City Hall de Londres
Introducción
El City Hall proyectado por el arquitecto británico Foster & Socios, para albergar el gobierno de Londres, es uno de las nuevos símbolos de la Capital. Hace parte del More, el proyecto urbanístico que está dando un nuevo rostro a la ribera sur del Támesis, entre el London Bridge y el Tower Bridge.
El edificio posee forma de esfera deformada y ha sido construido con tecnologías a la vanguardia.
Situación
Su original diseño oval de vidrio y acero está ubicado en la vera sureña del Támesis, del otro lado de la City londinense y la catedral de St. Paul, y a metros de otra creación de Foster, el puente peatonal del Milenio. Aun así, cautiva de inmediato la mirada.
La Forma
La forma, al parecer tan curiosa, tiene razones de mucho peso: El edificio trata de eludir la luz directa que viene del sur y absorbe, con su enorme fachada inclinada de cristal, la luz difusa procedente del norte.
En términos convencionales, el edificio no tiene delante o atrás: su forma es derivado de un ámbito geométricamente modificados. Este híbrido formulario está diseñado para minimizar la superficie expuesta a la luz solar directa.
Simbolismo
Es, simbólicamente, uno de los nuevos edificios mas importantes de la capital, expresa la transparencia y la accesibilidad del proceso democrático.
Espacios
En la planta baja, conectada a una piazza, se encuentra una cafetería y una librería. El primer piso está reservado a exposiciones. El segundo acoge el hemiciclo, y del tercero hasta el séptimo se encuentran las oficinas administrativas.
El octavo piso es el reino exclusivo del alcalde y de sus asesores, mientras los noveno y décimo pisos, apodados el living room de Londres, permitirán al público gozar de un privilegiado mirador de la ciudad, donde también tendrán servicios de cafetería, bar y negocios de souvenirs.
Materiales
Aunque el cristal es el componente externo del edificio, la verdadera voluntad se establece en el acero y sus vértebras, que se relajan y proveen al espacio cualidades poco habituales en la arquitectura.
Foster ha llevado el acero a conductas orgánicas, ajenas a una mera función de soporte, sometiendo al cristal sólo como pantalla o como una membrana sugerente del verdadero “organismo interior”.