Fuente de los Cuatro Ríos
Contexto Histórico
En la esquina suroeste de la plaza la familia Pamphini decide construir su palacio que en un primer momento orientan hacia la plaza vecina con mucho más “glamur” por aquel entonces. Pronto el imparable crecimiento de la Piazza Navona junto con otras circunstancias les llevará a realizar una reforma que vuelque el palacio hacia la nueva plaza.
Giovani Pamphini, segundo hijo de la familia, se dedicó como mandaban las normas de la época a la carrera eclesiástica en la que poco a poco fue ganando poder.
Tras ciertos enlaces familiares fue nombrado Papa convirtiéndose de ese modo en el Papa Inocencio X. Su predecesor era recordado por su estrepitosa manera de gastar el dinero de las arcas Papales por lo que Inocencio X se vio en la obligación de moderar su presupuesto. Aun así, no quiso renunciar a la creación de una residencia al estilo de los antiguos emperadores Romanos que iba a ser su cara al mundo. Un mundo cada vez más pagano que no debía olvidar el poder que aún ejercía la iglesia y que según la idea de Inocencio X, no lo haría al ver el esplendor de su palacio.
Recordemos que el antiguo emperador Domiciano instaló su residencia en el Monte Palatio (sede de grandes acontecimientos históricos y bíblicos) donde mandó construir dos edificaciones; Una, la Domus Flabia correspondía a la parte pública de la residencia y la otra la Domus Agustiana donde se encontraban sus propios aposentos. Ambas estaban conectadas entre sí y a su vez lo estaban con un tercer espacio dedicado al espectáculo y la diversión.
Con esta idea en mente Giovan Batista Pamphini no pudo encontrar mejor emplazamiento para su residencia que el palacio de la familia en la Piazza Navona.
Para llevar a cabo la reforma necesaria decide comprar todos los inmuebles ubicados entre su palacio y la iglesia de Santa Inés (ubicada en el centro de la Plaza) y en 164X encarga el proyecto de reforma a XXXXXXX.
En esta nueva residencia, al igual que en la del emperador Dominciano encontramos 3 partes diferenciadas; El propio palacio representa la parte privada, la basílica representa la parte pública y la plaza que las une, donde antes se encontraba el antiguo circo, será la zona de espectáculos.
Para adornar esta gran plaza encarga en el año 1645 al arquitecto Borromini una nueva conducción de aguas hasta la plaza Navona alejando el escaparate de Roma de la residencia de los Barberini (familia del Papa predecesor) y trasladándolo a su nueva plaza “privada”.
Llama la atención que el Papa no encargase la fuente al encargado de las aguas de Roma y especialista en fuentes Bernini, aunque su decisión fue sin duda obligada por los siguientes dos motivos:
- Bernini había proyectado demasiadas fuentes para la familia Barberini (fuentes de las abejas) que era enemiga de los Pamphini.
- Bernini acarreaba sobre su espalda el reciente fracaso de su proyecto para los campanarios de la basílica de San Pedro ya que durante su ejecución aparecieron importantes grietas en los cimientos y se optó por derribarlas antes de que fuesen terminadas.
El Proyecto de Borromini
Con estos incidentes en mente le encarga el proyecto a Borromini que se encuentra en un momento de auge dentro de su carrera.
Borromini propone coronar la fuente con un obelisco y en su base representar mediante 4 cabezas de león como surtidores de agua los 4 ríos más importantes del mundo conocido hasta entonces. El Danubio para Europa, El Ganges para Asia, El Rio de la Plata para Sur América y el Nilo para África.
En el año 1948 el Papa ordena trasladar hasta la plaza Navona un obelisco que se encuentra abandonado en un antiguo circo de la ciudad. Para costear el traslado impone un pago de 25 escudos a todas las obras que se encuentren en ejecución en la ciudad.
Hacia la misma fecha aparecen los primeros documentos que señalan a Gian Lorenzo Bernini como futuro autor de la fuente en vez de a Borromini.
El Proyecto de Bernini
Existen dos versiones sobre cómo logró Bernini hacerse con el encargo:
- Según la biografía de Bernini escrita por su propio hijo el Papa propuso un concurso en 1647 para nombrar al encargado de construir la fuente. Bernini fue excluido del concurso por los motivos antes mencionados.
De todos modos, un príncipe de la realeza convenció a Bernini de que realizase un proyecto para la fuente prometiéndole que él se encargaría de presentárselo al Papa. El príncipe cumplió su palabra e introdujo a escondidas la maqueta en el palacio del Papa quien al verla quedó deslumbrado y decidió darle el encargo:
- La segunda versión cuenta que Bernini decidió por su cuenta elaborar un proyecto para la fuente y que una vez lo hubo diseñado fabricó una maqueta de 1,20 metros de altura en plata y se la regaló a la cuñada del Papa de quien conocía bien sus gustos y sabía que en parte era responsable de que Giovani hubiese llegado al Papado.
La fuente fue inaugurada oficialmente el 12 de Junio de 1651 sin embargo comenzó a funcionar el 8 de Junio cuando el Papa acudió a su última visita a las obras. Al llegar junto a la fuente el Papa le pregunto a Bernini porque aún no manaba agua de la fuente a lo que Bernini no pudo más que contestar que se trataba de un complejo proceso pero que pronto brotaría el agua de la esperada fuente. El Papa se despidió tomando la promesa de Bernini pero mientras se alejaba escucho un fuerte estruendo, al girarse pudo ver el agua cayendo de los cuatro vertederos de la fuente. Quedó atónito al ver semejante espectáculo y en tono bromista le dijo a Bernini: ¡Bernini, me la has vuelto a jugar! Haciendo referencia a cómo Bernini había conseguido hacerse con el encargo.
Durante los días mas calurosos del farragoso romano se aumentaba el caudal del agua de la fuente inundando la plaza y refrescando a los transeúnte que eran salpicados por las carrozas que pasaban.
El Papa había logrado su objetivo de crear, al igual que los antiguos emperadores, un lugar de espectáculo “circo” frente a sus propiedades.
Años después Bernini se lamentaría de las “malas artes” que utilizó para hacerse con el encargo.
Situación
La fuente de los cuatro ríos está situada en la Plaza Navona en Roma, Italia, ocupando el lugar donde antes se asentaba el circo Domiciano inaugurado en el año 86 DC por el emperador que le dio su nombre y que fue utilizado hasta el siglo IV cuando calló en desuso y con el tiempo llegó incluso a ser utilizado como cantera para abastecer de rocas a las nuevas construcciones de la ciudad. La fuente se sitúa frente a la Iglesia de Sant´Agnese in Agone, diseño de su eterno rival, el arquitecto Francesco Borromini.
A partir del siglo XV surgen las primeras edificaciones alrededor de la antigua pista del circo (es decir, sobre las antiguas gradas) creando la actual Plaza Navona. Esta nueva plaza alberga incluso uno de los mercados regulares de la ciudad.
Concepto
Utilizando la idea de Borromini sobre los principales ríos de los cuatro continentes conocidos hasta el momento: el Ganges, el Nilo, el Danubio y el Río de la Plata, Bernini rediseña la base de la fuente cambiando el diseño clásico y estático inicial por uno mucho más dinámico, con representaciones de figuras humanas y dejando el apoyo del obelisco vacío, lo cual representa claramente el dinamismo propio del movimiento Barroco.
Cada uno de estos 4 colosos de mármol hacen referencia a las características de los ríos. El Nilo con los ojos vendados por su origen desconocido. El Danubio mira hacia el escudo de Inocencio X, mecenas del artista. Al ser un río navegable el Ganges sostiene en su mano un remo y el Río de la Plata está rodeado de monedas, simbolizando la gran fuente de riquezas que el Nuevo Mundo aportó a la Iglesia.
La base de la fuente parece a simple vista una sola roca tallada en la que encontramos además de 4 figuras humanas representaciones de la fauna y flora representativa de cada continente.
Las figuras humanas fueron realizadas según podemos saber por los recibos de los pagos por los ayudantes de Bernini mientras que la piedra de travertino de la base donde se encuentran representadas la fauna y la flora fueron obras del propio Bernini.
Algunos detalles de la fuente hacen referencia a la Iglesia Católica y a la familia Pamphili. La postura semi-arrodillada de cada uno de los dioses indican que rinden homenaje a un poder central, el poder papal de Roma.
En las inscripciones del obelisco egipcio construido en el centro de la fuente hay una paloma con una ramita de olivo en el pico. La paloma si bien es una representación antigua de la Iglesia y el Espíritu Santo, también era el emblema de la familia Pamphili.
Materiales
La base de la fuente donde se muestran la fauna y la flora están esculpidas sobre una roca de Travertino. Esta roca ubicada en el centro de la fuente y de forma triangular fue utilizada por Bernini para crear una estructura capaz de soportar el peso del gran obelisco egipcio.
Las figuras humanas fueron esculpidas en los talleres sobre roca de mármol por los ayudantes de Bernini y posteriormente ensambladas en obra mientras que el artista se reserva la talla del travertino con la palmera, el león y el caballo.