Casa Nautilus
Introducción
Este caprichoso diseño cercano a la Ciudad de Méjico, lleva formas de la vida acuática a la arquitectura. La Casa Nautilus, obra del arquitecto mejicano Javier Senosiain de Arquitectura Orgánica, mezcla la arquitectura moderna con el arte contemporáneo y pertenece a la categoría de “trabajos orgánicos” del arquitecto, inspirados en el mar.
Finalizada en 2007, la vida social dentro de la vivienda fluye sin divisiones, con muebles que forman parte de la misma casa, consiguiendo que sus habitantes o sus huéspedes se integren y se sientan parte de la naturaleza, como un habitante interno del caracol. En la Casa Nautilus nada se impone, en lugar de dar forma se encuentra la forma, se trata de ayudar a que las cosas descubran su forma.
Situación
El proyecto construido para una pareja y sus dos hijos fue construido en el Municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de Méjico. Integrada plenamente con el entorno natural que la rodea la Casa Nautilus está rodeada por edificios más altos, a excepción del lado oeste, desde donde se pueden apreciar unas preciosas vistas de las montañas.
Javier Senosiain explicó que desde los primeros esbozos se definió la zona de implantación de la construcción en el fondo del predio, quedando al frente los accesos peatonales y el vehicular, como también el jardín exterior. Además, se dejó una sola fachada tradicional, pero se agregó una llamada quinta fachada, las cubiertas, en lenguaje arquitectónico.
Concepto
Las formas redondeadas y curvas de su arquitectura imitan y reinterpretan las conchas de los nautilus, cefalópodos que dan nombre a la residencia. Las conchas de los nautilus, además de inspirar protección, son sinónimo de perfección pues las espirales de su caparazón responden a un logaritmo matemático, habiendo influido en inventores como Robert Fulton, creador del submarino, o literatos como Julio Verne.
Se trata de una expresión libre del espacio, en el cual el principal concepto es que en su interior sea una vivienda orgánica.
Espacios
La forma caprichosa de la casa cuenta con un sorprendente corte en la pared donde se ha ubicado la entrada principal flanqueada por una escultural pared de vidrios coloreados cuya visión la hace atractiva desde el exterior mientras que en el interior proyecta múltiples manchas de colores sobre las paredes.
Al acceder desde el exterior, se sube por una escalinata y al pasar al interior a través del gran vitral, viviendo la secuencia de un recorrido, se genera una experiencia espacial en donde ni las paredes, ni el piso, ni el techo son paralelos.
Alfombra de hierba
El detalle de un ambiente colorido y sin límites espaciales es sólo una de las características inusuales de la vivienda. En su interior una “alfombra de hierba” conduce a sus residentes a través de una red de caminos de piedra hacia las distintas áreas de la casa.
Baño
Esta estancia recrea las profundidades marinas, con paredes de arena, azulejos azules y altas ventanas redondas. De un nicho en la pared sale un chorro de agua a modo de manantial que brota de la roca
Habitaciones
Tanto en las habitaciones como en el salón o el baño las pequeñas oquedades del techo permiten la entrada de luz, como en las casas trogloditas, muy resguardadas de las inclemencias del tiempo
En esta casa se ha prescindido de las divisiones internas que separan unas dependencias de otras en las partes comunes, consiguiendo un espacio abierto armónico y unificado, similar a la casa de un molusco. Sólo algunos muros curvos que imprimen a los espacios movimientos sinuosos, armónicos y calmos han sido utilizados para crear espacios privados en la planta baja, dormitorios, vestidores, baños y cocina.
Una vez atravesado el umbral, destacan la sala, que emerge del jardín interior y la mesa del comedor que sale del muro. Algunas oquedades en la parte superior de la gran sala permiten una mayor entrada de luz natural.
La escalinata que asciende en espiral, continúa por el vestíbulo, pasa por la sala de televisión, cobijada por el vientre del Nautilus, curva y con asientos alrededor de un eje central donde se ubica la pantalla. Siguiendo la escalera caracol, fluye el espacio hacia el estudio, desde donde puede contemplarse el paisaje montañoso. En la parte alta de la casa, en el centro, también se colocó el tanque de agua que termina en punta.
La casa, al acoplarse a los desniveles del terreno, no cede en ningún momento a la línea recta. Todas las estancias respetan la dinámica de la estructura
Estructura
La estructura fue creada con marcos de acero recubiertos con malla de alambre de pequeño diámetro (alambre de gallinero) sobre la que se vertió una fina capa de hormigón, de entre cuatro y cinco centímetros de espesor. Esta técnica permite curvas redondeadas y naturales, evitando la necesidad de muros de carga o pilares. El interior está lleno de espirales, círculos y salas de forma orgánica que imitan las cámaras cóncavas que uno esperaría encontrar dentro de un molusco gigante.
Lo que le da la rigidez estructural, es la forma toral en espiral continua de doble curvatura, que trabaja estructuralmente como la morada de un gran caracol.
Construcción
«…La planta con forma espiral se fue adecuando sobre el terreno, para cuyo trazo se dibujó el espiral logarítmico. El trabajo en maqueta requirió numerosos cambios hasta obtener el volumen y la forma que se quería obtener, “el Nautilus”
Con su construcción se obtuvo un espacio armónico en tres dimensiones donde se percibe la dinámica continua de la cuarta dimensión al transitar en espiral sobre la escalinata, con la sensación de flotar sobre la vegetación.
Asciende la escalinata en espiral, continúa por el vestíbulo, pasa por la sala de la televisión cobijada por el vientre del crustáceo. Y subiendo por la escalera caracol se llega al estudio desde donde se mira el paisaje montañoso. En la parte posterior queda la zona íntima y la de servicios…» (Arquitectura Orgánica)
Ventilación
Para la ventilación se colocaron, bajo tierra, dos conductos que permiten la entrada de aire desde el exterior. En la época de calor, el aire se enfría y refresca la casa al fluir por el caracol en espiral, empujando el aire caliente hacia arriba y saliendo por la parte alta. En cambio cuando la temperatura exterior es fría, el aire al penetrar por el conducto calienta la casa.
Materiales
En la construcción de la Casa Nautilus se ha utilizado ferrocemento, material de construcción compuesto, de poco espesor y flexible. Este material formado por una malla de acero de pequeño diámetro distribuida transversalmente y recubierta con una mezcla especial de hormigón resulta más liviano que las paredes de ladrillos, es de fácil mantenimiento, tiene una larga vida útil y es a prueba de terremotos. En el caso de esta vivienda la capa es de entre cuatro y cinco centímetros.
La apertura de la concha está cubierta por una pared de cristales multicolores, que filtran la luz del sol y proyectan el cromatismo en el salón interior.
Los caminos que recorren la sala principal, entre plantas que prescinden de macetas ya que están plantadas en grandes parterres integrados en el suelo, están recubiertos con piedra natural. En algunos muros se han hecho incrustaciones de piedras de colores, como los detalles del baño o la campana de la cocina.
En todas las estancias de la casa se han creado muebles “ad hoc” que incorporan artesanía mejicana con personalidad propia.