Casa Coilliot
Introducción
El encargo de este proyecto le llegó al arquitecto Héctor Guimard de manos de Louis Coilliot, un ceramista emprendedor enamorado de la cerámica esmaltada. Coilliot quería popularizar este material, por lo que confió en un arquitecto que había conocido en la feria La Céramique et tous les arts du feu, sobre el arte de la cerámica y el vidrio. El uso de la cerámica se convirtió pues en un requisito indispensable del encargo, ya que ésta debía funcionar como decoración en la fachada y como reclamo publicitario de la fábrica del señor Coillot, que estaba situada justo detrás de la casa.
La propiedad de la familia Coilliot se componía, en la época de la construcción de ésta casa, de un conjunto de edificios. Tras la casa Coilliot se encontraba un terreno de 744 metros cuadrados en el que se levantaban dos edificios más: el almacén de la compañía Coilliot, diseñada por François Hennebique, y una casa de apartamentos que alquilaban a inquilinos para tener ingresos adicionales. El terreno en cuestión era una parcela irregular y estrecha, por lo que cada edificio tenía su propia dirección. El edificio de apartamentos se situaba en el número 13-17 de la Rue Fabricy. En 2008 la propiedad se separó y se vendió por partes a diferentes compradores. La casa Coilliot pasó a formar parte del patrimonio artístico de Francia el 16 de marzo de 1977, mientras que los otros dos edificios se consideraron merecedores de conservación, por lo que algunos de sus elementos, como los hogares de cerámica, fueron registrados en octubre de 2011 por el DRAC.
Dado que la casa Coilliot es de propiedad privada no se permite el acceso a visitantes. Ésta abrió sus puertas al público tan sólo una vez, el 17 de septiembre del año 2000. Aun así, la decoración interior y el mobiliario se pueden apreciar en una grabación de 1983 realizada por el Instituto Nacional de Audiovisuales Francés.
Situación
La casa de estilo Art Nouveau se sitúa en el número 14 de la Rue de Fleurs en Lille, Francia, muy cerca de la parroquia de St. Michel, en el centro histórico de la ciudad.
Concepto
Héctor Guimard (1867-1942), uno de los máximos exponentes del modernismo francés, estudió en la Escuela de Artes Decorativas durante tres años, antes de inscribirse en la Escuela de Bellas Artes de París. Empezando con obras de aire historicista, el joven arquitecto fue introduciendo la línea curva en sus diseños. En París, Guimard conoció la obra de Viollet-le-Duc. Más tarde viajó por Inglaterra, Escocia, Holanda y Bélgica. El punto de inflexión en su carrera sucedió durante un viaje a Bélgica en el que conoció el Hôtel Tassel del arquitecto Víctor Horta. Fue a partir de éste momento cuando Guimard empezó a desarrollar verdaderamente su estilo modernista dejando ejemplos de su visión como la Casa Canivet (1899) o la Casa Coilliot (1900). A partir de entonces Guimard estuvo muy inspirado por la naturaleza y desarrolló la decoración en hierro con gran maestría.
Héctor Guimard hizo en este proyecto una obra completa, diseñando tanto la arquitectura como el mobiliario y los interiores. La obra podría definirse como una mezcla de vivienda y de pancarta, ya que en su fachada se muestran el nombre de la compañía del dueño, el señor Coilliot, y productos que ésta realizaba en la fábrica situada en la parte trasera de la finca, a la vez de funcionar como vivienda para los propietarios.
Espacios
El edificio se compone de cuatro plantas. La planta baja acoge una tienda, mientras que las tres plantas restantes tienen apartamentos. La casa tiene dos fachadas, una enrasada con los edificios vecinos, y una algo retirada, formando ángulo. Éstas se caracterizan por la total ausencia de formas rectas. Ambas se unen mediante los balcones de las dos últimas plantas. La fachada principal, que da a la calle, está hecha de piedra esmaltada de color verde (lave emaillée, especialidad de la fábrica del señor Coilliot), mientras que el frontón está coronado por una cubierta de madera.
Pese a su asimetría, la fachada consigue una sensación de armonía a través de su gran variedad de formas curvas y pintorescas. En la planta baja se sitúa la entrada a la tienda, un portón ancho, y la de la vivienda, una puerta con una ventana en su parte superior en forma de lágrima o gota.
En la fachada también se puede ver escrito el nombre de la casa, un reclamo para la empresa del señor Coilliot. La tipografía es muy similar a la que Héctor Guimard usó por aquel tiempo, entre 1900 y 1904, en la entrada del metro que diseñó en Paris.
El primer y segundo piso están unidos compositivamente bajo el hueco en arco de la fachada principal. A la fachada de piedra, se suman aquí elementos de madera que forman unos pilares y el balcón de la segunda planta. El interior de las estancias de estas dos plantas mira sesgadamente a la calle, diferenciándose así de los edificios vecinos y su composición más tradicional.
La tercera planta se sitúa bajo la cubierta de madera. De ella sobresalen dos ventanas bajo un segundo techado y una ventana baja justo por debajo del frontón de la fachada principal.
Interior
El vestíbulo de la casa muestra también el gusto de Héctor Guimard por las formas de la naturaleza. El techo está compuesto por una serie de franjas decoradas con motivos vegetales. Así mismo, las paredes y la cristalera que dividen el vestíbulo con la escalera de la casa muestran formas curvas y diseños naturales, especialmente florales. En la escalera de la casa se ve claramente la influencia que el Hotel Tassel tuvo en Héctor Guimard durante su viaje a Bélgica. Ya en el interior de las estancias se puede seguir apreciando el estilo modernista del arquitecto en puertas y mobiliario. Especial mención merece el hogar de piedra y el mueble que lo acompaña. También se encuentran detalles ornamentales en los techos de las estancias.
Materiales
La casa está construida de ladrillo y piedra tallada. Los elementos decorativos son de hierro forjado, cerámica y piedra esmaltada.
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