Casa – Estudio de Frida Kahlo y Diego Rivera
Introducción
La Casa Estudio de Diego Rivera y Frida Kahlo es uno de los hitos culturales más importantes de la Ciudad de México, tanto por haber sido el sitio de residencia y trabajo de dos de los artistas plásticos más importantes del siglo XX, así como por ser la primera construcción del movimiento moderno realizada en el continente americano.
La obra causó una fuerte polémica en la década de los 30 al combinar la arquitectura orgánica mexicana y el muralismo arquitectónico con el funcionalismo. Representó la rotura de todos los paradigmas estéticos de la arquitectura mexicana hasta ese entonces, al incorporar de manera contundente las teorías y pensamientos más vanguardistas que arquitectos como Le Corbusier estaban desarrollando en el continente europeo. Pensamientos como el uso racional de los materiales, el análisis del funcionamiento ideal de los espacios y la adecuación de los mismos a las actividades que se realizaban dentro de ellos, ideas que en un principio resultaron radicales pero con el tiempo fueron asimiladas por la arquitectura a nivel mundial. Estas casas fueron realizadas con el mínimo posible de gastos y trabajo.
El arquitecto y pintor mexicano Juan O’Gorman, amigo personal de Diego Rivera, se encargó del proyecto. La historia de la casa-estudio comienza cuando O’Gorman adquiere dos parcelas. Al mostrarle el lugar a Rivera, el arquitecto ofreció vendérselo al mismo precio que lo había adquirido si le encargaba la construcción de su casa y estudio. Diego Rivera aceptó y además le encomendó una casa para su mujer, Frida Kahlo.
Allí Frida consolidó su carrera de pintora al crear obras como «Lo que el agua me dio», «El ojo Avizor», «El difunto Dimas» y «Las dos Fridas». Por su parte Diego pintó en el estudio alrededor de tres mil obras, entre ellas la mayor parte de su obra en caballete. En este espacio albergó su particular colección de Judas y calaveras, así como buena parte del arte prehispánico y artesanía mexicana.
El muralista permaneció en esa casa hasta el día de su muerte, el 24 de noviembre de 1957. Posterior al deceso, las dos casas fueron heredadas a su hija, Ruth Rivera Marín, quien las donó al Instituto Nacional de Bellas Artes.
El Museo Estudio Diego Rivera se creó por decreto presidencial en 1981, abriendo sus puertas en 1986. En 1994, el INBA efectuó la restauración y rehabilitación de las viviendas, declaradas Patrimonio Artístico de la Nación, según el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 25 de marzo de 1998.
En el museo se exhibe de forma permanente el estudio de Diego Rivera con sus materiales de trabajo como pinceles y pigmentos, artesanías, piezas prehispánicas, judas y objetos personales. También se exhiben en el espacio que Frida utilizaba, sus pinturas y objetos personales.
Periódicamente se instalan muestras de carácter temporal que tienen relación con la pareja que habitó este lugar hasta su traslado a la casa de Coyoacán. Durante los años de trabajo cultural del museo se presentaron más de 250 exposiciones temporales, muchas de éstas itinerantes por México, Estados Unidos, España, Nueva Zelanda, Centro y Sudamérica. Se editaron y publicaron cerca de 70 libros, catálogos en los que se ahonda en el conocimiento del arte y la vida de Kahlo, Rivera, O´Gorman y otros artistas. Se llevan a cabo talleres, conferencias, presentaciones de libros, visitas guiadas y apoyos fotográficos a instituciones y empresas culturales y editoriales.
Situación
Las dos viviendas se encuentran en la misma parcela, en la esquina de Palmas y Altavista de la Delegación Alvaro Obregón, en la tradicional Colonia San Angel de la Ciudad de México. Se diferencian completamente del resto del barrio y solo se identifican con el ambiente natural y el construido a través de los colores y de los cactus que rodean la construcción y la relacionan con el entorno.
Concepto
O´Gorman, heredero de la escuela holandesa de arquitectura y de Le Corbusier, diseñó esta casa, especialmente para la pareja, que constituye uno de los primeros ejemplos de arquitectura funcionalista.
Tomando las ideas fundamentales de Le Corbusier sobre la máquina de vivir y sus 5 puntos propuestos, y recapacitando sobre las condiciones vividas en México, resolvió los problemas de vivienda con el mínimo coste. Creó así una casa conformada por dos bloques de concreto liso, independientes uno del otro y comunicados por un puente angosto que une las azoteas. Un bloque es rojo y representa a Diego. El otro es azul, representando a Frida. El puente que los une es el lazo de pasión entre ellos. También cumple con los 5 puntos de Le Corbusier antes mencionados, con la casa sobre pilotes, plantas libres, fachadas libres, terraza jardín y ventanas alargadas.
La obra muestra su esqueleto de acero, tuberías, escaleras y sus materiales económicos. A su vez, es una casa mexicana con sus colores fuertes, texturas de pisos y su cerco de cactus. Es una fábrica, una máquina de vivir, la máquina de arte donde Frida y Diego producían un mundo estético nutrido de México, su historia, su gente, sus problemas y sus sueños.
Espacios
La casa está formada por dos bloques prismáticos, simples, de concreto liso con grandes ventanales. En el bloque rojo Diego Rivera tenía su estudio y sus habitaciones, mientras que en el bloque azul se encontraban los espacios de Frida Kahlo.
La obra está concebida como una máquina que busca luz. Las aberturas ubicadas hacia el norte captan la luz difusa que permite una iluminación uniforme y no altera los colores sobre la pintura. Mediante los grandes parteluces de las losas superiores se intenta lograr una iluminación más controlada.
La Casa Roja
La casa de Diego dispone de 3 plantas en las que se distribuyen los servicios, los vestíbulos, la galería, 3 habitaciones, dos baños completos, el estudio, un despacho y una sala de estar. La planta baja está prácticamente libre, albergando sólo los servicios. A través de una escalera exterior se accede al pequeño vestíbulo del primer piso, a la izquierda una sala-galería donde Diego expone las obras que están a la venta, en la planta también hay una recámara y un lavabo.
A la segunda planta se puede acceder tanto por la escalera exterior como por una interior. Al igual que la primera planta esta alberga un pequeño vestíbulo a cuya izquierda se encuentra el amplio estudio del artista. En la parte norte un gran ventanal oblicuo permite la entrada de luz pero no del sol, ya que O´Gorman buscó el norte magnético para minimizar la luz directa del mismo que podría perjudicar las obras de arte. La parte baja de este ventanal se abre para permitir subir bastidores u objetos de grandes dimensiones. En la segunda planta también se ubica el dormitorio del pintor y un baño. Una tercera planta alberga un entresuelo abierto hacia el estudio, otra habitación utilizada como despacho por Rivera y una puerta que comunica con la terraza.
La Casa Azul
La casa de Frida consta de solo 2 pisos, cocina, comedor, sala, recámara principal, estudio, cuarto de baño y cochera. Ambas casas están conectadas por un puente en la zona de las terrazas que permite el paso de una vivienda a otra.
Al igual que la casa de Rivera, la planta baja de la casa de Frida es un espacio abierto entre pilotes que sirven de sostén para las plantas superiores. En esta planta se encuentran las zonas de servicio y una escalera semicircular que lleva al primer piso. En la primera planta a la izquierda se ubica la pequeña cocina, en el resto el comedor y la sala de estar. La escalera continúa hasta la segunda planta en la cual la mitad oriental está destinada al estudio de la pintora, la otra mitad está ocupada por un pequeño vestíbulo que da acceso a la escalera que conduce a la terraza y al pequeño dormitorio de Frida, con una ventana que mira al sur.
Estudio fotográfico y servicios
O’Gormar también construyó una estructura totalmente independiente a las dos casas destinada a estudio fotográfico y en el fondo del terreno un pequeño anexo de una planta con cochera y dos habitaciones de servicio.
Estructura y Materiales
Las estructuras de ambas casas son independientes, de hormigón armado. Siguiendo las características que marcan la teoría arquitectónica funcionalista de O’Gorman, «gasto mínimo y esfuerzo, máxima utilidad», la construcción se basó en el uso del hormigón armado, adaptando el diseño a la función. Las losas del techo quedaron a la vista en ambas casas y solamente se estucaron los muros realizados con arcilla estructural. Las instalaciones eléctricas y de plomería están expuestas. Para las puertas se utilizaron planchas de asbesto con marcos de hierro.
Una escalera caracol exterior de hormigón parte de una ventana situada en el segundo nivel del bloque azul y da a la azotea. Allí Frida acostumbraba tomar baños de sol.
El estudio de Rivera tiene 3 pisos con losas ligeras de hormigón escalonadas en los techos interiores que quedan expuestas. Los marcos de las ventanas que van de suelo a techo son metálicos, permitiendo la entrada de luz natural al estudio. Éste tiene un plano libre, principalmente geométrico, que incluye servicios y pasillos. La introducción de estas características arquitectónicas a principios de los años 30 es una de las contribuciones más valiosas a la moderna arquitectura del siglo XX.
La casa de Frida fue construida con paredes de ladrillo, con enlucido tanto interior como exteriormente, mientras que el hierro estructural fue utilizado en los marcos de las ventanas. Un puente sobre el tejado une esta casa al estudio del pintor.
El laboratorio fotográfico estaba situado en una construcción separada y sencilla construida adyacente a una de las dos líneas de propiedad.
Video
Escenas de la película «Frida» filmadas en la casa-estudio.