Introducción
Esta casa, diseñada por y para Álvaro Leite Siza Vieira, constituye según el propio arquitecto la obra de su vida. Todo el proceso de creación de esta obra se desarrolló durante doce años, en los cuales el arquitecto buscó el emplazamiento, diseñó el proyecto y lo construyó. El proceso de diseño le ocupó de 2004 a 2005. La construcción empezó en febrero de 2006 y terminó en julio de 2010.
Situación
La casa se sitúa a las afueras de la ciudad de Oporto, Portugal. La parcela, ubicada en el número 627 de la Rua de Fez, se encuentra en un barrio residencial alejado del centro de la ciudad y caracterizado por los espacios verdes.
Concepto
La arquitectura de esta casa no intenta crear un espacio acogedor, sino despertar el interés de quien la contempla y adaptarse al estilo de vida del arquitecto.
“El diseño se desarrolló como una expresión de intenciones paradójicas: casa-atelier, espacio interior-exterior, sociales- culturales, privadas y públicas, y de ocio-trabajo” – Álvaro Leite Siza Vieira
El diseño no surge de solucionar las necesidades y el programa típico de una vivienda, sino que intenta sublimar el proceso creativo, representante las ideas, impulsos, tensiones y fuerzas que hay detrás de la materia. En la concepción volumétrica de la casa intervienen alineaciones visuales, asimetrías y perspectivas.
La forma surge de la idea del arlequín, personaje que se ríe de los problemas, tensiones, y dramas que hay a su alrededor. A través de dibujos hechos con gran libertad, este espíritu se traduce en formas geométricas abstractas en las que el arquitecto ve surgir un nuevo clasicismo. Con estas formas, también quiere representar las relaciones humanas y sus emociones.
La imagen figurativa del edificio es resultado, por lo tanto, de las presiones del mundo exterior, plasmadas aquí como agresiones simbólicas a la volumetría tradicional de un prisma.
“A través de una rigurosa abstracción que hiciera posible el sistema constructivo, hecho a partir de rombos conectados en diferentes ángulos que confieren una mayor tridimensionalidad, encontré la proporción que quería, la horizontalidad que deseaba, la orientación predefinida, la materialización y la dirección determinadas. El simbolismo de la figura que sublima la opresión de un sistema” – Álvaro Leite Siza Vieira
Espacio
La parcela
La marcada direccionalidad de la casa proviene directamente del tema de la parcela. En un primer momento, el arquitecto adquirió un terreno bastante económico por el hecho de no tener salida a la calle. A continuación se planteó como conseguir la conexión a la calle que haría el proyecto viable. Uno de los propietarios de las parcelas adyacentes era primo de su madre y finalmente el arquitecto consiguió convencerle para que le vendiera la propiedad. Además tuvo que hacerse con una solar más para que todo el proyecto fuera factible.
El terreno sobre el que se asienta la casa, resultado de la agrupación de estas tres parcelas, se caracteriza por tener un frente muy estrecho respecto a la calle, mucha profundidad, y una gran extensión en la parte trasera del conjunto, paralela a la calle y sin vistas a ella.
La casa
“Las fachadas de la planta baja expresan los espacios interiores, en contraste con el piso superior. En este caso, la agresión del exterior crea tensiones simbólicas, como si el exterior estuviera presionando hacia el interior, reduciendo los volúmenes y dando lugar a una única imagen figurativa “– Álvaro Leite Siza Vieira
La volumetría exterior se puede entender a partir del concepto de un prisma rectangular al que le suceden una serie de interacciones con el entorno que lo transforman en diversos puntos dando lugar a espacios singulares. La volumetría de la vivienda tiene también un marcado sentido escultórico a la vez que puede entenderse como una piel, como si de una hoja de papel se tratase, que se va plegando y recortando.
“Los volúmenes se organizan en secciones verticales y horizontales, con el taller mirando hacia la calle, el aparcamiento y áreas de servicio formando una bisagra y, finalmente, la residencia relacionada hacia el jardín. Una piscina ocupa la parte más baja con los cimientos, y las áreas públicas y sociales están en el nivel superior de gravilla“– Álvaro Leite Siza Vieira
Como vemos, los espacios de la casa también se distribuyen dentro del volumen según su uso, más público o más privado. El estudio, situado junto a la calle, se cierra a ella para asegurar un espacio de trabajo libre de distracciones e interrupciones. La vivienda, ubicada en la parte trasera de la parcela, situación que asegura la privacidad, se abre hacia el jardín disfrutando de las vistas del exterior.
Dobles espacios relacionan diferentes estancias de la casa, como el estudio de arquitectura de la planta baja con el taller personal del arquitecto en la planta superior. El estudio es un espacio para el arte y la arquitectura. Diseñado para ser una zona multifuncional, alberga ocasionalmente exposiciones, seminarios y conferencias.
Una librería, mueble diseñado también por el arquitecto, separa y define los espacios de la sala de estar y el comedor. Toda la casa está equipada con muebles de diseño propio y piezas de mobiliario del patrimonio familiar. En el sótano de la vivienda hay una piscina con salidas al jardín iluminada por varios patios de luz.
Estructura y materiales
La estructura de la casa es de hormigón armado. Los principales materiales utilizados en el proyecto son granito del sur de Portugal en el exterior, mármol de Grecia para los espacios intermedios y piedra caliza para el interior.
Las formas geométricas simples junto con la elección de los acabados, paredes blancas y suelos de madera, confieren al interior de la vivienda el aspecto de una galería de arte en el que resalta el mobiliario clásico.
“Espacios de transición, pórticos, luces, manillas, puertas, barandas, incluso algunas pinturas y muebles fueron diseñados especialmente, pero también adquirí mobiliario del siglo XIX de mi familia que se ajustan perfectamente al ambiente de la vivienda” – Álvaro Leite Siza Vieira
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