Catedral de Spira
Introducción
Al subir al trono Conrado II en el año 1024 se iniciaron las obras de la catedral como iglesia imperial. Los sucesores, enrique III y Enrique IV, la agrandaron y completaron.
Primeramente se construyo el edificio longitudinal comprendido entre dos grupos de torres, y en el año 1100 fue totalmente abovedado.
Este edificio quedo destruido durante el asalto a la catedral por el ejercito de Luís XIV, pero fue reconstruida en el siglo XIX.
Situación
Ubicada en el Alto Rin, entre Basilea y Maguncia, Renania, Alemania, la Catedral de Spira está considerada como la mayor iglesia Románica del Occidente por su grandiosidad, debido al efecto espacial total.
Spira es un destacado nudo ferroviario y centro industrial y su actividad se basa en la fabricación de maquinaria, productos químicos, industria alimentaria y textil.
Exteriormente, el edificio era un bloque a modo de transepto de 30 m de ancho, que en año 1040 la nave central alcanza los 30 m de altura. Como el muro de una fortaleza cerraba la calle principal de la ciudad.
Concepto
Este edificio se sitúa desde los comienzos del periodo románico hasta su época madura; pasando por distintos avances arquitectónicos.
Encontramos claras reminiscencias del estilo prerrománico, con el techo plano en sus orígenes.
La arquitectura románico-otónida es heredera de la carolingia y de ella recibe algunas de sus más importantes y diferenciadoras características.
Surgen formas del arte antiguo en los capiteles y el la cornisa del tejado.
En los ábsides del transepto aparece una arquitectura en edículos de carácter renacentista.
La catedral que construyó Conrado fue de dimensiones menores; con planta trapecial del presbiterio, naves laterales altas y cuerpo occidental.
La Catedral es consagrada en el año 1061; y años más tarde, Enrique IV continúa la construcción: se construyen los ábsides y transeptos, y se cubre con bóveda la nave central.
Espacios
La planta consta de un cuerpo occidental formado por un pórtico en planta baja y tribunas en el nivel superior.
La nave central, de 15m de ancho, posee seis tramos que corresponden a los 12 tramos de las naves laterales.
Cabecera
En la reconstrucción de la cabecera, se refuerzan los muros de la cripta, se alzan dos campanarios en lugar de las torres de la escalera y se le añade un ábside al coro, el cual remata con un frontón triangular que acentúa una serie de arcos.
Ábside
El muro del ábside adoptó exteriormente la articulación de altos arcos ciegos de la nave central, y corona el edificio con una galería enana de arcos alineados.
Una galería abierta hacia el exterior circunda la construcción al mismo nivel del arranque interior de la bóveda.
El muro interiormente se descompone en dos estratos que dejan en medio un espacio libre: Las capillas, que en planta baja flanquean el espacio principal; como también una corona de nichos amolados en el ábside rodea el presbiterio.
Transepto
Se articula en tres módulos cuadrados, en cuyos brazos se ubican las capillas desplazadas a un lados de la pared oriental del transepto por la presencia de una torre angular.
Aumenta en gran medida la articulación del muro, tanto en el exterior como en el interior.
El crucero del transepto, de forma cuadrada, se destaca mediante arcos sobre pilastras, y con el tiempo se eleva una torre.
Nave Central
Se introducen las bóvedas nervadas, cada una en las cuales abarca dos arcos de la colosal articulación del primer edificio.
En las paredes se introduce un ritmo de elementos salientes robustos y ligeros que refleja en los espacios la secuencia de “crujías” determinadas por las bóvedas. Las crujías de cada unidad-bóveda de la primera fase de la construcción de la nave lateral y la crujía abovedada de doble tamaño en la nave central constituyen por primera vez el “sistema obligado” que durante el siglo XII será normativo para los edificios basilicales abovedados.
Cripta
Realizada en la primer fase de la construcción de la catedral, nos encontramos con un espacio ordenado, de lenguaje abstracto, formado por arcos y pilastras que separan el crucero de los brazos del transepto, del brazo oriental y de la ante cripta a occidente.
El espacio está determinado por una planta de cuadrados, en el que cada uno contiene 3×3 entrepaños (a los que conecta la ante cripta y el ábside).
Las columnas están construidas con sillares cilíndricos, son robustas y poderosas, y contienen basas y capiteles cúbicos, configurando un solidó porte.
Los muros del exterior están articulados en correspondencia con los arcos y pilares mediante un relieve en dos estratos -arcos ciegos y medias columnas – que lo hace inacabable con la vista.
Naves Laterales
Se cubren con bóvedas por arista sobre crujías de planta cuadrada de 8 m de vano.
Cuerpo Occidental
Año 1050. El atrio de la planta baja está modificado, así como el alto espacio central del piso superior, flanqueado por espacios laterales en varios pisos.
Desde el exterior el conjunto aparece como un sólido macizo occidental, a modo de transepto, que hacia el año 1100 tenía tres torres, las cuales hoy no se conservan.
Estructura y Materiales
El edificio original se realizo con techumbre de madera, y en su reconstrucción se suplantan por bóvedas de aristas de piedra; cerrando de esta manera el espacio a mayor altura; elevándolo.
Así es como las paredes laterales quedan unidas al techo por el mismo material; sustituyéndose el cubo abstracto con cierre horizontal, por un espacio delimitado por arcos de medio punto.
El espacio de la nave central, dominado por el arco de medio punto, hace evidente el principio de “adición”. Se vincula el ábside a la articulación en profundidad de las paredes de la nave central, generando de esta manera el traslado desde las columnas adosadas y arcos cegados desde las paredes rectas a las redondeadas; evidentemente tanto en el interior como el exterior del edificio hay una concepción del muro no solo como paramento que cierra, sino que se estructura como “masa plástica” modelable interior y exteriormente.
En los transeptos, pilares en vez de muros, es el principio que se aplica donde poderosos pilares sobresalen hacia el interior y hacia el exterior en los ángulos y en el centro.
En la nave central, la articulación en relieve de los muros, donde el muro de doble pared y relleno junto con las pilastras, ya se destacan en la primera parte de la construcción.
La estructura técnica del muro se hace visible en su forma, donde tiene una costra interior y exterior, y un núcleo de hormigón o argamasa. Este núcleo se suprime a techos; quedan espacios en el interior que son a su vez estructurados, adoptando la forma de capillas de dos crujías y dos absidiolos que abren hacia el espacio central de la iglesia mediante arcos geminados que cargan sobre una columna mainel.
Se acentúa mucho el adorno arquitectónico, principalmente en las cornisas ornamentales de las ventanas del transepto.