Casa Beard
Introducción
Los clientes William y Melba Beard eran una aviadora y un profesor de ingeniería cuyos padres, los activistas radicales Charles y Mary Beard, eran amigos íntimos y admiradores del matrimonio Neutra.
A pesar de lanzar a la fama a Richard Neutra, la Casa Lovell, terminada en el mismo momento en que se produjo el hundimiento de la bolsa de 1929, resultó extremamente cara. Aunque novedosa por su estructura de acero, su ecuación «estructura + revestimiento = muro» no era novedosa.
En julio de 1934, en el punto más álgido de la depresión, Neutra volvió a emplear un sistema que parecía adaptarse mucho más a los alojamientos prefabricados de bajo coste, por ser más barato, más fácil de construir y más sólido; constaba de revestimiento, muro de carga, calefacción y refrigeración a la vez. Sin embargo, la Casa Beard, de 111 m2 y 4950 dólares de costo no servía de prototipo porque estaba hecha prácticamente a mano, incluyendo los pasadores para las ventanas corredizas; e incluso las puertas corredizas de acero y vidrio—usuales en el comercio—tenían dimensiones individuales.
Cuando la casa ganó la medalla de oro en 1934 en el prestigioso concurso patrocinado por «Better Homes in America» —un movimiento presidido por el antiguo presidente Herbert Hoover para promover la vivienda en propiedad—, Neutra debió de considerar que los sistemas empleados en sus edificios gozaban de cada vez mayor aceptación. De hecho, volvió a utilizar el sistema Palmer para dos otros proyectos: la Academia Militar de California (1935) y la Casa Josef von Sternberg (1936).
En una carta de 1981 al nuevo propietario de la casa, Melba Beard escribió: «Lamento que en nuestros últimos años no dispongamos de un lugar como nuestra casa de Altadena; proporcionaba una libertad de espíritu, una proximidad a la naturaleza, una vida reposada… tal como Neutra deseaba».
Concepto
Al incrustar verticalmente los paneles 40 cm en las bases de hormigón surgieron muros exteriores rígidos «diseñados para soportar esfuerzos laterales como ráfagas de viento o movimientos de tierra». De este modo, la casa gozaba de gran consistencia, aunque quizá no resistiera a los terremotos más devastadores.
Ubicada justo al pie de las montañas de San Gabriel, llenas de matorrales y famosas por sus repentinos incendios de rápida propagación, al ser toda de acero, también estaba preparada para resistir al fuego y a las termitas, como había solicitado el cliente.
Los gruesos i postes «Palmer» que separan el vidrio están revestidos de cadmio brillante de suave forma parabólica; recuerdan el guardabarros de un coche o el ala de un avión de la década de 1930; la curva también pretendía «desmaterializar» la pared haciendo que el ojo se deslizara por la interrupción vertical.
Aquí, las lámparas iluminan ambos lados de la entrada. Las franjas de luz alojadas en el alero del tejado mitigan de noche la transición entre el interior y el exterior; las puertas fueron enmarcadas sin molduras para que resultaran invisibles en el plano de la pared. Grandes placas de masonita templada, un material económico, se enceraron y engomaron para hacer resplandecer su color rubio oscuro.
Al estilo de las viviendas tradicionales japonesas, una banda de revoque blanco discurre por encima de las planchas de 2,4 m de altura para unificar la sala. La casa está relativamente cerrada a la calle y abierta a la naturaleza en su parte posterior.
Espacios
Las puertas de 2,4 m y los muros de 2,7 m, habituales en las casas de Neutra de la década de 1930, incrementan la sensación de grandeza espacial.
El observador se encuentra ante una chimenea de acero inoxidable, con su caja de fuego situada asimétricamente; unos asientos empotrados orientados al jardín oeste crean un efecto de casa antigua.
Como era habitual, Neutra colocó ventanas altas en la pared norte de la cocina con una «vista completa a las montañas, al gusto de la propietaria de la casa», e instaló una encimera con escurridero de goma blanca de 3,6m; desafortunadamente el material sufrió fisuras y se descoloró con el tiempo.
Sistema de Calefacción
Como la envolvente constaba de planchas de acero huecas, empujé el aire hacia arriba… para calentar el espacio interior por todos los lados».
La calefacción de suelo, con sus planchas de aire en una capa doble de 30 centímetros de grosor, constaba de tierra de diatomeas, para actuar como una placa monolítica de calor al estilo de los «antiguos baños romanos», según el mismo Neutra. Creía este —de una forma lógica, pero errónea— que las aperturas exteriores situadas en la base y en la parte superior de las láminas de acero corrugado también podrían aprovecharse para «inhalar» aire fresco en verano y «exhalarlo» por la parte superior a través de pequeños conductos… imitando el caparazón del escarabajo.
Este sistema de refrigeración nunca funcionó, quizá porque había pocos conductos o quizá porque estos eran demasiado pequeños.
Estructura
Como era típico en Neutra, comparó los dos sistemas estructurales de la casa Lovell y la casa Beard con fenómenos biológicos.
Según Neutra, «el modelo estructural orgánico del esqueleto interior, del mismo modo que en los anfibios, los reptiles y los mamíferos [la Casa Lovell, el <mamífero>, con una piel de gunita], suscitó en mí el interés por los fenómenos contrarios de la naturaleza, el exoesqueleto del escarabajo [la Casa Beard es un escarabajo con su caparazón transpirable pero duro]».
Este «caparazón» especial fue concebido por una personalidad local, el arquitecto y contratista Vincent Palmer, quien soldó paneles de acero en la cubierta del techo de acero corrugado de la empresa H. H. Robertson.
Más tarde, Neutra, en un simposio de las Fuerzas Navales de Estados Unidos, explicó que las secciones de metal de las planchas «estaban concebidas para desempeñar su papel como cubiertas para el suelo, pero yo las usé, con mis entusiastas colaboradores, como secciones de pared, montadas y ajustadas rápidamente con las demás cubiertas.