Cosmo Caixa
Introducción
Galardonado por el Foro Europeo de Museos debido a su “espíritu renovador, su creatividad y su belleza”, el museo de la ciencia que la Fundación la Caixa posee en Barcelona se distingue por una innovadora propuesta museográfica (nacido con la intención de ser uno de los más modernos y “democráticos” de Europa) y didáctica, al servicio siempre del disfrute y aprendizaje del visitante.
Inaugurado en septiembre del 2004, este edificio, obra de los arquitectos Esteve y Robert Terradas, ha sido diseñado en función de sus contenidos, pero respetando su entorno y conservando el centenario edificio modernista catalán del arquitecto Doménech Estepá que era la sede del anterior Museo de la Ciencia y que ahora alberga las oficinas del centro y las aulas taller.
Ubicación
El nuevo Museo de la Ciencia de la Fundación «la Caixa», se encuentra en la calle Teodor Roviralta, 47-51, en el barrio de Sarrià St. Gervasi de Barcelona. Se sitúa en un emplazamiento emblemático, al pie de la montaña de Collserola y justo al lado de la Ronda de Dalt.
Actualmente ocupa un espacio de 47.600 m², 30.000 m² de los cuales están dedicados a los contenidos para el público.
Concepto
El solar, situado en la parte alta de Barcelona desde donde se divisa el mar, la ciudad y la montaña de Montjüic, sugería enterrar gran parte de la ampliación del Museo de la Ciencia, con el fin de crear un nuevo paisaje urbano.
Se renunciaba pues, expresamente, a la construcción de un gran edificio que con su presencia hubiese modificado sustancialmente el entorno, a cambio se mantenía la memoria histórica del lugar y la ciudad se enriquecía con un nuevo parque cuya temática sería la ciencia.
Espacios
Las instalaciones del nuevo Museo de la Ciencia constan de nueve plantas todas ellas sin barreras arquitectónicas y comunicadas por medio de rampas y/o ascensores, seis de las cuales, a pesar de ser subterráneas disfrutan de gran luminosidad gracias a la sabiduría empleada por los arquitectos jugando con las transparencias y la luz natural.
Llama la atención, entre tantas otras cosas, una casi infinita rampa helicoidal que asciende alrededor de un árbol gigantesco. En el diseño del Museo se ha buscado la máxima transparencia del edificio de modo que desde arriba se puedan ver todos los módulos. Las zonas acristaladas, verdaderas protagonistas en la construcción, permiten entrever algunas de las propuestas científicas desde la calle.
El espacio museístico tiene una superficie en planta de 7.000 metros cuadrados y contiene fundamentalmente los espacios dedicados a exposiciones, que se reparten entre una planta baja y una entreplanta que ocupa un tercio de la superficie. En un cuerpo de menor tamaño, 4 plantas de 1.600 metros cuadrados cada una, se han situado los servicios museísticos y los espacios anexos a las actividades del museo.
Los espacios de exposición se dividen en ocho principales bloques, temáticos.
Bosque Inundado
En el Bosque inundado se ha recreado, gracias a un laborioso sistema de moldes, una parte del Amazonas en un invernadero de 1.000 metros cuadrados donde viven 52 especies animales y 80 vegetales. Los árboles que presiden el invernadero fueron recogidos en Belem (Brasil) y en él se perciben sensaciones como la temperatura y los olores: también se oyen los sonidos. Desde distintos lugares de la instalación es posible contemplar visiones subacuáticas, aéreas e incluso subterráneas.
Sala de la Materia
Esta sala constituye otra de sus ofertas permanentes: allí haremos un recorrido histórico desde el «Big Bang» hasta la actualidad. Explorando los fundamentos del Universo desde la materia inerte a la viva, a la inteligente y la civilizada entenderemos el origen de la vida en la Tierra, el surgimiento de la neurona (es decir, el nacimiento de la materia inteligente). Se nos explica el paso de las primeras partículas más elementales hasta la complejidad del ser humano.
Muro Geológico
El «Muro Geológico» facilita la interpretación de la geología del mundo gracias a siete grandes capas de roca que permiten estudiar el proceso de formación de rocas por la acción del agua o el viento y varios artilugios explican la creación de fallas y volcanes.
Planetario
El Planetario es quizá uno de los espacios más mágicos. Bajo una gran cúpula se aprecia el cielo de noche con todos sus detalles y mediante un avanzado sistema digital de simulación astronómica 3D, en tiempo real, se proyectan imágenes que nos acercan constelaciones, eclipses, galaxias.
Toca-Toca, Clic y Flash
Éstos son espacios pensados para estimular el interés por la ciencia en los niños (Clic para los de 3 a 6 y Flash para los de 7 a 9 años): los pequeños, aparte de aprender, podrán tocar lo que quieran. Pueden participar en talleres como la «Fábrica de sonidos con material de desecho”.
La Plaza de la Ciencia
Es un espacio público y abierto de más de cinco mil metros cuadrados en el que se instalaron módulos interactivos, montajes experimentales y esculturas que ayudan a descubrir y comprender científicamente los elementos de la naturaleza.
En el Museo existe una tienda dedicada a la venta de objetos y juegos vinculados a la ciencia, una cafetería-restaurante y un aparcamiento.
Se han construido baños adaptados para permitir el acceso a todo el público.
Estructura
El módulo básico utilizado en el nuevo edificio de la ampliación ha sido 1,125 metros y sus múltiplos. El control del módulo ha permitido utilizar la pauta estructural como el segundo elemento de diseño, lo cual ha establecido el ritmo y el orden tanto en planta como en sección, dando así una respuesta ordenada al programa.
La pauta estructural viene definida por un pórtico, repetido cada 9 metros, formado por un conjunto de vigas, pilares en forma de uve y jácenas en celosía de acero.
La intención de disponer un único cuerpo subterráneo, donde se ubicarían los diferentes aparatos expositivos, requiso controlar las proporciones de ese volumen enterrado, en consecuencia, la altura de la sala es de 15 metros, para ser exactos 14,625 metros, múltiplo del módulo básico.
Estructura metálica
A diferencia de la estructura de un edificio aéreo en la que intervienen esfuerzos de viento, ésta soporta la cubierta de un espacio excavado no sometido más que, en principio, a cargas verticales. La estructura debía entenderse como desprovista de todos aquellos elementos que absorben los esfuerzos horizontales y por lo tanto bastaba con una sucesión de pórticos que transmitiesen las cargas al suelo.
Giacometti, en su escultura «El palacio de las naciones», abandona ideas convencionales sobre la masa escultórica montando un esqueleto en el espacio, un escenario en el que lo edificado es representado como una construcción virtual en el que intervienen el orden y el caos. Esa obra estuvo presente en el proyecto de la estructura del volumen enterrado y así, el orden se manifiesta en la modulación de los elementos estructurales en V de la sala de exposiciones y el caos, en el encuentro con los esbeltos pilares que soportan el cuerpo del vestíbulo-hall.
Los elementos en V obedecen a reducir la luz de los elementos estructurales de cubierta minimizando los apoyos. Las V son piezas mixtas de acero y hormigón calculadas, según el euro-código, para su resistencia al fuego. Consisten en perfiles abiertos en doble T a los que se les sueldan conectores en las almas, barras para absorber las flexiones del hormigón y pequeños perfiles en L en las alas. Posteriormente, las dobles T se cerraron con planchas que actúan como encofrado perdido, planchas a las que se practicaron, cada tres metros, unas «ventanas» por las que se vertió el hormigón.
Los esbeltos pilares circulares del vestíbulo-hall son similares, en este caso, son dos semicilindros que alojan en su interior la armadura del hormigón.
Muros perimetrales de contención
El terreno de forma trapezoidal, presenta una superficie alabeada a partir de su parte más elevada, concretamente en el lado noroeste donde se encuentra el edificio modernista y sigue una fuerte pendiente por el lado sudoeste, suavizándose paulatinamente según la mediatriz del ángulo formado por los lados citados.
La topografía descrita y la intención de ubicar el gran volumen del museo bajo tierra, obligó a realizar unos importantes muros de contención.
Previo a la extracción de tierras se construyeron, en ambos lados, unas pantallas de pilotes de 15 metros de largo y 65 centímetros de diámetro, distanciados 120 centímetros entre ejes. La viga de coronación se dispuso 9 metros bajo la cota de acabado de la plaza. Debido a la disparidad de las tierras, arcillas y granito, dos zonas tuvieron que realizarse con micropilotes.
La estabilidad de las pantallas de pilotes se comprobó mediante dos líneas de anclajes provisionales. La primera línea se dispuso a 2 mts por debajo de la viga, cada 3,40 mts, con una longitud de anclaje de 19 mts y un bulbo de 10,50 mts actuando a 45 toneladas. La segunda línea, 5 mts más abajo según se descendía por el desmonte, consistió en anclajes cada 2,25 mts con una longitud de 20 mts y 14 mts de bulbo actuando a 60 toneladas. En el frente del edificio modernista, debido al mayor empuje del terreno, fueron necesarias tres líneas de anclajes provisionales. Por la cercanía de dicho edificio, se comprobaba la verticalidad de la pantalla de pilotes del noroeste con un inclinómetro.
Una vez retiradas las tierras, se procedió a la ejecución de la zapata corrida y de los muros con contrafuertes, que, junto con unas bandejas posteriormente cargadas con piedras, aseguraban la estabilidad el cerramiento interior de la gran sala del museo, sobre dichos muros se apoyan las grandes vigas metálicas de la cubierta.
Los muros perimetrales se encofraron con tableros fenólicos de modulación especial, 2,25×3,40 mts, por un procedimiento de trepamiento.
Muros internos
El largo muro de hormigón que actúa de separación entre la sala de exposiciones y el bloque de servicios, en el que se refleja la luz de oeste, es un muro perforado, perforaciones por las que se accede, tanto desde la sala como del paso general de la planta -2 a los diferentes espacios de reunión: el patio de la rampa helicoidal y al almacén general desde la sala y al auditorio, el ágora y el planetario.
Con el fin de prolongar el espacio interior de la sala con el exterior del patio, la obertura en el muro tiene una luz de 31.5 mts. Así, el muro trabaja como una viga de gran canto y por ello, en el dintel del hueco, se dispusieron tres capas de barras de acero de 32 mm como armadura de positivos.
En el otro extremo, se han situado las rampas de comunicación entre todas las plantas. Las rampas son grandes vigas de hormigón armado de 20 mts de luz, inclinadas un 8% y con sección en U.
Estructura metálica
Los pórticos metálicos son vistos, rechazando forrar dicha estructura ya que ello desvirtuaría la dimensión real y el sonido que emite un impacto.
Los pilares están formados por un perfil armado en I, compuestos por una chapa de 779×18 mm a modo de alma y dos de 382×20 a modo de alas.
Se construyeron pilares mixtos de hormigón y acero soldando 3 conectores por fila de diámetro 19×120 (ST37.3K) por cada cara, al alma de la I y un armado compuesto por barras diámetro 25 AEH5005 y un zunchado de 2E 8ª24.
Paralelo al alma de la I y coplanar con el canto del ala cerramos el pilar con una pletina de 12 mm a modo de encofrado perdido. Se dejaron unas “ventanas” en la pletina descrita cada 3 mts aproximadamente para poder así hormigonar y vibrar correctamente. Con esta combinación se cumple con el eurocódigo que obliga a proteger contra el fuego las estructuras metálicas (CPI96).
Materiales
Su estructura está calculada para su resistencia al fuego con elementos mixtos de acero y hormigón (estabilidad al fuego de 90 minutos).
Ignifugación de la estructura
Vigas
En las vigas vistas, se utilizó una pintura intumescente, ya que, debido a la masividad (relación entre el perímetro del perfil con su sección) de los perfiles, los gruesos de la pintura eran razonables.
Pilares
Para los pilares se combinó acero y hormigón que aminora las cargas que actúan sobre la estructura en caso de incendio y obliga a despreciar las alas del pilar metálico, al estar en contacto directo con el fuego.
Así pues, en caso de incendio, el pilar que trabaja es el formado por el hormigón armado y el alma de la I, mientras que en condiciones normales, sólo trabaja “teóricamente” la I metálica.
El hormigón armado, el acero y el cristal están presentes en todo el edificio.