Casa Ocho al Cubo
Introducción
La idea inicial del proyecto Ocho al cubo fue reunir a ocho arquitectos nacionales de primer nivel en un proyecto emplazado en el corazón de Marbella, Chille, con el único propósito de dar rienda suelta a su creatividad.
La iniciativa de Eduardo Godoy y Sylvain Chevalier, directores de Interdesign Arquitectura, contempla en su etapa nacional la construcción de ocho casas en el sector K de Marbella, más precisamente en el kilómetro 35 de la carretera Con Con – Zapallar, en la V Región.
Quienes participaron en el proyecto son los connotados profesionales Christian De Groote, Mathias Klotz, Smiljan Radic, José Cruz, Teodoro Fernández, Cristián Valdés, Cecilia Puga, y Sebastián Irarrázaval.
La etapa inicial del proyecto nacional, contempló la construcción de 4 casas ubicadas frente a la cancha de golf de un condominio cerrado cercano al mar, entre ellas la casa de Mathias Klotz.
En el resultado final sobresale la innovación en el uso de los materiales, los desafíos de cálculo de las obras, y en especial la creatividad.
El paisajismo tiene un papel fundamental en el proyecto general, y particularmente en la casa, pues dirige la vista hacia el norte y protege las construcciones, delimitando vistas transversales hacia el campo de golf y vistas longitudinales; el mismo se desarrolló bajo la premisa de envolver al conjunto de casas y darles unidad.
La zona costera donde se emplaza el proyecto permitió conformar barreras de densa vegetación que aislaron las casas del viento conformando vistas transversales.
La vegetación se dispuso con gran libertad en cuanto al uso de líneas curvas y no rectas para diferenciarse de las propuestas arquitectónicas.
Se plantó vegetación nativa y perenne con especies como peumos, molles, maitenes, boldos y amelias, un árbol caduco que en invierno pierde sus hojas, evitando la humedad.
El grupo original definió normas respecto de materialidades, alturas y vistas con el objeto de lograr un conjunto armónico. Además se proyectó un paisajismo unitario para lograr la noción de parque con casas en lugar de tener una colección de especies diversas, producto de plantaciones particulares.
Situación
La casa está ubicada en la parte más baja del sitio, colinda con el campo de golf por el oriente, con vecinos por el norte y el sur, y con una calle por el poniente.
Debido a la pendiente del terreno, la calle está tres metros sobre la cota de borde con el golf.
Concepto
Se buscó no competir con el entorno natural sino integrarse al mismo.
Es la primera vez que el arquitecto Mathias Klotz diseña una casa para un usuario desconocido, y por eso la proyectó bajo un programa común, pensando la casa como una segunda vivienda (de fin de semana).
Por eso se realizó un diseño más flexible que a una casa de ciudad, con recintos cómodos y funcionales, para ser vivida de una forma convencional por una familia cualquiera; cuenta con un estar amplio con cocina integrada, tres dormitorios, servicios y salita.
Ya que el sitio de 1.500 m2 tiene forma rectangular y mira hacia el campo de golf, la casa se concibió de un solo piso y con la forma de una S de líneas rectas, para que todas las habitaciones recibieran asoleamiento desde el norte. Además, como en todas las construcciones del proyecto Ocho al Cubo, la fachada sur se presenta cerrada, salvo por una ventana superior que recorre todo el pasillo.
Espacios
La casa se desarrolló en una única planta. Como se dijo previamente, la misma tiene forma de S recta y genera dos patios atravesados por el estar, que sirven para distintos propósitos.
Se realizó esta forma para que los recintos más importantes de la casa tuvieran vista y sol. Uno de los patios es el denominado íntimo (el que tiene el fuego), el otro contiene la piscina y se proyecta sobre el campo de golf.
Se nos muestra un paralelepípedo posado sobre un lomaje natural, dispuesto en un escorzo leve, y horadando la base. De este modo se logra una composición equilibrada entre lo natural y lo impuesto, y no se compite con la naturaleza.
El programa se distribuye dejando los servicios en el ala norte, ubicando lo público en el centro, y las habitaciones en el ala sur ganando las mejores vistas y el mejor asoleamiento.
El acceso se genera desde la calle por una escalera estrecha que baja hacia un patio semi interior. Éste, al estar hundido, se convierte en un jardín bastante privado, que tiene plantadas especies como camelias, pitósporos tobira y verónicas.
El ingreso a la casa se hace por el volumen que contiene al comedor, cocina, living y sala de estar en un solo gran espacio. Este espacio, cuenta con un módulo a media altura construido en hierro que hacia el interior es chimenea, y hacia el exterior, en el jardín duro de acceso, se convierte en parrilla. Perpendicular a este primer cuerpo se encuentra otro que agrupa el área privada, compuesto por un pasillo que conduce a las piezas, rematando en el dormitorio principal. Todas las habitaciones miran hacia el golf. Donde se intercepta este volumen con el de los espacios públicos, se crea una terraza en forma de L con vista panorámica del campo.
Con esta misma idea de equilibrio natural de reponer lo que se saca, los muros no se perforan, sino que se pliegan: el muro que generalmente lo entendemos como un plano delimitador, se presenta con una distancia de las ventanas, y así ya no hay una diferencia tan clara entre interior y exterior, sino que se trata acerca de cómo atrapar la luz exterior y retransmitirla hacia el interior. Los muros en esta condición quedan como aireados, incluso suspendidos.
Desde el interior se tiene la sensación de estar inmerso en el paisaje exterior, y a la vez se logra una luminosidad similar a la que se produce bajo el follaje de un árbol, pero con la calidez del hogar. En lugar de barandas cerradas se colocaron paños vidriados para lograr el mismo efecto.
A su vez, un corredor que en un tramo es un semi-puente también refuerza el concepto anterior.
La luz también juega un papel importante en este proyecto: los numerosos paños vidriados contrastan con los muros de hormigón. Además hay entradas de luz por los patios y los lucernarios.
Materiales
En cuanto a los materiales empleados, en su mayoría se empleó el hormigón blanco visto sin recubrimientos, solo unos pocos muros interiores se pintaron (de blanco). Los cielorrasos también son de hormigón.
Como pavimento se usó mármol travertino, incluso en los patios, terrazas y baños, en estos ambientes, a su vez se pusieron bañeras y lavatorios hechos en obra de también de mármol.
El mármol junto a una carpintería de madera oscura de cedro pretenden crear un ambiente sobrio.
En la fachada con entablado de madera se oculta el estacionamiento para el carro de golf, requerimiento de este proyecto. Gracias al uso de estos materiales y a la disposición de los espacios, Mathias Klotz logró reflejar discreción y sencillez en esta obra.
Su arquitectura es muy sencilla, ejecutada con materiales nobles y con una espacialidad muy neutra, por lo que el usuario es quien le imprimirá su sello propio», asegura el profesional.
Curiosidades
Los muebles de la cocina son Xilofor.
El dormitorio principal se vistió con un respaldo de Toyo Ito y una pintura del artista Lorenzo Moya.
Tecnología
Esta casa al igual que el conjunto, cuenta con un sistema de domótica que, por medio de Internet y telefonía móvil, controla las casas desde cualquier lugar del mundo. El sistema permite controlar hasta 99 puntos eléctricos de las viviendas, como climatización, iluminación, riego automático, portones, persianas, piscina y un sistema integral de seguridad. Además el sistema de seguridad permite ver y escuchar por teléfono móvil lo que está sucediendo en la casa a través de cámaras y micrófonos.