Biblioteca en Viipuri
Introducción
Como otras obras construidas de Aalto, este proyecto fue fruto de un concurso para la construcción de la biblioteca de Viipuri (perteneciente anteriormente a Finlandia y actual ciudad rusa de Vyborg) ganado en 1927, aunque no se empezó a construir hasta el 1933. En este largo período, desde el concurso hasta la realización de la versión final del proyecto en 1933, se puede percibir, a través de la evolución de sus esquemas, un cambio en el pensamiento del arquitecto que va del funcionalismo a una arquitectura plenamente orgánica. La biblioteca fue inaugurada en Octubre de 1935.
Fue ampliamente aclamado por los críticos, entre los cuales Giorgio Labò afirmó que “mientras Frank Lloyd Wright desarrolló la planta libre, Aalto inició la sección libre, creando una continuidad espacial de primer orden”.
El edificio fue bombardeado parcialmente en la Segunda Guerra Mundial, y abandonado durante más de diez años, causándole un gran deterioro. En los años 90 se inició un proceso de reconstrucción que se alargaría durante años y que fue posible gracias a las donaciones recibidas, con esta reconstrucción se persigue reproducir con exactitud el proyecto original de 1935. Durante 2011-2013 el gobierno de la Federación Rusa financió las obras que aun faltaban para terminar la restauración.
Situación
Situada en el parque central de la ciudad de Vyborg (Viipuri), Rusia, y cercana a la iglesia local, la biblioteca tiene tres entradas diferenciadas entre las cuales la principal se efectúa por el norte y directamente desde la calle principal paralela al parque, una secundaria al este donde se efectúa el acceso a oficinas y zonas de servicio y otra situada al sur donde, a través del parque para niños adyacente al edificio, se accede independientemente a la zona infantil de la biblioteca.
En 1933 Viipuri era una ciudad finlandesa con 90.000 habitantes ubicada en el sureste del país. Después de la Segunda Guerra Mundial quedó en poder de los rusos, pasando a llamarse Vyborg. La biblioteca sólo funcionó de forma continua durante los 15 meses que precedieron a la gran contienda y una vez finalizada, aunque no resultó destruida, fue testigo de las penurias de la Rusia Soviética y su estado de abandono fue total durante muchos años.
Concepto
La Biblioteca de Viipuri es particularmente interesante en sección. Desde el nivel del suelo, asciende un conjunto de escaleras en zigzag que llevan a un espacio de dos niveles que recibe la luz del día a través de un tragaluz y alberga los depósitos de libros, una de las áreas de lectura y el escritorio de control.
Con la Biblioteca de Viipuri, Aalto creó una cierta tipología de edificios para bibliotecas, con la sección libre, iluminación y creación de superficies onduladas como características especiales, que aplicaría más adelante en sus otros múltiples proyectos para bibliotecas como la de Seinäjoke (1963-65), Otaniemi (1965-69), Reykjavik (1965-68), la de Mount Angel Benedictine Library en EEUU (1967-70) o el Centro Cultural de Wolfsburg, (1962)
El mismo Aalto define su trabajo como el resultado de su inspiración en los paisajes montañosos y acantilados bañados por la luz del sol en los diferentes momentos del día. “…Cuando diseñé la biblioteca de la ciudad, en Viipuri, durante largos períodos de tiempo perseguí la solución con la ayuda de dibujos primitivos de algún tipo de paisaje montañoso fantástico, con acantilados iluminados por soles en diferentes posiciones, a partir de los cuales llegué, gradualmente, al concepto para el edificio de la biblioteca. El núcleo arquitectónico de la biblioteca consiste en zonas de lectura y préstamo a diferentes niveles y mesetas, mientras que el centro y zona de control forma el punto más alto, por encima de los diferentes niveles. Los bocetos infantiles sólo tienen una conexión directa con la concepción arquitectónica, pero unidos entre sí, en sección y en planta, crean una especie de unidad entre las estructuras horizontales y verticales…” (Alvar Aalto)
Espacios
El edificio lo componen dos volúmenes rectangulares, cuya intersección crea una zona común de circulaciones. Esta separación clara de los volúmenes corresponde a una diferenciación funcional del programa. El principal bloque fue diseñado para el acto de leer, y Aalto puso especial atención al aislamiento e iluminación de los espacios a través de una acertada manipulación de la luz y el uso de paredes exteriores más gruesas, mientras que el otro bloque menor, situado al norte, contiene los servicios administrativos.
Aunque la mayoría de las referencias muestran tres plantas principales y el plano del techo, después de un análisis más detallado de los planos y secciones, se diferencian seis diferentes niveles de elevación. En la planta baja se encuentra en un gran hall de entrada, un guardarropa y a la derecha está la sala de conferencias. La entrada separada a la Biblioteca para Niños está en un plano un poco más bajo, en el lado sur de la planta. La sala de depósito se encuentra a unos 2,5 metros por debajo de la biblioteca infantil. Si se sigue la trayectoria de entrada se encuentra una serie de escaleras que conduzcan a 2 niveles diferentes con depósitos de libros y salas de lectura. En ese mismo nivel se encuentran las oficinas administrativas. El escritorio de circulación está en el punto más alto con vistas a la zona de lectura y préstamo de libros.
Salas
Las salas principales de lectura y préstamo de libros, superpuestas ingeniosamente, crean en sección un espacio nuevo y continuo. A la izquierda de la sala principal una escalera flanqueada por dos cristales comunica con el ala administrativa.
Depósitos y biblioteca infantil
Debajo de la planta de entrada y con un acceso interior, se encontraban los depósitos de la biblioteca, y con entrada directa desde el parque, la biblioteca infantil. Los depósitos estaban formados por 25 módulos de estanterías en peine, que dejando un pasillo central, vuelven a repetirse al otro lado.
La biblioteca infantil tiene acceso desde la zona de juegos del parque, en el extremo opuesto a la entrada principal.
Salas de lectura
Los lucernarios dispuestos en la cubierta iluminan estas salas continuas, consiguiendo así una uniforme difusión de la luz que evita la creación de sombras incómodas al lector, y a la vez minimiza el uso de iluminación artificial, que a su vez se concibió y diseñó para obtener un efecto análogo al logrado con la luz natural. La iluminación de esta sala, conjuntamente con su división de los espacios son las características principales que han convertido este espacio en lugar de culto para los amantes de la arquitectura.
Distribución espacial
La sala de lecturas está distribuida en dos niveles, ambos completamente rodeados de estanterías con libros. El nivel inferior, el de lectura, se comunica con el otro más elevado mediante una escalera central que se enfrenta al escritorio de préstamos y control, desde el que se puede ver toda la sala inferior.
Iluminación
Luz natural
La iluminación es uno de las consideraciones primordiales en una biblioteca, en este caso el arquitecto diseñó una cubierta perforada por 57 claraboyas redondas, con un diámetro de 1.83m. La forma redonda resultó la más satisfactoria ante la condición de tensión interna para las superficies de vidrio horizontales ya que en los climas fríos el peligro, siempre presente, de craqueo debe evitarse a toda costa.
La luz solar no penetra directamente, se refleja en miles de líneas de reflexión resultado de la forma cónica, como un embudo, de la claraboya. De este modo sin la utilización de un vidrio difusor se obtuvo una luz difusa, sin sombras, ideal para el lector que puede llevar su libro a cualquier punto de la sala sin ser molestado por los reflejos o el ensombrecimiento.
Luz artificial
En la iluminación artificial se siguieron los mismos principios que en la iluminación natural. La luz fue diseñada para caer sobre el libro en diagonal y en todas las direcciones con el fin de evitar las sombras. Los accesorios fueron colocados entre las aberturas de los tragaluces.
Se podría cuestionar el hecho de que estas salas principales no aprovechen la posibilidad de mirar al exterior, relacionándose con el fabuloso parque, pero Aalto concibió estos espacios como un microcosmos, como si de un espacio religioso se tratara.
Sala de conferencias
Son particularmente características las ondulaciones del techo de la sala de conferencias, formado con listones de madera y pensado para propagar de una manera más eficiente el sonido a cada rincón de la sala. El conocimiento y experiencia del arquitecto con la madera a través de sus diseños para mobiliario le permitieron desarrollar aquí el salto en el uso de este material en la propia arquitectura, con sus característicos taburetes apilables y sillas con respaldo. Lamentablemente este techo de madera ondulada fue eliminado por los rusos.
Estructura
La estructura es de pilares y forjados de hormigón armado construidos in situ, siguiendo los estándares establecidos por el Comité Alemán de Hormigón Armado de 1925 (Deutscher Ausschus Für Eisenbeton), siendo en esa época los más reconocidos. También hay estructura de pilares metálicos vistos en la sala de conferencias.
El uso de ladrillo se reserva para divisiones interiores y fachadas, posteriormente revestidas.
Materiales
Siguiendo con su particular trayectoria Aalto también diseñó en esta biblioteca los pequeños elementos para el usuario, tales como pasamanos, sillas, cortinas y demás elementos interiores. El edificio por fuera era totalmente blanco y en su interior los distintos elementos mantuvieron su color natural, con la excepción de algunos elementos metálicos que fueron pintados de negro, blanco o gris.
Acústica
En la sala de conferencias el arquitecto resolvió la acústica del espacio con el diseño de ondulaciones en el techo realizadas con listones de madera de pino careliano, proveniente de la región finlandesa de Carelia, que ayudan a la mejor propagación del sonido. Las paredes tenían un revestimiento textil, el suelo era de madera y los muebles de la sala de conferencias fueron diseñados especialmente para la ocasión, con los característicos taburetes apilables de Aalto y sillas con respaldo, realizados en madera curvada.
“…Alvar Aalto es, como Le Corbusier, uno de los pocos arquitectos que en nuestros tiempos, ha intentado algo nuevo para atacar el problema de la bóveda de una manera peculiar para su período. En el íntimo hall de la Biblioteca de Viipuri las curvas irracionales del techo se deslizan a través del espacio como las líneas de serpentina en una pintura de Miro. Por supuesto, el propio arquitecto puede demostrar, con meticulosos diagramas acústicos, que la forma de la ondulación que dio al techo permite que el sonido llegue al oído humano de forma más perfecta. Aquí, por lo tanto, el razonamiento científico y la imaginación artística se han fusionado con la arquitectura, libre de esa rigidez que hoy en día es una amenaza constante…” (Sigfried Giedion, historiador de arquitectura)
Ventilación
El arquitecto e historiador Serguei Kravchenko, encargado de restaurar el edificio después de los estragos que la vida de Rusia, posterior a la II Guerra Mundial, ocasionó en el mismo, nos dice sobre algunos de los detalles constructivos:
”La parrilla de tubería de agua caliente para la calefacción de la sala se ubicaba dentro del enlucido del sofito de la misma, entre los lucernarios cenitales y los fanales de iluminación, de modo que el propio funcionamiento de la sala era una bella metáfora del sol que nos proporciona luz y calor. Los gruesos muros laterales de este espacio central sin fenestración albergaban el sistema de ventilación de la sala, constituido por difusores en la parte superior que expulsaban el aire puro junto al sofito, donde era calentado por la calefacción y descendía por estratificación hasta el nivel de las estanterías, donde se ubicaban las bocas de retorno. Aalto evitó impulsar el aire puro por la parte inferior y expulsarlo por la parte superior para no crear corrientes de convección que hubieran arrastrado polvo consigo y afectado consiguientemente a los libros».
“Los muros del edificio contienen un sistema de ventilación por aire impulsado, lo que confirma la relación de Aalto con los temas técnicos, relación que ya estaba presente en su anterior edificio de Paimio. Este ejemplo de “muro que respira”, – una idea propuesta por Le Corbusier en su bloque Centrosyus de Moscú, pero que no fue llevada a cabo en ese edificio – revela aspectos de la arquitectura aaltiana que han recibido menos atención que su interés por la acústica”.