Casa Rotonda
Introducción
Generalmente cuando a un arquitecto se le encarga un proyecto, éste comienza por el estudio del entorno, analiza el emplazamiento y trata de cubrir las necesidades de su cliente. Mario Botta utiliza un método muy diferente, en lugar de realizar esa primera investigación, comienza por la afirmación de una forma geométrica simple. En este caso, la casa realizada para Liliana y Ovidio Medici, es un cilindro rotundo y macizo de hormigón gris. Esta actuación no significa que el arquitecto haya ignorado el entorno o no tenido en cuenta la forma del solar, muy por el contrario es una estudiada respuesta a la topografía y a los edificios de los alrededores. Con una colina como fondo, en el lado oeste, sobre la que se construyeron numerosos chalés de todas las formas y estilos, la Casa Rotonda resalta elegantemente.
Situación
La casa se construyó una pequeña parcela de tierra, 750 m2 ubicada en el extremo norte de un barrio residencial en las afueras de Stabio, Via Pietane 12, cantón de Ticino, Suiza
Contexto
El contexto a tener en cuenta era: la situación dictada por los códigos de construcción, desarrollo del proyecto cercano al casco antiguo, comunicación a través de caminos vecinales que se convierten en carreteras transitables y el patrón de los campos y colinas cubiertas de viñedos.
Concepto
«Me imaginaba un edificio de planta circular, atravesada en su eje norte-sur por una fisura por la que desciende luz cenital. Un volumen organizado en tres niveles, una especie de torre, o más bien, un objeto diseñando y cortado a si mismo. La intención era evitar cualquier comparación y/o contraste con los edificios circundantes, pero buscando una relación espacial con el paisaje lejano y el horizonte. Mediante la utilización de un volumen cilíndrico quería evitar elevaciones, que necesariamente, serían comparadas con las fachadas de las casas existentes en los alrededores.
Un edificio así articulado justifica su existencia en el espacio existente entre la tierra, a la cual está fijado por su perímetro, y el cielo, al cual el techo se abre verticalmente a través de la claraboya. Alrededor de este espacio vertical organicé diferentes funciones de vida, con la planta baja concebida como un espacio de transición entre el interior y el exterior, la planta primera como un catalizador de las diferentes actividades, zona de día, y el segundo piso que constituye una zona de mayor intimidad, la zona de los dormitorios.
La búsqueda de la forma y la organización espacial y constructiva, según estas intenciones, motivaron mi trabajo en el proyecto. Sostuve la convicción de que debía proponer una condición ambiental diferente, capaz de abarcar las necesidades primarias y constantes de la vida y de adecuarse a las nuevas sensibilidades y aspiraciones determinadas por la cultura actual. En relación a la Casa Rotonda, igual de importante que otras, esta condición se ha expresado en mi trabajo como arquitecto en un constante volver a empezar desde el principio, una continua revisión de los códigos y “certezas” madurados y adquiridos en los anteriores proyectos” (Mario Botta)
La arquitectura de Mario Botta en la Villa Rotonda es una crítica implícita a la arquitectura del capitalismo, sin escrúpulos y creadora de productos indisciplinados. Botta propone un retorno a las buenas maneras y a la dignidad de la tradicional ciudad europea, con una construcción severa y solemne que aunque no recurre al uso de columnas, capiteles o entablamentos, se acerca bastante a este último en el cerramiento de la escalera, muestra que es hijo de la tradición clásica, con algunas reminiscencias de Palladio
Descripción
Cilindro
Una vez escogido el cilindro como forma, solo queda desarrollarlo y hacerlo habitable, tarea que resulta complicada pues cualquier añadido echaría a perder la forma pura. La salida a la que recurrió Botta fue la sustracción, vaciando el espacio y las aberturas para iluminarlo.
El primer corte divide longitudinalmente el cilindro en dos, abriendo una ranura en la cubierta y en el segundo piso que permite la entrada de luz natural. En el lado sur, este corte, se bifurca a ambos lados para dejar lugar a un amplio ventanal que da luz a la sala de estar y el comedor del primer piso. En el lado norte, el ábside de la caja de escalera se eleva como una columna desde el suelo hasta la cima, dejando ventanales en ambos lados. Esta especie de columna es un toque clásico en la construcción, en la parte superior del ábside los bloques se van acartelando de hilada en hilada hasta formar un capitel.
Iluminación
Una claraboya, que ocupa tres cuartas partes de la longitud del eje norte-sur, proporciona una corriente constante de la luz natural siguiendo el movimiento del sol. Las hileras de ventanas desde el piso hasta el techo ubicadas lo largo de las fachadas norte y sur maximizan la luz y el dejan que el paisaje entre en el espacio, conectándose con el exterior. Durante las horas de la tarde, apliques estratégicamente colocados en las paredes y las lámparas colgantes iluminan la casa
Fachada
En algunos aspectos la Casa Rotonda se asemejan más a un templo que a una vivienda familiar. Las formas geométricas puras que se pueden deducir de la fachada cilíndrica, se pueden asociar más con un edificio de culto y contemplación que con una vivienda familiar. Botta relaciona ambos lugares, el hogar es un espacio de protección y reflexión donde se pueden cultivar los recursos humanos y sicológicos necesarios para afrontar el mañana. Cuestiona la histórica forma de las residencias y consecuentemente crea una heterogeneidad local que desafía las edificaciones de los alrededores.
Las tres plantas de altura en forma cilíndrica con una tapa triangular y atrevidos cortes cuadrados desafía las típicas viviendas de plantas rectangulares de que la rodean, levantándose como una torre medieval moderna. La utilización de un friso romano en la parte superior del cilindro o el triangulo de cristal que recuerda la parte superior de un clásico frontón, refuerzan el sutil eclecticismo de la obra.
Espacios
La escalera sirve como un gesto de diseño constante, cortando a través las cuatro plantas, incluido el sótano, y marcando un tope en la parte superior como una columna dórica. El eje central por debajo de la claraboya, también constante, maximiza la luz en todas las áreas. A medida que los usuarios suben las plantas, van experimentando diferentes niveles de privacidad, pese a que la organización sigue siendo la misma.
El contraste del muro circular exterior y la organización interior ortogonal ilustra cómo los dos elementos pueden unirse con éxito. El interior rectilíneo proporcionar un sentido de direccionalidad y subdivisión. Simultáneamente, el exterior circular sugiere la unidad de todos los espacios dentro de la planta, y entre las plantas. Los dos elementos juntos crear un espacio de piezas dentro de un todo unificado.
Planta baja
La planta baja está diseñada como un filtro entre el espacio interior y exterior. Está prácticamente ocupada por un enorme porche abierto y un garaje que flanquean el vestíbulo de entrada y la caja de escalera. También hay un pequeño aseo.
Planta primera
En este primer nivel se desarrollan las actividades durante el día. Esta planta está generosamente iluminada por un gran ventanal orientado al sur y por la claraboya del vacío creado en el segundo piso. Aunque se trata de una planta abierta, los espacios funcionales están bien definidos, tanto por la luz como por las divisorias.
La sala de estar y el estudio se ubican a un lado de la abertura y el comedor y la cocina al otro. El comedor y la sala de estar tienen acceso al mismo balcón que continúa la forma del cilindro.
Planta segunda
La zona privada de la vivienda se ubica en esta planta y comprende tres dormitorios a los que se accede desde dos corredores situados a ambos lados de la abertura del forjado. El dormitorio principal que ocupa todo un lateral del edificio con baño incorporado, los otros dos en el lado opuesto con un baño entre ambos. En esta planta la ranura del forjado queda abierta, creando un vacío que permite observar la planta de abajo desde los corredores.
La construcción dispone de una planta sótano
Estructura y materiales
El muro de carga realizado en ladrillos, ha sido socavado y fracturado. Para ayudar a las tensiones difíciles de soportar Botta rasga el mismo con unas juntas casi imperceptibles ayudándose de ménsulas de hormigón armado y angulares metálicos que permiten mantener el equilibrio, consiguiendo el efecto de “tensión”, en un muro que al estar incompleto tiende a cerrarse. A esto ayuda la composición de muro escalonado invertido que se asoma al vacío. Las cargas desviadas a los lados del hueco central se reparten por debajo alcanzando el equilibrio estático y visual.
Los principales materiales utilizados han sido el cemento, el ladrillo visto en toda la fachada, el acero y el cristal. Los suelos en el interior son de madera.