Arquitecto Técnico
Amancio Williams, Simón Ungar
Ingeniero
Alberto Valdés
Año de Construcción
1949-1955
Área del terreno
180 m2
Área construida
345 m2
Ubicación
La Plata, Buenos Aires, República Argentina

Introducción

Diseñada por Le Corbusier para el cirujano Pedro Domingo Curutchet debe su fama mundial a que es la única construida en América del Sur según los planos del arquitecto, que conocía Argentina y la ciudad de La Plata de su viaje realizado en 1929, pero nunca viajó a Argentina durante el transcurso de la obra. La dirección técnica de la obra fue encomendada por sugerencia de Le Corbusier,  al Dr. Curutchet,  a Amancio Williams, arquitecto argentino de su confianza, quien tuvo cierta influencia en el desarrollo final del proyecto, como la rotación de 180º de la escalera, el reemplazo de los muros de acceso por muros acristalados y la obtención de permiso municipal para que la obra se pudiera construir según las medias propuestas por Le Corbusier y no según las normas vigentes en el país. En 1951 debido a discrepancias entre Le Corbusier y Williams este último renuncia, asumiendo la dirección Simón Ungar y finalmente el ingeniero Alberto Valdés.

Fue la única casa que el arquitecto tuvo la satisfacción de saber que fue edificada en Latinoamérica, dado que en otras de las obras que comúnmente se le atribuyen, Le Corbusier sólo trabajó en los bocetos.

La Casa Curutchet destaca porque en ella se ven plenamente logrados los principios característicos de la arquitectura que proponía Le Corbusier: planta libre, terraza jardín, aventanamientos horizontales y fachada libre.

En 1987 fue declarada monumento nacional y posteriormente pasó a ser la sede del CAPBA (Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires). En la actualidad esta abierta al público para su visita.

Situación

La vivienda se encuentra en un pequeño lote de 9m por 20 m de fondo, en el Boulevard 53 Nº 320, entre medianeras, con una excepcional ubicación en la ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Se ubica en una zona residencial en la Avenida Nº53, frente a la Plaza Rivadavia y separada del principal espacio público verde de la ciudad, el Bosque, por la Avenida 1, una de las arterias urbanas más transitadas.

En el plano puramente arquitectónico destacan dos elementos claves: la construcción de una vivienda unifamiliar y el consultorio del Dr. Curutchet en un terreno de dimensiones limitadas entre medianeras y en que como consecuencia de la planificación urbana de la ciudad de La Plata según calles diagonales, el eje longitudinal del terreno tenga una inclinación cercana a los 45 grados.

Concepto

Se trata de una casa entre medianeras que se integra al contexto proponiendo un recorrido interior como prolongación de la vereda de calle, donde confluyen el árbol existente en el patio de la planta baja, las transparencias conferidas por el diseño y los espacios fragmentados propuestos.

Al diseñarla, Le Corbusier tuvo en cuenta las necesidades de sus futuros habitantes y dividió la casa en dos volúmenes claramente separados: la zona de consultorio al frente y la zona de la vivienda atrás, ambas articuladas por el patio y la rampa de acceso. Esta rampa se encuentra enfrentada a la puerta de entrada, organizando la circulación interior en la forma de una promenade ascendente (promenade architecturale). La aparición de la rampa como espacio inducido (no es posible evadirse de su plano inclinado) obliga a recorrer la casa de manera vertical, ofreciendo un interesante juego de perspectivas.

El respeto formal por el entorno se hace evidente también en la ubicación del portico de acceso y la continuidad que confiere el parasol del frente de la terraza, que funciona como pantalla, continuando la línea del frente, tan típica de las ciudades latinoamericanas.

Con la casa Curutchet, Le Corbusier se ocupó de producir un objeto único e inédito, no sólo para la época, sino también dentro de su propia obra. No se trata ya de una especulación abstracta que ignora su entorno, sino todo lo contrario: la casa Curutchet está diseñada como un delicado entramado entre lo viejo y lo nuevo, el aprovechamiento del espacio y los elementos dados, como las medianeras y el parque, y la creación de nuevos espacios, como la terraza y el patio. El proyecto se basa en una constante contradicción entre la racionalidad de la trama estructural regular ortogonal, las formas orgánicas y el libre uso que adoptan los muros al no tener que soportar cargas.

Espacios

Le Corbusier siempre sostuvo que el hombre necesita estar rodeado de belleza. Arquitectónicamente la logrará utilizando las formas elementales conjuntamente con la proporción de la geometría y también como resultado de una acertada funcionalidad.

Planta baja y primer cuerpo

La fachada se define desde la ausencia del muro, para entonces manejar un acceso peatonal con un marco de concreto exento, columnas aisladas y una trama de rectángulos en el primer y segundo nivel que a manera de parasoles aíslan los espacios de consultorio y terraza, conformando el primer cuerpo de la casa.

La planta baja libre permitió la conservación de un árbol, pieza fundamental en el recorrido de los dos volúmenes y que forma parte de la terraza jardín en la planta superior.

El proyecto fue organizado en dos bloques separados: un área de trabajo y un área privado. En el primero, el consultorio del Dr.Curutchet se organiza en el primer nivel, coincidiendo con el frente de la parcela y sobre una planta baja prácticamente libre, solo contiene un garaje y elementos de servicios.

Rampa

La rampa que comunica los dos cuerpos de la casa se convierte en un elemento arquitectónico esencial, no sólo funcionalmente sino también creando jerarquizaciones en la relación espacio-tiempo. Este planteamiento de dinamización espacial fue ampliamente planteado por el arquitecto en sus trabajos, buscando ofrecer perspectivas visuales cambiantes e inesperadas a lo largo del recorrido, así los elementos funcionales también son capaces de crear belleza y de este modo hacer más feliz al hombre.

Segundo cuerpo

Al fondo, ligado desde una rampa, y cruzando un patio semiabierto con un árbol al centro, se encuentra el volumen privado de la casa resuelto en cuatro niveles, sótano para habitación de servicio, planta baja recepción, primer piso zona social con cocina, baño, estar y comedor en doble altura, que se prolonga sobre los techos del consultorio como terraza jardín hasta la fachada y segundo piso área privada, dos dormitorios con sus respectivos baños.

Las conexiones horizontales de cada planta, conjuntamente con la vertical creada por la escalera, ayudan a la funcionalidad de la vivienda, son las comunicaciones físicas, pero también hay que tener en cuenta la comunicación visual y psicológica, conseguida en este caso por el vacío existente en la planta de los dormitorios sobre la sala de estar y que amplía desde este plano superior la perspectiva sobre la terraza jardín y el parque.

Terraza jardín

Esta terraza ubicada sobre el consultorio y en el frente de la vivienda permite apreciar la plaza y el resto del espacio verde que rodea la construcción. Le Corbusier aprovecha la orientación de la parcela y sus condiciones según los niveles para obtener las mejores vistas y el mayor aprovechamiento de luz natural.

Los laterales medianeros de la terraza tienen distintos largos, entre el lado este y el oeste, y el ángulo obtenido entre la pared occidental y el muro de la fachada que debió de adelantarse hacia el norte no fue más agudo que 45º aunque detrás de la fachada las paredes laterales son paralelas y desarrollan un diseño estrictamente ortogonal.

Estructura

El conjunto de pilares circulares conforman la estructura primaria de soporte, permitiendo libertad en el manejo de espacios, como la planta libre y el diseño independiente, basados en las medidas del Modulor, también dan libertad en las particiones y alturas. La estructura secundaria la componen las vigas que soportan la distribución de las cargas horizontales. Los muros estructurales en este caso no son portantes.

Materiales

Además de los cinco puntos esenciales de la arquitectura moderna, Modulor, como son los pilotis, la planta libre, las ventanas horizontales, la terraza jardín y la fachada libre, en la Casa Curutchet encontramos signos del lenguaje arquitectónico con su respectiva función empleados por Le Corbusier en la mayoría de sus obras, muros curvos y luz cenital en los baños, puertas pivotantes, brise soleils, rampas, escaleras abiertas, muros neutralizantes y espacios con doble altura.

Brise soleil

Las alturas de los brise soleils siguen las proporciones estudiadas en el Modulor, 0,863 m para el nivel del antepecho y 2,260 m para el nivel superior.

El brise soleil de la fachada principal, mirando al norte, que se desarrolla desde el primer nivel sobre los «pan-de-verre», paneles de vidrio, del consultorio ocupa el centro de toda la fachada y llega hasta el último nivel tanto horizontal como verticalmente. En los dos primeros niveles, detrás de los brise soleils se ocultan ambientes habitables mientras que detrás de los dos últimos se ubica la terraza.

El frente del segundo cuerpo perteneciente a la vivienda está cerrado por amplias cristaleras, la hilera de ventanas del consultorio está cerradas con paneles de vidrio cuyos marcos interiores se pintaron de azul, en la estructura se utilizó hormigón pintado en color blanco, tanto interior como exteriormente. El interior de la chimenea central fue hecha en un expuesto “brique brute”

Los suelos se recubrieron con cerámicos pequeños en distintos colores y texturas según los ambientes, marrón oscuro en el consultorio haciendo juego con los muebles especialmente diseñados en madera clara, en el salón principal, o en los aledaños a la rampa contrastando con el blanco de los muros. Los suelos y paredes de los baños se revistieron con pequeños mosaicos en tonos grises, con sanitarios rosa, o verdes, con sanitarios blancos. En la casa se colocaron serpentinas para calefacción sobre los zócalos y «calienta tohallas» en los lavabos.

Video

Planos

Fotos

Fotos WikiArquitectura (Marzo 2019)

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