Edificio Monte Elbruz
Situación
El terreno se situaba en una difícil ubicación, pues la zona había sido originalmente de alta densidad y se encontraba totalmente desarrollada. De hecho, en la actualidad colinda con edificios de entre 14 y 30 niveles. En el proceso de elaboración del proyecto, las normas cambiaron, con lo que la restricción de altura limitó el programa a 6 niveles más un roof garden.
Concepto
Una de las principales intenciones de esta propuesta era el crear la ilusión de volúmenes más esbeltos, evitar el ruido e integrar y dar al proyecto proporción con respecto a su entorno de una manera positiva.
La intención de nuestro concepto para la fachada interior fue la de diseñar una ciudad dentro de la ciudad, buscando el movimiento y la interacción de los habitantes por medio de circulaciones expuestas y paneles de aluminio que contienen vanos de vidrio y ventilas abatibles.
Para lograr privacidad al pasar frente a cada unidad, elevamos las plantas bajas de los departamentos 90 cm. Con respecto a los pasillos y adicionamos un pretil interior de 70 cm. , para evitar que se dé un contacto visual directo desde el pasillo de acceso. A fin de lograr este objetivo, creamos escalones independientes que suben a cada departamento.
Espacios
Con la densidad de 24 unidades de 164 m², una superficie de 1.300 m² y un frente de 30 m., el crear una fachada lineal a la calle llevaría a que el 60 por ciento de los departamentos sólo tuviera vista interior. Por esta razón, una vez asumiendo las variables, optamos por hacer construir dos bloques laterales de departamentos a 60 cm. de cada colindancia. Esto generó un patio central, funcionando como área verde, acceso, centro de iluminación. Al mismo tiempo, el diseño creó fachadas proporcionadas a la escala del proyecto.
Con este programa logramos que el 66 por ciento de las unidades contara con un área verde: las primeras ocho con un jardín privado y, las últimas 8 tienen roof garden. Cabe añadir que todos los departamentos se diseñaron en dos niveles.
El acceso peatonal se convierte en un recorrido a lo largo de un espejo de agua y jardines. Además de utilizar 90 por ciento del área permeable como área verde, el proyecto cuenta con un sistema de reutilización de agua pluvial para riego y lavado de automóviles.
El programa individual tiene una extensión es de 164 m2, que se dividen en dos recámaras, tres y medio baños, estudio, sala – comedor, cocina y, cuarto de servicio. El espacio, se desenvuelve alrededor de un vestíbulo interior/área de estar de seis metros de altura. Un área común con gimnasio y alberca en nivel -1 completa el programa general.
Materiales
En lo que respecta a la fachada frontal, optamos por realizar dos alfardas delgadas verticales de concreto color arena separadas del volumen que contiene la vivienda. Colamos estas piezas con una doble cara de concreto y grano de mármol, para luego martelinarlas realzando un árbol que comienza con el tronco en la primera alfarda y continúa el trazo en la segunda. Estas alfardas, que parecen flotar de la fachada, se convierten en pretil y recorren el perímetro del edificio regresando al frente como losa.
Una vez otorgadas vistas interiores proporcionadas, consideramos apropiado forrar las fachadas colindantes de lámina, pues las tres limitan inmediatamente a estacionamientos en prácticamente toda su altura.
Al fondo del edificio creamos una apertura vertical en el cubo que contiene el elevador, cubriéndola con una imagen de cielo que surge de un cuento donde de unos niños inventan un paraguas volador.