Carrè d’Art en Nimes
Introducción
El Carré d’Art de Nimes es una instalación cultural que alberga el Museo de Arte Contemporáneo y la Biblioteca Municipal Clasificada de la ciudad.
Las Médiathèques existen en la mayoría de los pueblos y ciudades francesas. Por lo general, abarcan revistas y libros, así como música, video y cine. Menos común es la inclusión de una galería de arte. Al igual que su modelo parisino, el Centro Georges Pompidou, el Carré d’Art alberga tanto la biblioteca multimedia como el museo de arte contemporáneo, proporcionando un lugar nuevo y animado para los residentes locales y visitantes. La interacción dentro del mismo edificio de estas dos culturas, las artes visuales y el mundo de la tecnología de la información ofrecen una totalidad más rica. El contexto urbano de Nimes también fue una influencia poderosa para su realización.
Historia
Fue en 1983 que el nuevo alcalde electo de la ciudad, Jean Bousquet, confirmó su plan de convertir la ciudad en un centro cultural, con la creación de esta nueva institución como pieza central. En 1984, doce arquitectos, incluidos Frank Gehry, Jean Nouvel y César Pelli, fueron invitados a presentar propuestas para el nuevo proyecto. Finalmente diseñado por el arquitecto británico Norman Foster fue inaugurado en mayo de 1993.
El museo se levantó en el sitio de un antiguo teatro neoclásico construido entre 1798 – 1800 y que resultó completamente destruido durante un incendio sucedido en 1952, quedando únicamente la fachada, una columnata neoclásica.
Una vez ganado el concurso, Foster hizo numerosas propuestas, algunas integrando la antigua fachada en el nuevo proyecto, otras no. El jurado escogió el proyecto sin columnas. Éstas fueron desmanteladas y colocadas en un área de servicio de autopistas.
Actualización
En 2018 se finalizó una recalificación que mejoró la recepción, optimizó los servicios adaptando el edificio a nuevos usos digitales, mejoró el rendimiento energético y dotó de mayor accesibilidad, adaptándose a los requisitos del siglo XXI sin renunciar a su identidad arquitectónica.
En las plantas de exposiciones se cambió la iluminación insertando dispositivos en los falsos techos. Se cambió la caldera y la gestión térmica centralizada mejorando el rendimiento energético y reduciendo un 30% el consumo.
Ubicación
El museo se encuentra en el corazón de la ciudad de Nimes, Occitania, Francia, al final del Boulevard Victor Hugo y frente al templo romano consagrado al culto imperial conocido como La Maison Carrée y que da nombre a la plaza en que se encuentra.
El edificio del Carré d´Art fue construido en 16 Place de la Maison Carrée, donde se ubicaba el antiguo Teatro Romano, como parte de un proyecto para restaurar la plaza y proporcionar un nuevo escenario al templo.
Concepto
El desafío consistió en relacionar lo nuevo con lo viejo, pero al mismo tiempo crear un edificio que representara su propia edad con integridad. El Carré d´Art está construido frente a la Maison Carré, un templo romano que data del siglo I a. C. AD, del cual constituye una contraparte contemporánea. La creación de este espacio urbano formó parte del proyecto de restauración de la plaza Maison Carré con el objetivo de dinamizar el escenario adyacente al antiguo templo romano.
Construir en un entorno histórico
El Carrée d’Art es el exitoso resultado de una intervención arquitectónica, en un sitio lleno de historia, que muestra la tendencia actual dirigida a incorporar a la función, hasta hace poco propia de un museo, actividades de entretenimiento cultural, integrando el espacio público en el diseño arquitectónico.
Según el profesor Benoit Julien la intervención en un entorno antiguo se basa en cuatro polos:
- Inscripción en el sitio: fusionar la nueva construcción al paisaje circundante, con el volumen, la escala o el perfil.
- Consistencia con el entorno: respuesta modesta en la extensión del pasado o ruptura.
- La presencia de la historia: evocación al contexto histórico ya sea con el uso de materiales, texturas o formas.
- Afirmación de la modernidad: entablar un diálogo con la historia a través de un enfoque contemporáneo, combinando espacios, tecnología e innovación.
Es a través de este tipo de enfoque consciente que la construcción en un entorno antiguo se convierte en una creación arquitectónica por derecho propio.
Espacios
El pórtico con sus cinco esbeltas columnas metálicas que soportan un dosel de listones, también metálicos y, separados entre ellos, se apoya en un podio con cinco escalones que ayuda a otorgar monumentalidad al proyecto a la vez que busca encontrar equilibrio con el pórtico de arte imperial al que se enfrenta. Los dos accesos principales se ubican en los dos extremos de su planta rectangular.
El Carré d’Art se articula como un gran cubo de vidrio con líneas perfectamente puras cuya característica principal es la transparencia. Un atrio central, que recuerda los patios interiores de las casas de Nimes, y que abarca toda la altura del edificio, alberga una monumental escalera que lleva a las galerías de arte situadas en el último piso. Este espacio explota la transparencia y la ligereza de los materiales modernos para permitir que la luz del día impregne todos los pisos. El atrio está coronado por un dosel que permite que la luz, otro elemento fundamental de esta arquitectura, fluya hacia el edificio.
El edificio tiene nueve pisos la mitad de los cuales se encuentran bajo nivel de calle manteniendo el perfil del edificio bajo, en sintonía con la escala de los edificios circundantes.
Bajo nivel de calle
En el primer sótano se ubica la biblioteca principal iluminada directamente por los amplios vacíos que se asoman a ella desde el vestíbulo.
En los sótanos siguiente se albergan salas de almacenamiento de archivos y un cine.
Sobre nivel de calle
En la planta baja se ubica la librería y la hemeroteca. El vestíbulo del edificio también es utilizado para exposiciones temporales.
En el primer piso bibliotecas, una de ellas infantil.
Los dos niveles superiores albergan las galerías de arte aprovechando la mejor iluminación natural, también espacios para exhibir las colecciones y exposiciones temporales. Cubren una superficie de casi 2.000 m² y tienen una estructura clásica que recuerda la planta de los museos del siglo XIX.
Al entrar en la sala el visitante es recibido por dos obras diseñadas especialmente para Carré d’Art: La Línea de Barro de Richard Long, con huellas de manos en el material de la pared y Galia, de Ellsworth Kelly, cuya vibrante opacidad contrasta con la transparencia del edificio.
Plaza Maison Carrée
Después de las catastróficas inundaciones de 1988 que devastaron el foro Maison Carrée, Norman Foster también fue responsable de rehabilitar y recrear la plaza Maison Carrée, anteriormente ocupada por automóviles. Se creó un espacio peatonal abierto con un nuevo enfoque social, donde la gente puede reunirse, tomar un café y caminar tranquilamente. A su vez el proyecto, respaldado por una iniciativa política ilustrada, proporciona un poderoso catalizador que revitaliza el tejido social y físico de la ciudad de Nimes.
Estructura
El edificio es un ortoedro cuya estructura está formada por una retícula de 9×9 con pilares cilíndricos de hormigón con una envoltura de fachada, de suelo a techo, realizada con diferentes tipos de vidrios y marcos de acero.
Para evitar rotaciones, entre los marcos se han colocado columnas cuyos elementos horizontales son mucho más rígidos de los verticales. Estas columnas en apariencia muy delgadas, como las del pórtico, están sujetas en la parte superior por un rígido sistema de arriostramiento.
Materiales
Los principales materiales utilizados en su construcción han sido el acero, el hormigón y el cristal con distintos grados de transparencia. El dosel y las columnas del podio son de tubos metálicos.
El uso del vidrio en el interior, tanto en paredes, techos y escaleras permite el paso de luz natural y aligera el imponente aspecto del edificio.