Casa Rudin
Introducción
Localizada en un pueblo al límite de Francia y Suiza (Leymen), fue una de las primeras obras de Herzog & de Meuron, realizada para el galerista de arte Hanspeter Rudin.
A primera vista se podría decir que por la forma y aspecto exterior es una casa muy típica, tal como nos imaginábamos una casa en nuestra niñez: el techo de dos aguas, las ventanas y puertas muy grandes y una gran chimenea. El tejado no es más que un tejado, las paredes son simples paredes y ambos formando un plano único donde se disponen perversamente puertas y ventanas.
Como comentó una vez Moneo respecto a la obra, “parece ser forzosa e inevitable una reflexión sobre la historia, aquí presente, que lleva a los arquitectos a esta dolorosa transformación de la memoria, que tentado estaría de calificar de esquizofrenia, provocando un acoplamiento con la melancolía tipológica «.
Esta casa establece un diálogo poco frecuente entre tradición y modernidad subvirtiendo una y otra mientras se aprovecha de sus valores. Si tuviéramos que razonar si corresponde a un proyecto serio o a uno ejecutado en broma creo que lo tendríamos que explicar como una broma muy seria realizada con una gran sutileza.
Situación
La casa está colocada en la falda de una colina entre chalets convencionales centroeuropeos dentro de una urbanización privada, en la ciudad de Leymen, Alto Rhin, Francia.
Limita al norte con la calle Grey Street, al sur Hill Street, al este Clareance Street y al oeste Richmond Street.
Concepto
En la casa Rudin, Herzog & de Meuron evocan los recuerdos infantiles sobre la imagen de una casa, rescatando los elementos más característicos como la gran chimenea, tejado inclinado, un único volumen etc. Asociándolos con una simplicidad elemental y una limpieza en sus acabados, llegando más allá de la literalidad imaginativa de como se concibe una casa, exorcizando la idea primaria de una casa a dos aguas al reducirla a un grado cero de representación iconográfica.
Desde la lejanía no difiere en términos volumétricos de sus vecinas pero altera completamente sus referencias. La casa elude los parámetros propios de la edulcorada hipócrita historicidad de los nuevos edificios falsamente tradicionales para tomar de ellos sólo una visión abstracta que recoge sus geometría y la lleva hacia aquella visión infantil de la casa que todos reconocemos.
Contrapuntos
La casa actúa en un diálogo de situaciones contrapuestas que a menudo es posible ver en clave de divertimento.
- Es una construcción paralelepipédica voluntariamente pesada de hormigón armado visto, por la otra queda elevada del suelo flotando sobre una bandeja soportada por finos pilares.
- Tiene grandes ventanales que la abren sin ninguna vergüenza al exterior, por la otra el acceso es casi secreto y precario bajo la casa.
- Tiene una gran cubierta inclinada, sin embargo el alero y los canalones que corresponderían a esta gran cubierta desaparecen y el agua de lluvia resbala sobre el hormigón hasta llegar al estanque situado en la bandeja de soporte a un lado de la casa.
- La forma de la techumbre remite al mundo de las cubiertas inclinadas mientras el material de acabado es una vulgar tela asfáltica propia de una cubierta plana.
- Por una parte se acerca a los cálidos sueños infantiles, por otro el ascetismo y la dureza de su materialidad se opone a todo romanticismo.
- La casa es longitudinalmente simétrica, pero la escalera la rompe en su interior con una ligera traslación y omite toda dimensión ampulosa al recorrido.
- La casa se erige sobre una bandeja fina de hormigón de trazo lineal y voluntad ideal, pero ésta contiene a un lado una terraza con unas clásicas y vulgares macetas sustituyendo a cualquier barandilla que pudiera dar volumen, y al otro lado contrapone a la terraza una lámina de agua de lluvia de espesor mínimo, quizás remedo o burla de los amplios estanques y piscinas de las grandes fincas veraniegas.
Espacios
En el interior de la casa se destaca como elemento central y de transición exterior-interior y viceversa la gran escalera que va desde el suelo hasta el techo, siendo el eje vertical de la casa y el elemento que la organiza.
Ésta asciende a lo largo del eje longitudinal del edificio dejando las estancias a uno y otro lado de su recorrido y finaliza bajo la luz de una importante claraboya que aprovecha en términos de luz y economía la asimetría que provoca la no coincidencia del eje de la cumbrera con el eje de la escalera.
Las estancias de mayor riqueza espacial se encuentran precisamente en este final de recorrido: la habitación principal con su altillo y el onírico baño de sección transversal extremadamente vertical.
Estructura
Se podría pensar que por ser un cubo de concreto, con muros de hormigón sin terminar es una obra muy pesada, sin embargo esto nos da a entender la importancia de la obra que a su vez se ve contrastada por los elementos de apoyo que la levantan a manera de zancos y aligeran su presencia en el entorno, siendo además una plataforma para que la casa no se pierda en el mismo e iluminando su apariencia.
Esta plataforma también crea un voladizo que reúne el agua de lluvia, siendo este un espejo agradable tanto del exterior como del interior de la misma
Materiales
El techo y los muros de concreto aparente dan la impresión de ser un mismo elemento, pues nos dan la apariencia de continuidad por la ausencia de un alero.
Se la define como una construcción simple y monolítica que permite una conexión con la naturaleza, pues se observa como el agua recorre sus paredes y no desgasta ni daña el material de los muros.
Se destaca el uso de materiales modernos como el concreto y antiguos como el adobe presentándose la fusión pasado-presente-futuro como lo hacen estos arquitectos en sus obras.