Arquitecto
Año de Construcción
1926-1928
Ubicación
Viena, Austria

Introducción

Ludwing Wittgenstein siempre mostró un amplio interés por la arquitectura y defendió su firme postura acerca de la materia en debates y discusiones con arquitectos de la época.
Él sin embargo era filósofo y fue en este campo donde más destacó con la publicación de su libro: Tractatus Logico-Philosophicus.
Sin embargo fue su hermana la que le dio la oportunidad de poner en práctica sus pensamientos sobre la arquitectura.

Sin lugar a dudas, la casa que Ludwig Wittgenstein construyó para su hermana, Margarethe Stonborough-Wittgenstein, entre los años 1926 y 1928 es uno de los edificios más venerados de la arquitectura de la primera mitad del siglo XX. Ignorada por la comunidad de arquitectos de la época en la que se construyó la casa no obtuvo el reconocimiento merecido hasta que en el 1971 Thomas Stongorough-Wittgenstein, hijo de Margarethe, vendió la casa y el terreno a un promotor que lo subdividió para construir un rascacielos en el jardín de la casa. Las protestas que este acto generó de otorgaron a la casa el reconocimiento internacional que hasta entonces le había sido negado.

Margaret Stonborough vivió en la Kundmanngasse hasta el año 1939, año en el que emigró a los Estados Unidos.

Durante la guerra, la casa sirvió como hospital militar y cuando los aliados tomaron Austria fue ocupada por el ejército ruso. El comedor se convirtió en establo para los caballos de la tropa, se instalaron estufas de carbón, cuyas salidas de humos estropearon ventanas y muros, y se dañaron armarios.

Margaret volvió y reparó su casa en 1948 viviendo en ella hasta su muerte en 1958.

Posteriormente, su hijo, Thomas Stonborought, vivió en ella hasta que en 1971, cuando debido al deterioro de la vivienda y a la gran inversión que requería su restauración decidió vender la propiedad. En un principio se pensó en demoler la construcción. Protestas de arquitectos, historiadores e intelectuales paralizaron esta operación logrando que fuera declarada monumento protegido.

No fue hasta 1975 cuando el gobierno búlgaro accedió a comprarla y repararla para usarla como centro cultural de su país en Viena.
Entre 1976 y 1977, la Kundmanngasse fue ampliamente reformada, aunque el resultado no fue todo lo bueno que debiera.

Por otra parte, la construcción de altos edificios alrededor provocó la destrucción del jardín delantero, lo que a su vez obligó a la modificación de la entrada.

Situación

La casa se ubica en la Kundmanngasse, una calle por medio del canal del Danubio, en el distrito este de Viena, Austria,  en un terreno ahora invadido por edificios ajenos de mayor altura.

Evolución del proyecto

La hermana de Wittgenstein le encarga el proyecto de su casa a su amigo y arquitecto Paul Engelmann en primer lugar.

Un poco más adentrados en el proceso de diseño le pide a su hermano que ayude a su amigo en el diseño de la casa. Poco a poco sin embargo, Wittgenstein se va involucrando más y más en el proyecto hasta que Engelmann opta por abandonarlo a favor de su amistad con la familia. Es entonces cuando Wittgenstein toma el mando absoluto del diseño del proyecto y posteriormente de la ejecución de la obra.

Respecto al plan inicial de Engelmann, Wittgenstein amplió la planta baja, revisó las proporciones del edificio y eliminó toda decoración y ornamento. Él mismo diseñó todos los componentes mecánicos, seleccionó los materiales usados en el interior y en el acabado del exterior, incluyendo cerrojos, cerraduras y picaportes, y también la instalación eléctrica y la fontanería.

En el invierno de 1927, el trabajo estructural de la Kundmanngasse estaba prácticamente terminado y el uno de octubre de 1928, se concedió el permiso para poder habitar la casa a condición de que se instalara una alarma en el ascensor y de que el hueco entre las puertas de la cabina del ascensor y las paredes se estrechara. Ese mes Margaret Stonborough y su familia se mudaron a la casa.

Concepto

La idea de estilo que Wittgenstein aportó al proyecto inicial de Engelmann era evidente: Las dimensiones de las habitaciones y las divisiones de planos entre paredes y suelo seguirían un armonía proporcional, los colores se eligieron por su transparencia y discreción, los materiales por su durabilidad y su no notoriedad. La casa debía ser un contenedor para lo importante: sus habitantes, sus muebles, las obras valiosas. Su belleza la depositaba Wittgenstein en la pureza y claridad de la edificación.

Wittgenstein sigue los principio de su contemporáneo y gran amigo Adolf Loos, renunciando a todo ornamento ya que como dijo el propio Loos: “sólo la perfección es bella, y la arquitectura, en tanto que practica, no puede ser perfecta, y por lo tanto nunca será bella”.

La alta, austera y casi blanca estructura de la Kundmanngasse ofrecía un fuerte contraste con los frondosos árboles del jardín que la rodeaban. El único elemento abierto es un porche, al sur con sus amplios escalones y ventanales adyacentes al hall.
La casa ofrece una inmediata impresión de solidez y austeridad. Sin embargo, no ofrece un aspecto monolítico sobre un cuidado jardín. Al contrario, la naturaleza monumental del edificio resulta elegantemente rodeada por el jardín, creando una deliberada fusión de naturaleza y cultura. El bloque central avanza como si fuera a adelantar a un segundo bloque diagonal y a las dos terrazas; crea así un efecto dinámico que es enfatizado por el tercer bloque que, de dimensiones menores, repite el mismo movimiento hacia delante sobre la terraza sur.

A diferencia del proyecto de Engelmann, en el de Wittgenstein toman más fuerza los planos de pared que los de ventana. La distancia horizontal entre ventanas es menor que la distancia desde las ventanas a los bordes de la pared, mientras que los parapetos de las terrazas son extensiones de las elevaciones superiores. Las ventanas son más altas que anchas, con divisiones sólo verticales, disminuyendo en altura además, según la altura de los pisos, lo que produce un efecto de edificación más estilizada.
La tendencia ascendente del edificio es atemperada por las claras líneas horizontales que marcan el final de los planos de pared; no hay canalones para evacuar agua y los filos del tejado o de las terrazas se reducen al mínimo.

Posiblemente la regla de Wittgenstein haya sido: Cada plano tiene su propio eje vertical de progresión y siempre que un plano esté paralelo a otro, sus ejes verticales no coinciden, creándose así un tensión interplanar.
Conversamente, siempre que el eje vertical de los vanos de las ventanas cambie, hay también planos paralelos de pared. Todo esto contribuye a dar esa impresión despejada que produce la casa.

La hermana del arquitecto, Hermine, relata este proceso del diseño de la vivienda y su construcción:

»Ludwig diseñó cada ventana y puerta, cada cierre de ventana y radiador, con tal cuidado y atención al detalle como si fueran instrumentos de precisión, y a la vez de forma sumamente elegante. Y entonces, con su incansable energía, se aseguraba de que todo se realizara con el mismo meticuloso cuidado.
Todavía puedo escuchar al cerrajero preguntándole, respecto a una cerradura, «Dígame Señor Ingeniero, ¿es tan importante un milímetro aquí o allá?» Incluso antes de que terminara de hablar, Ludwig contestó tan alto y vigorosamente «¡Sí!» que el hombre casi salta del susto. En verdad, Ludwig tenía tal sensibilidad para las proporciones que a menudo medio milímetro era importante.»

Espacios

Wittgenstein, al contrario que en la fachada exterior, luchó por mantener un simetría interior. Se vio así en ocasiones obligado, por ejemplo, a engordar muros para lograr esta simetría interior, lo que naturalmente conlleva una pérdida de espacio.

La planta central de la Kundmanngasse, en la versión definitiva después de las modificaciones realizadas por Wittgenstein, contendrá las habitaciones comunes de la familia: un vestíbulo, un Saal (que servirá también como habitación de música), el comedor, la terraza sur, la escalera, la sala de estar (que servirá también como biblioteca), y el comedor para el desayuno, dispuesto todo ello de forma simétrica, lo que contrasta con la asimetría del exterior. El plano de la planta principal muestra rápidamente las intenciones de Wittgenstein y de su hermana; el bloque poco profundo añadido a la fachada trasera será el lugar destinado a ubicar las habitaciones de Margaret, mientras que el resto de las habitaciones irán en los pisos superiores. En este bloque trasero, Wittgenstein incluye un salón, un vestidor, un baño y una habitación para el servicio, además de un pasillo que va desde el salón a la escalera central, en el que hay todavía espacio para un aseo, una despensa amplia detrás del comedor, una entrada separada para el servicio en la parte trasera de la casa y el hueco por donde circularan el ascensor y la escalera.

El segundo piso contiene habitaciones para los niños, la institutriz, los invitados y los sirvientes así como dos baños.

Finalmente, en el sótano, encontramos unos nichos en donde se ubicarían las cortinas metálicas que cubrirían las ventanas de la planta principal. Además, se encuentra allí el comedor de la servidumbre, la habitación de la caldera, el garaje y el depósito de fuel. La cocina, también en el sótano, estaba situada debajo de la despensa y el comedor.

Estructura

Los dibujos técnicos y los cálculos de las especificaciones del edificio, fueron realizados por otro discípulo de Loos con más experiencia en edificación, Jacques Groag.

Sin duda, Groag conocía las técnicas arquitectónicas más actuales del momento. La Kundmanngasse fue construida según estas últimas tendencias. Sus muros de carga de ladrillo estucado encubren una estructura de hormigón, estando algunos de los pilares reforzados. Nervios de hormigón sostenidos por vigas igualmente de hormigón descansan en los puntales y las paredes exteriores apuntalan los suelos. Estos pilares y nervios de hormigón forman la estructura del bloque principal y permiten la apertura siguiendo esa asimetría en los pisos superiores.

Las paredes interiores están prefabricadas.

El hueco de la escalera y el fuste del ascensor se forman mediante una trama de doce pilares de hormigón estilizados.

Las puertas de la planta baja y todas las ventanas se realizaron en acero y fueron diseñadas mientras se construía la casa. Los radiadores eran de hierro fundido y las puertas de los pisos superiores eran de madera.

Materiales

En los materiales y decoración interior muestra la misma austeridad y simplicidad que en el exterior.

Piedra artificial de color antracita brillante para los suelos, paredes enyesadas de blanco sucio o crema, cielos rasos emplastados en blanco. Las partes metálicas de las puertas se pintaron de un gris neutro o un verde grisáceo deslucido. Las dobles puertas correderas del comedor y del hueco de la escalera tenían cristales trasparentes en la cara del hall, pero en el otro lado llevaban cristales traslúcidos blancos, de tal manera, que dependiendo de qué puertas se cerraran ofrecían un distinto aspecto, abierto o reservado. Las puertas del salón eran opacas. Wittgenstein no usó molduras, rodapiés o umbrales. Las paredes, pilares y puertas se unen al suelo directamente. Así mismo los marcos de las puertas o ventanas se anclan directamente en las paredes.

El diseño de las puertas de cristales y ventanas fue una obra maestra de la construcción mecánica debido a la gran rigidez que hace falta para evitar que los cristales altos y estrechos se rompan con facilidad. Los marcos de las puertas fueron construidos por secciones angulares de acero atornilladas, en donde el cristal se colocaba en la sección más estrecha que a la vez servía de cruceta diseñada precisamente para este propósito. Cerrojos y picaportes se encajaban en el propio marco de la puerta.

Como es costumbre en Austria, las puertas y ventanas de las fachadas eran dobles para aislar de las frecuentes bajas temperaturas. Se abren ambas, la interior y la exterior, hacia dentro y mediante una laña montada en la puerta o ventana exterior se podían cerrar fácilmente una con otra en cualquier posición.

Las ventanas tenían persianas enrollables, originariamente de metal, que transcurrían en dos carriles verticales, que las hacían invisibles cuando no se usaban; el mecanismo para subir o bajar las persianas se escondía en la pared exterior y se accionaban con cintas estrechas.

Planos

Fotos

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