Introducción
La Basílica de San Ambrosio (Sant’Ambrogio en italiano), originalmente llamada Basílica Martyrum, en honor a los cristianos martirizados durante las persecuciones romanas y enterrados en la zona donde se erigió la Basílica, fue encargada por el obispo de Milán, San Ambrosio entre los años 379 – 386. Cuando el mismo Ambrosio fue sepultado en la basílica, le fue cambiando el nombre.
Su diseño de líneas puras ha sido considerado como uno de los ejemplos más importantes de la arquitectura románica de Lombardía. Esto se puede apreciar en las dos torres de campana, la fachada larga y baja, el pórtico y los ladrillos rojos de su construcción.
Con el paso de los años se fue reestructurando y agregando diseños nuevos a su arquitectura, recién entre los años 1088 y 1099 tomó su aspecto definitivo por orden del obispo Anselmo, quien la mandó a reconstruir según los esquemas de la arquitectura románica.
Reestructuraciones
Siglo IX
En este siglo el obispo Angiberto II hizo añadir el ábside, precedido por una bóveda de cañón, bajo el cual se realizaban las celebraciones litúrgicas. Durante el mismo período, el ábside fue decorado con un gran mosaico, el Redentor en el trono entre los mártires Protasio y Gervasio, con los arcángeles Miguel y Gabriel, unido a dos episodios de la vida de san Ambrosio.
Siglo X
Se añadieron cuatro tímpanos decorados con estucos al ciborio existente de arte paleocristiano y debajo se colocó el altar de San Ambrosio.
Siglo XII
El tiburio fue añadido hacia fines del siglo XII pero se derrumbó pronto, en 1196, entonces fue reconstruido con su particular disposición externa caracterizada por galerías con arcos en dos niveles sobrepuestos.
Situación
La Basílica de San Ambrosio está ubicada en el centro de la ciudad de Milán, Italia, en la Piazza Sant Ambrogio nº15.
Descripción de los espacios
Planta
Respecto a la iglesia original, la nueva basílica posterior a 1174 hereda escrupulosamente la planta: tres naves, ábsides y cuadripórtico que precede al edificio.
Las tres naves se dividen en tres tramos de planta cuadrada, con bóvedas de crucería especialmente arqueadas y dan a una cabecera con tres capillas escalonadas.
En el crucero se alza una cúpula sobre trompas por encima de un ciborio que dispone de cuatro caras trapezoidales con cuatro escenas de tres personajes cada una. En la parte frontal y mirando a los fieles aparece Cristo entregando la Ley a los santos Pedro y Pablo.
La planta interna de la basílica es longitudinal y tiene las mismas dimensiones del pórtico, si se excluyen de las medidas los ábsides.
Atrio y fachada
El atrio, de forma rectangular, se halla rodeado por un pórtico de columnas compuestas. La fachada, larga y baja, presenta, sobre una de las galerías del atrio que hace las veces de pórtico, una tribuna muy abierta con cinco arcadas escalonadas que aumentan en altura siguiendo el perfil de las pendientes.
Otra tribuna más baja con tres arcos iguales se une con el perímetro interno del pórtico. A ambos lados se alzan dos campanarios decorados con bandas lombardas.
El cuadripórtico
Originalmente tenía la función de recoger a los grupos de catecúmenos al lado de la iglesia, pero con el cambio de costumbres perdió su función original y terminó por emplearse como lugar descubierto para reuniones.
El pórtico está delimitado por cuatro muros,de ahí el nombre. En el interior tiene arcos sostenidos por pilares rodeados de semicolumnas. Las cornisas están sostenidas por bandas lombardas análogas a las de la fachada.
Los campanarios
La Basílica de San Ambrosio posee dos torres que albergan las campanas y enmarcan la fachada.
La torre del lado derecho llamada “dei monaci“ (de los monjes), data del siglo VIII, tiene el aspecto austero de las torres de defensa.
La torre izquierda, denominada “dei canonici“(de los canónigos), data de 1144 y resalta por ser la más alta.
Estructura
En Sant’Ambrogio de Milán, el interior de la nave principal fue estructurado con bóvedas de crucería de perfil cuadrado. Las bóvedas de las naves laterales, con intercolumnios de dimensiones iguales a la mitad del lado de un intercolumnio de la nave central, se apoyan en pilares menores y sostienen los matroneos. Estos últimos ocupan todo el espacio disponible para el claristorio
La iglesia adopta la planta basilical con dos naves laterales, sin transepto, y abierta a una cabecera con tres ábsides semicirculares. El alzado con tribunas y la expansión de las bóvedas de crucería por todo el edificio anuncian, sin embargo, los nuevos modelos arquitectónicos del románico.
Materiales
El material de construcción empleado en el edificio es sencillo, proveniente de la zona, principalmente ladrillos de diversos colores, piedra y yeso blanco, contrastando con la riqueza de su decoración interior.
Altar de San Ambrosio
El altar de San Ambrosio, obra maestra de la orfebrería carolingia está decorado con oro, plata, piedras preciosas y esmaltes
Uno de los trabajos más importantes es el de los mosaicos del s. V : sobre fondo de oro podemos ver la figura de Cristo Pantocrator, rodeada por los mártires Gervasio y Protasio y los arcángeles Gabriel y Miguel
El interior alberga un hermoso ambón románico-bizantino y un frontal de altar recubierto de placas de oro, obra maestra de la época carolingia s. IX.
