Domus – Museo Interactivo del Hombre
Introducción
El presente proyecto, obra del arquitecto japonés Arata Isozaki es el resultado de confrontar un programa y un lugar, y ambos con la peculiar forma de concebir la arquitectura de quien lo realiza.
El programa facilitado por el Ayuntamiento de A Coruña se estructura en torno a una gran área expositiva de 1.200 m2 de superficie recomendada junto a otras dependencias tales como un salón de actos, una sala de exposiciones temporales y otras de rango inferior.
El edificio de Domus, la Casa del Hombre, es el primer museo interactivo del mundo que trata de forma global y monográfica el ser humano. Tiene más de 200 módulos interactivos para divertirse y reflexionar sobre las características de la especie humana.
En la fachada que mira al mar hay una estatua en bronce de Fernando Botero «Soldado Romano». El museo dispone de un comité científico integrado por relevantes personalidades de las ciencias y las artes. Este tiene como misión asesorar a la dirección del museo sobre los contenidos y las exposiciones.
Es un edificio sólido que soporta los vientos del Orzán a modo de muro curvado como si se tratase de la vela de un navío hinchada por el viento. Este muro exterior, que constituye la fachada marítima y que está cubierto con losas verdosas sujetas con tornillos, es una pantalla que oculta el interior simbolizando el cuerpo humano cubierto con una epidermis.
Fue inaugurado el 7 de abril de 1995.
Situación
Se encuentra en un promontorio rocoso que constituía el último solar vacío de que disponía la ciudad de A Coruña ,España, en su fachada marítima de la Ensenada del Orzán. Desde este promontorio se divisa la ensenada y el Océano Atlántico y su entrada principal es por la calle Santa Teresa nº1.
Concepto
La idea es resolver además de los aspectos funcionales derivados del programa, aspectos arquitectónicos y urbanísticos a escala de parcela y ciudad, entendida éstas no sólo como un hecho físico sino como un hecho antropológico.
Por ello debe constituir un buen ejemplo de adecuación y de síntesis de variables arquitectónicos internacionales y locales, a la vez que expresión de respeto a la tradición y a la imaginación.
Espacios
Aspectos arquitectónicos
La solución propuesta contempla dos partes bien definidas por su función y configuración: la Edificación y los Espacios Complementarios que la circundan.
La edificación
Se resuelve en un único y potente volumen de planta irregular en forma de abanico que se abre al espectáculo de la Bahía y que contrapone su geometría, su textura y su color con las del macizo rocoso sobre el que se apoya, constituyendo un paradigma de Artificio, que se enfrenta a la Naturaleza y que se posiciona e intermedia entre el Hombre y el Universo.
Accesos
El acceso de los visitantes a la Casa del Hombre se efectúa a través de dos itinerarios que confluyen en un punto: el Vestíbulo.
El primero inicia su recorrido en el Paseo Marítimo y la continua a través de una gran escalinata de piedra, que arranca en el vértice Sur de la parcela (nivel +20.45), al pie de la fachada principal.
El segundo, de recorrido más corto, se inicia en la calle de Ángel Rebollo, y acaba en el vestíbulo, a través de la fachada posterior (nivel +36.80).
El acceso del material expositivo, así como el acceso a las Instalaciones y el del personal encargado de su conservación se hace a través de una rampa de 28 m. de largo por 4.50 de ancho, que permite la entrada de vehículos rodados de gran tonelaje y que comienza en la Calle de Santa Teresa en su encuentro con la calle de Ángel Rebollo (nivel +33.00).
Organización Interior
El edificio está atravesado por un eje de comunicación horizontal que lo divide en dos partes bien definidas. Dicho eje inicia su recorrido en el Pre vestíbulo, y una vez atravesadas las Salas de Exposiciones, zonificando el Edificio formal y funcionalmente, desemboca en un segundo vestíbulo, ya Sala de Exposición, convirtiéndose merced a los cuatro únicos ventanales practicados en la fachada principal en un mirador desde el que disfrutar del vasto y hermoso paisaje de la Ciudad y del Mar.
Una de estas partes, la de mayor entidad, corresponde a las Salas de exposiciones, Temporales y Permanentes.
En el encuentro entre ambas superficies, situado en el plano de la cubierta, se construye un lucernario. Su luz cenital, matizada, baña las suaves curvaturas del trasdós de la fachada, añadiendo potencia y serenidad al espacio expositivo.
La otra parte del edificio contiene las Oficinas, los Servicios, las Dependencias Auxiliares, y otro espacio significativo, que es el Salón de Actos.
En la zona baja del edificio se encuentra el área de picnic, y un Restaurante – Bar. Este último dispone de acceso directo e independiente desde el exterior a través de la calle Ángel Rebollo y de una pequeña plaza cubierta por vegetación de hoja caduca que permite su ampliación como terraza en ciertas épocas del año.
Salas de exposición
El edificio principal se asienta sobre un macizo granítico con un desnivel irregular de unos 20 m. Aprovechando este desnivel se crea, detrás de la monumental fachada principal, una serie de plataformas comunicadas entre sí por medio de rampas, conformando así las áreas expositivas.
Los visitantes acceden a ellas desde el nivel +36.80, en el que se encuentra la entrada principal del edificio y efectúan un recorrido de las Salas de Exposición que comienza en el Recibidor – Sala de Exposición y continua hasta llegar al nivel +42.50. A continuación, y en este mismo nivel, se encuentra la Sala de Exposiciones Transitorias.
La sala de exposiciones permanente, organizada en cuatro niveles, comunicados entre sí por rampas, está delimitada por un único plano de cubierta y por la asombrosa superficie cóncava de la fachada principal, que crea un espacio expositivo de gran riqueza volumétrica y significado.
Estas zonas expositivas, tanto por su función, por su entidad volumétrica o por el alumbrado cenital del espacio -diurno y nocturno- constituyen el espacio interior principal y más emblemático del museo.
Sala de actos
Desde los vestíbulos se puede acceder a la Sala de Actos, sin atravesar zonas de exposición ni otras dependencias. Ésta dispone además de un acceso directo desde el exterior, lo que garantiza un funcionamiento independiente de dicha Sala y su total autonomía respecto del conjunto del Museo.
Espacios Complementarios
Así como el encuentro del edificio con el aire se produce a través de las fachadas y de la cubierta, el encuentro con el macizo rocoso en el que se asienta se confía a una serie de espacios de diversa funcionalidad y variada configuración formal, como son:
- El Baluarte
- La Plaza
- La Escalinata
- Las terrazas o bancales
- Los Soportales
- El Jardín
- La Pequeña Plaza emparrada
- La Explanada
- El Macizo Rocoso
El nítido perfil de cada uno de ellos, bien definido y diferenciado de los demás, no menguó su papel como elemento integrante de un conjunto de más amplia entidad y orden superior como es el Museo. Estos espacios diversos, de carácter público y fuerte autonomía funcional y formal, se comportan como polos de un campo magnético con centro en el volumen edificatorio en torno al cual se configuran y organizan.
El conjunto de estos espacios y cada uno de ellos individualmente se comportan como factores decisivos de enraizamiento del Edificio con la Tierra, posibilitando el entronque de una idea y de un lugar, a la vez que permite el acercamiento y el encuentro del público con el Museo y con esto la transición y la inserción suave de este hito en la ciudad.
El Balcón Mirador
En un lugar central de la parcela y de la fachada principal del edificio, encaramado a un monte rocoso existente, respetando su cota y forma, se dispone un Balcón – Mirador, de planta poligonal, definido y abrigado por un muro perimetral. Este mirador es el único de los espacios complementarios a los que se accede necesariamente a través del Museo. Como su acceso se realiza a través de la zona de Pic-Nic, constituye su expansión natural en época de bonanza climática.
En las áreas de la parcela no ocupadas por la Edificación y por los Espacios Complementarios descritos, se respeta la masa rocosa existente que constituye una potente base natural y continua para el Edificio. Esto se ve alterado sólo en el corredor que en ella se abre para permitir el acceso al Vestíbulo desde la calle de Ángel Rebollo.
Aspectos Urbanísticos
A nivel de Ciudad propone una solución edificatoria capaz de convertirse en un símbolo, en un hito urbano, que eleve el nivel estético de la zona, y que, a su vez, posibilite su uso como un balcón propio de la ciudad, que se abre mirando al Poniente: a la Bahía, y a la Playa del Orzán.
Estructura
La fachada principal está realizada con paneles pretensados de hormigón, en forma de «U», de 2.61 m de ancho y 16.05 m. de altura, con acabado en su cara cóncava interior para ser visto.
La fachada posterior está formada por un doble muro de fábrica de sillares de granito de 21 cm. de grosor, dispuesto en filas de 45 cm. de altura. Estos muros, separados 12 cm. entre sí, acogen en esta cavidad una capa de hormigón armado, formando así un sandwich de 54 cm. de ancho total, que trabaja solidariamente.
Lenguaje formal
El encuentro del edificio con el aire se produce a través de las fachadas y la cubierta.
La fachada principal
Se resuelve por medio de una gran superficie curva de aproximadamente 94 mts de longitud y 16 de altura, síntesis de curvas crosoidales, expresión geométrica de continuidad y prosperidad, bien definidas y aristadas, de textura ligeramente escamada y colores metalizados por causa de las losas de pizarra que la recubren, con una imagen que llega con facilidad al observador.
La fachada posterior
Ésta adopta la forma quebrada de un Biombo, de gran desarrollo longitudinal, aunque más reducida en su altura, para magnificar mejor y ceder protagonismo a la fachada principal. Este biombo, formado por patentes paños de muro de fábrica de sillares de granito es el encargado de establecer una respuesta adecuada al entorno y de relacionarse con los edificios próximos.
Materiales
Se escogieron los materiales y las técnicas constructivas más racionales e idóneas para cada sitio, y para cada caso, optando en lo posible por los habituales en el área, buscando el contrapunto entre la tradición y la vanguardia, lo popular y lo culto, pensando en una lógica formal y funcional, y por supuesto, en la durabilidad, conservación, y mantenimiento que todo edificio representativo y público requiere.
- Fachada principal: Losas de pizarra de 50 x 53 cm, sujetas mediante fijaciones a los paneles de hormigón pretensado.
- Fachada posterior: Doble fábrica de sillares de granito tipo Gris Mondariz, trabados entre sí con una hoja de hormigón armado.
- Cubierta: Losas de pizarra tomadas con mortero de cemento sobre una losa formada por paneles aligerados.
- Pavimentos interiores: En todas las dependencias de uso público: losas irregulares de pizarra. Entarimado de madera de xatoba en la Sala de Actos, oficinas, aulas y biblioteca.
- Paramentos interiores: Granito Mondariz en todas las dependencias de uso público, excepto en la Sala de Actos, y en las oficinas, aulas y biblioteca. En estos locales los paramentos están revestidos con paneles DM ignífugo pintado.
- Falsos techos: De madera pintada y hormigón visto en las Salas de Exposiciones. De paneles de viruta de madera pintados en la Sala de Actos. De madera pintada en la biblioteca, aulas y oficinas.
Datos técnicos
Para encajar el edificio en la cantera se excavaron en la roca, en su mayoría manualmente, 31.500 toneladas de piedra.
Para la estructura se emplearon 5.641 metros cúbicos de hormigón encofrado in situ, además de los 720 metros cúbicos de prefabricados.
Los encofrados de hormigón visto se realizaron utilizando 800 metros cúbicos de madera de pino en 130.000 tablas de 10 centímetros de ancho que puestas una tras otra alcanzarían 325 kilómetros.
El edificio tiene dos tipos de piedra de granito. En muros y paredes hay 6.440.000 kilos de granito gris Mondariz. En plazas y escalinata hay 4.563.000 kilos de granito rosa Porriño, que fueron transportados desde la cantera en 550 viajes.
En pavimentos y revestimiento de la fachada se emplearon 18.862 piezas de pizarra, además de 250 piezas de 1 metro cuadrado para las barandillas interiores.
El revestimiento de fachada se ha hecho con 6.600 piezas de pizarra que se sostienen con 159.348 tornillos ajustados manualmente.
El pavimento de exteriores está formado por 5.761 losas de granito rosa Porriño y 90.000 adoquines. Los obreros que construyeron el edificio trabajaron un total de 383.250 horas.