Castello Sforzesco
Introducción
El Castillo Sforzesco fue originalmente una Fortaleza de la familia Visconti, posteriormente se convirtió en el hogar de la poderosa dinastía Sforza que gobernó el Milán renacentista. Los fosos para la defensa del castillo fueron diseñados en 1482 por el polifacético da Vinci, a pedido de Ludovico il Sforza, llamado el Moro, y posteriormente drenados por Napoleón quien también eliminó los puentes levadizos.
Se trata de uno de los monumentos más importantes de Milán que hace mucho tiempo sirvió como un símbolo del poder de los gobernantes locales y extranjeros. A principios del siglo XX el castillo fue salvado de la demolición y ahora alberga una serie de museos cívicos.
Historia
Milán, una de las mayores ciudades europeas del siglo XV, sirvió como residencia oficial de los duques de Milán desde 1466.
1360-1370
Entre 1360-1370 el Duque Galeazzo II Visconti construyó, a lo largo de las murallas medievales de la ciudad, una pequeña fortaleza, Castrum Portae Jovis (Castillo de la Puerta Jovis), también nombrado Castillo Visconti. La construcción de 180×180 metros tenía una torre en cada esquina. Después de la muerte del último Visconti en 1447, los ciudadanos de Milán proclamaron la República. La fortaleza fue demolida y sus piedras se utilizaron para la restauración de los muros de la ciudad.
1450
En 1450, el gran condotiero Francesco Sforza, que estaba casado con Bianca Maria Visconti, se convirtió en el duque de Milán. Sforza reconstruyó el castillo. La nueva construcción era mucho más grande y más elegante que la anterior. El famoso arquitecto florentino Antonio Averulino, il Filarete, uno de los primeros artistas del Renacimiento en la ciudad, fue el encargado de construir una torre por encima de las puertas intermedias. La elegante torre de cuatro niveles, embellecida por un reloj y esculturas blancas, suaviza la austeridad de las paredes fortificadas. El arquitecto Bartolomeo Gadio diseñó dos grandes torres circulares en las esquinas de la fachada. El sucesor de Sforza, Galeazzo Maria, transformó el patio en una residencia de lujo, la Corte Ducale.
1482
Para defender la puerta principal del castillo, se recurrió a Leonardo da Vinci para que diseñara un revellín pentagonal más moderno que el existente, que finalmente fue construido durante la ocupación francesa bajo Luis XII, entre 1499 y 1500. Los pocos vestigios que quedaban de la construcción cayeron en el olvido en el foso del castillo.
XIX
Con la unificación de Italia en el siglo XIX, el castillo fue restaurado y transformado, habiendo servido anteriormente como fortaleza militar, en un gran museo.
1911 – 1914
La renovación llevada a cabo por el arquitecto Luca Beltrami entre 1911 y 1914, reconstruyó una parte de las almenas, las paredes, los techos de los pasillos y espacios internos demolidos en el momento de la dominación española.
2010
En 2010 se comenzó un proceso de consolidación de la integridad estructural del Castillo Sforzesco. Tuvo como objetivo armonizar las anteriores restauraciones desde Beltrami a finales de 1800 a las realizadas por BBPR (Banfi, Belgiojoso, Peressutti, Rogers) en 1950. Los trabajos también incluyen la limpieza de estucos y graffitos del siglo XIX pintados en las paredes de la Corte Ducal y en la fachada el edificio que alberga el Archivo Fotográfico y la impresión «Achille Bertarelli», que dan al patio de armas.
Situación
El Castillo Sforzesco se encuentra en el centro del casco antiguo de Milán, Piazza Castello 3, Italia, al lado del Parque Sempione.
Espacios
Después de realizar importantes renovaciones, el castillo es hoy en día el hogar de uno de los más grandes e importantes museos de arte. Hay más de 230 diferentes obras de arte, que incluyen el trabajo de Cerano, Procaccini, Cesare da Sesto, Foppa, Antonello da Messina y Mantegna. El Museo es sobre todo conocido por la gran colección de arte Milanés de su Pinacoteca, con una gran colección de cuadros antiguos, como el de la familia Trivulzio.
Con 3 plantas sobre rasante y una subterránea en la actualizad el castillo alberga siete museos especializados, y numerosas galerías, en los que se reúnen interesantes fragmentos de la cultura histórica ciudadana y cívica de la ciudad de Milán, incluyendo la Pietà Rondanini, el último trabajo de Michelangelo, ubicada en el vestíbulo del Ospedale Spagnolo (Hospital Español) del castillo, rodeada de frescos.
Planta baja
Museo de Arte Antiguo
El Museo de Arte Antiguo (Civiche Raccolta d’Arte Antica) es uno de los más interesantes de los 7 que alberga el Castillo. En él se muestran los apartamentos ducales, algunos de los cuales están decorados con frescos de Leonardo da Vinci. Las cuatro habitaciones de la izquierda muestran una gran colección de artesanía en madera y muebles históricos. Hay muchas obras exquisitas expuestas, como la Coretto di Torrechiara que es un crucifijo del siglo XIII o varias obras de Giuseppe Maggiolini.
Se incluyen en la colección las primeras esculturas paleocristiana, la magnífica tumba ecuestre de Bernarbò Visconti y relieves esculpidos que representan el triunfo de Milán y Barbarroja. La muestra recorre elocuentemente la historia del nacimiento de la primera ciudad-comuna de Italia a través de asesinatos dinásticos y ambiciones regionales, lo que la convirtió en una de las cortes más potentes de Europa.
En esta planta también se ubican la Sala delle Asse – Leonardo da Vinci, la Sala de Juntas y la Armería.
Planta primera
Museo del mueble – Pinacoteca
En el 1er piso se encuentra el Museo del Muble y de la Escultura en madera (Museo dei Mobili e delle Sculture Lignee) y la Pinacoteca o Archivo fotográfico (Galería de imágenes) mezclándose perfectamente entre armarios y escritorios ducales a través de una colección de arte gótico lombarda. Entre las obras maestras están las la Madonna Trivulzio de Andrea Mantegna, San Sebastián de Vincenzo Foppa y Noli me tangere de Bramantino (No me toques).
En la Pinacoteca la exposición de las obras de arte también se extiende a la Torre Falconiera y abarcan una cronología que va del siglo XV al XVIII, con varias obras de Bellotto, Guardi y Canaletto. Las obras incluyen la Virgen de la Humildad de Filippo Lippi, la Virgen y el niño de Juan Bellini, Madonna con los santos de Andrea Mantegna y San Benito de Antonello da Messina.
El Museo de Instrumentos Musicales y el Museo del Arte Decorativo Sala Arazzi Trivulzio también están en esta planta.
Planta segunda
En una de las esquinas de la segunda planta continúa el Museo de Arte Decorativo.
Subsuelo
En la planta subterránea del Castillo se ubicó el Museo Arqueológico, con sus secciones sobre la prehistoria y los egipcios.
Otros museos
Otros museos en el interior del castillo son el Achille Bertarelli Print Museum, la Colección de Artes Aplicadas, el Museo Pietà Rondanini – Michelangelo. Otras salas y galerías son la del Gabinete de Diseño, la Biblioteca de Arte, la Biblioteca Arqueológica y Numismática, el Centro de Estudios Avanzados en las Artes Visuales (Casva), el Gabinete de Numismática y medallas y el Archivo Histórico Cívico y Biblioteca Trivulziana.
Parque Ducal
El parque fue creado por orden de Gian Galeazzo Visconti a finales del siglo XIV. Fue construido sobre una amplia extensión de tierra al norte del castillo y estaba formado por campos de cultivo y un jardín ornamental. En 1457 Carlo da Cremona amplió los jardines de Francesco Sforza. Siendo ávidos cazadores, en 1460 los Sforza tenía la zona rodeada con paredes defensivas y lo habían poblado con corzos, liebres, faisanes y perdices traídos desde el lago de Como, Varese y Seprio. Al lado de los terrenos de caza estaban los jardines con un estanque de pesca, un huerto y una extensión de tierra agrícola en la que se cultivaron trigo, avena, mijo y centeno. Tras la caída de los Sforza y la llegada de sus sucesores españoles en el año 1500 la vasta área cayó en mal estado. Parte del terreno fue utilizado para la construcción de las fortificaciones españolas, mientras que durante siglos, el área del parque funcionó como una plaza de armas para las guarniciones de tropas extranjeras en el castillo.
Construcción
Los Rebellines
La construcción de los rebellines (fortificaciones de protección construidas en frente de las puertas) se inició durante la remodelación del castillo por Francesco Sforza, posiblemente utilizando los cimientos que se mantuvieron de la época Visconti. Sólo permanecen las ruinas de tres rebellines colocados en las paredes medievales de la ciudad: dos están en las paredes del este como defensa de la Porta del Carmine y el tercero al oeste, el revellín de Porta Vercellina. Este último, construido en correspondencia con la puerta de Porta di Santo Spirito, es el único en el que la típica estructura cuadrangular de la arquitectura Sforza es visible.
La Ghirlanda
La «Ghirlanda» o Garland, fue una pared exterior, completada con dos torres defensivas circulares y una carretera cubierta, que protege el lado norte del castillo por Porta Giovia. Corre desde el revellín al sur-oeste de Santo Spirito al revellín de Santa María del Carmine en el noreste. En época de los Visconti, la fortificación fue reparada y se realizó la extensión hacia a las torres redondas. En 1893 todo el complejo defensivo de la Ghirlanda fue demolido con mano dura. Hoy en día, todo lo que queda de la Ghirlanda son una dispersión de las ruinas, que corresponden a las de las esquinas redondas y la entrada de Porta del Socorro.
Los fosos
El castillo estaba equipado con dos fosos, uno dividiendo el Patio de Armas del Patio Ducal y la Rocchetta, hoy en día conocido como el foso muertos, y el foso original que defendió las paredes de la ciudad cuando el castillo de Visconti estaba en construcción. El foso exterior de la fortaleza, supuestamente de la era Sforza, se rellenó en el siglo XVII y se volvió a excavar entre los siglos XIX y XX.
Torres
El actual castillo, con planta cuadrada distribuida en torno a tres patios interiores está dominado por numerosas torres: cuatro torres imponentes en cada esquina, dos torres redondas, diseñadas por Bartomomeo Gadio, que se elevan 31.09m en la fachada principal, enfrentándose a la ciudad, y dos torres cuadradas en el otro extremo.
Las torres redondas son conocidas como la Torre di Santi Spirito y la Torre del Carmine. Las dos torres de la parte trasera son más convencionales, la Torre Castellana y la Torre Falconiera.
Acceso
La entrada principal del Castillo Sforzesco se realiza a través de la torre más alta del castillo, la Torre del Filarete de la Piazza d’Armi, nombre puesto en honor a su constructor, que conduce a un patio interior, corazón del castillo, con las residencias palaciegas de los duques que a su vez encierran otros dos patios más pequeños, el Patio de la Roccheta a la izquierda con sus decoradas arcadas y la Corte Ducale a la derecha. En la esquina occidental de la Rocchetta se levantó la Torre Castellana. Otra torre, la Torre di Bona de Saboya, es visible desde el patio.
La Corte Ducale (Patio Ducal) tiene un elegante diseño renacentista, con una hermosa galería, la logia di Galeazzo Maria. Varias habitaciones alrededor de la Corte Ducal están decoradas con magníficos frescos del siglo XV. El más famoso es el fresco en la Sala delle Asse en la torre Falconiera, creado por Leonardo da Vinci.
Materiales
El castillo es una construcción realizada prácticamente en ladrillo rojo, aunque también se ha utilizado piedra de fábrica de Serizzo en los zócalos, mármoles, hierro y madera.
El techo abovedado de la carretera que une las dos torres circulares fue construido enteramente en ladrillo, es de 2,80 metros de altura y está iluminado por cientos de pequeñas ventanas que dan a la fosa, que se extendía como las posiciones de los tiradores.