Hotel Westin New York
Introducción
Propiedad de Tishman Realty and Construction Company, el Westin fue en 2002 el primer «gran hotel» que abrió sus puertas en Manhattan desde 1993 y el primer proyecto que cristalizó la firma Arquitectónica -con sede en Miami- en la ciudad de Nueva York.
La construcción del hotel, en la céntrica zona comercial de Times Square, fue supervisada por los fundadores de Arquitectónica, el peruano Bernardo Fort-Brescia y su esposa la estadounidense Laurinda Spear, profesores en la Escuela de Diseño Urbano de Harvard.
Opinión
El edificio causó cierta polémica ya que muchos lo tacharon de estrambótico o de “miamero” (termino que utilizan en los EEUU para referirse despectivamente a las construcciones de la ciudad de Miami). Mas que no gustar gran parte de la población remarcó que el proyecto estaba fuera de contexto.
Esta opinión del público queda reflejada en la crítica publicada por el New York Times:
«El Westin es demasiado latino. Es Almodóvar. Un edificio al borde de un ataque de nervios», señala Muschamp, parafraseando la obra más popular del cineasta español Pedro Almodóvar.
El crítico indica que mucha gente encuentra feo el edificio -muy estrambótico o muy «miamero» para el sobrio perfil arquitectónico de Nueva York-, pero añade que «guste o no, significa un importante cambio en la historia del gusto».
Ubicación
El hotel está situado en 43rd Street y 8th Avenue, en el corazón del Broadway District y a pocos pasos de Times Square, New York, Estados Unidos.
Concepto
El conjunto es de estilo posmodernista.
Su fachada está dividida en cristales azules hacia el lado oeste y azulejos en colores naranjas y rosas hacia el este, una composición que el crítico de arquitectura del diario «The New York Times», Herbert Muschamp, ha definido como «Samba de Broadway». Los responsables del diseño sin embargo atribuyen esta elección de colores a la alusión del cielo y la tierra
«El Westin es demasiado latino. Es Almodóvar. Un edificio al borde de un ataque de nervios», señala Muschamp, parafraseando la obra más popular del cineasta español Pedro Almodóvar.
El crítico indica que mucha gente encuentra feo el edificio -muy estrambótico o muy «miamero» para el sobrio perfil arquitectónico de Nueva York-, pero añade que «guste o no, significa un importante cambio en la historia del gusto».
Espacios
El complejo está compuesto por dos edificios, uno alto y otro más bajo.
Ambos corresponden al hotel y a sus múltiples instalaciones.
Estructura
La torre principal se separa de los edificios preexistentes en una media de 12cm para permitir colocar los sistemas antisísmicos que exige el código de edificación de la ciudad de New York.
Recordemos que el edificio más bajo se situa sobre el E-Walk de SONY, tratándose este de una estructura preexistente. Una vez asegurada la resistencia del edificio base y para evitar cualquier conflicto entre el este y la nueva construcción se construyó una base de travesaños de acero que aseguran la distribución equivalente del nuevo edifico sobre la construcción preexistente. Esto fue necesario ya que la cuadricula estructural del E-Walk no coincidía con la cuadricula estructural del hotel.
Una vez repartidas las cargas se trató el enlace entre los dos edificios como el de un edificio nuevo sobre el terreno, colocando 18 aislantes sísmicos que aseguran la posibilidad de que ambas obras se muevan con independencia.
Materiales
El Muro Cortina
El complejo muro cortina parte de 10 colores base materializados en 8.000 paneles de cristal con tan poca repetición en color o forma que las piezas se tuvieron que etiquetar con código de barras en fábrica para saber dónde colocarlas en la obra.
Cada pieza del gigantesco puzle cuenta con aislamiento propio y viene enmarcado en un marco extruido de un aleación que contiene principalmente aluminio.
El cálculo, la fabricación y la colocación del muro cortina corrió a cargo de la empresa italiana con sede cerca de la ciudad de Venecia Permasteelista Cladding Technologies LTD. El contrato con la empresa constructora fue de más de 18.000.000 de dólares.
El muro cortina que recubre los 47 pisos del edificio cambia de colores a lo largo del día ya que en el se reflejan el cielo, el sol y las nuves. Este cuadro cambiante se ve animado por un trazo curvo vertical blanco que parece trazado con pincel enfatizando la idea de que la fachada del edifico es en realidad un cuadro. El trazo blanco se ilumina desde el anochecer hasta media noche marcando la presencia del edificio en el caos de luces del MidTown de Manhattan tan cercano a Times Square.
Para el edificio más bajo y más asimétrico se optó por un muro cortina formado a partir de paneles de aluminio tintados. La complejidad del montaje debido a la poca repetición fue la misma que con los paneles de vidrio por lo que se procedió del mismo modo.