentan con un sector comercial así como servicios médicos, bancos, farmacia y un centro de información turística. También funciona un sector gastronómico.
También se instaló un sistema de control y monitoreo de luces individual. Posteriormente se renovaron las dos principales pistas. El sistema de iluminación del aeropuerto fue equipado con un nuevo sistema de aproximación, nuevas luces indicadoras de inicio y final de pista, una completa zona de aterrizaje y un sistema de línea central, sistemas PAPI, nuevas luces laterales y centrales para las calles de rodaje, nuevos reguladores constantes de corriente eléctrica y transformadores. Las obras en el cruce de ambas pistas fueron un gran desafío, ya que se llevaron a cabo sin interrumpir las operaciones de tráfico aéreo. Como resultado de las obras, desde diciembre de 2002, ambas pistas de aterrizaje fueron recategorizadas a la CAT IIIa por la OACI. El siguiente paso fue la instalación de un nuevo ALCS (Airfield Lighting and Control System o Sistema de Iluminación y Control del Aeropuerto) y una actualización al sistema de control y monitoreo de luces individual (de una versión DOS a una interfaz basada en el sistema operativo Windows).
Flujos de Circulación
Se diferencian claramente los flujos circulatorios de pasajeros, salidas y llegadas.
Flujos de partidas: La vialidad organiza linealmente la ubicación de los accesos a la Terminal. Frente a ellos, en la gran nave de vidrio se organizan los bancos de check in, luego se sube por dos núcleos ubicados en el gran hall. El más alejado del edificio existente se comunica con un camino rodante que va ofreciendo un paseo balconeando al nuevo hall antes de llegar a las zonas previas a controles respectivos de partidas. Luego de la secuencia de controles de seguridad y pasaportes (P.A.N.), se accede a las salas de espera, hall de espera de vuelos, con acceso a áreas comerciales, free shop, confitería, salas vip, etc.
Finalmente se accede a las pasarelas para abordar los aviones.
Flujos de partidas (opción aviones remotos)
Luego de los controles de seguridad y migraciones, el pasajero baja a una sala de espera de embarque, de aviones que se encuentran alejados del espigón.
Flujos de llegadas
Ingresando por cualquiera de las mangas se desciende a planta baja; por los núcleos circulatorios verticales a controles de pasaportes y, previo paso por el área comercial de free shop, se accede al patio de entrega de equipajes. Luego de realizadas las gestiones aduaneras, se llega al hall de llegadas pasando lateralmente al espacio central donde se desarrolla el patio de comidas de doble altura.
Flujo de llegadas (opción aviones remotos)
El pasajero desciende del bus e ingresa al hall de Control de Arribos Norte y Sur por planta baja.
Llegadas de cabotaje
Se utiliza una “dársena” solamente por los bus de plataforma: los pasajeros recogen el equipaje en dicha dársena e ingresan al hall de Llegadas con las mismas posibilidades de egreso que los pasajeros arribados de vuelos internacionales.
Vialidad nueva, transporte terrestre, estacionamiento vehicular en el interior del Aeropuerto, conexión entre el Edificio de Pasajeros y las vías de Acceso
Se adopta como premisa la separación de flujos de Llegadas y Salidas en el sistema vehicular, el criterio de separación de acuerdo al tipo de transporte: autos particulares, taxis, remises y buses.
Estacionamiento: se proyectó una construcción de tres niveles: dos cubiertos y uno descubierto con un total de 528 vehículos. No obstante, la ampliación del estacionamiento, el volumen emergente del nuevo hall de salidas protagoniza la perspectiva que se obtiene al llegar a la Terminal aérea, configurando una renovada imagen de la misma.
La nueva configuración genera mayor perímetro de aceras y una eficaz y cómoda conexión entre el edificio de pasajeros y las nuevas vías de ingreso y egreso.
Materiales
El basamento del edificio del hall se materializó con una carpintería de vidrio arenado a rayas horizontales, coronado con una cenefa de alpolic silver metalic que recorre toda la longitud del edificio al oeste. La gran nave de estructura metálica posee un cerramiento de vidrio color evergreen.
Por delante de las piezas antedichas se despliega la marquesina oeste: estructura metálica con luces de apoyo de 40 metros y una cubierta realizada en chapa de panel prepintado con inclusión de rajas de policarbonato. Con luces menores se desarrolla en la fachada de la zona aérea la marquesina este de similares características.
Estructura
Lo más destacado del edificio es la estructura metálica de la cubierta, desarrollada en base al diseño de una cabriada articulada que permite cubrir 32 metros de luz sin apoyos intermedios.