Maison Guiette
Introducción
También conocida como Les Peupliers, la Maison Guiette fue diseñada por Le Corbusier en 1926 y construida en 1927. Es un ejemplo temprano del estilo internacional y una de las obras menos conocidas del arquitecto ya que fue su primer encargo en el extranjero y el comienzo de su reconocimiento internacional.
La casa se completó en 1927, solo unos años antes de la Villa Savoye en Poissy, Francia, una obra clave del movimiento modernista. Ambas estructuras pertenecen a la serie de «villas blancas» que definieron la carrera inicial del arquitecto.
Encargada por el pintor y crítico de arte vanguardista de Amberes Rene Guiette, éste vivió y trabajó en ella.
En 2016, la casa fue inscrita como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, juntamente con otras 16 obras de Le Corbusier.
Ubicación
Una solución muy especial impuesta por las autoridades belgas en la parcelación de los espacios determina unas dimensiones largas y estrechas para el solar ubicado en la calle Populierenlaan 32, Amberes, 2020 Antwerpen, Bélgica. Un frente de 6,62m por 14,30m de profundidad.
Las dimensiones del solar asociado a las ordenanzas urbanísticas belgas, entre las cuales figuraba la obligación de dejar un paso libre por el lado oeste condicionaron el proyecto. Al encontrarse al final de una hilera de casas la Maison Guiette cuenta con un solo muro medianero, el de la fachada este.
Concepto
René Guiette encargó el diseño de su vivienda después de ver el Pabellón de l’Esprit Nouveau realizado por Le Corbusier en 1925 para la exposición de artes decorativas en París. Guiette escribió a Le Corbusier inmediatamente después de verlo.
El deseo explícito del propietario del edificio de vivir en la planta baja con acceso inmediato al jardín elimina automáticamente los pilotis del modelo Citröhan y da lugar a la insólita inserción de la cocina y los baños en el lado de la calle. Ventanas horizontales, la azotea, vanos verticales desnivelados con escalinatas rectas y empinadas, el taller dúplex y el diseño espacial completo que invita al «paseo arquitectónico» son otros elementos específicos.
La casa inspiró al pintor durante toda su vida realizando trabajos en gouache y fotografía experimental. Tanto la casa como la obra de arte de Guiette fueron objeto de una exposición en la 9H Gallery de Londres.
Espacios
La Maison Guiette consta de un subsuelo, una planta baja, un primer piso, un segundo piso y una azotea en la parte trasera del estudio.
Desde el exterior se presenta como un simple bloque blanco con un techo plano y paredes perforadas por acristalamientos cuadriculados. Una banda vertical de acristalamiento enmarcado en negro indica la escalera que se encuentra a un lado del edificio.
En el momento de su diseño Guiette solicitó espacios habitables en la planta baja que permitieran el acceso al jardín, motivo por el cual el arquitecto no pudo hacer uso de los pilotis, una de las características distintivas de sus obras, aunque si empleó otras características de sus “cinco puntos de la arquitectura moderna”, incluyendo una terraza en la parte posterior de la azotea.
Los espacios habitables se dividen en tres niveles accesibles desde una escalera lateral que discurre desde la fachada anterior hasta la posterior y está definida en la fachada por franjas verticales de acristalamiento enmarcado en negro.
Planta baja
En la planta baja se ubican una cocina, la zona de servicio, un aseo y una gran sala de estar que se abre al jardín. Sobre el lado oeste y cumpliendo con las ordenanzas se dejó un paso libre.
Segundo nivel
En el segundo nivel se ubican los dormitorios. El principal con ventana a la calle y dos más pequeños en la parte de atrás, articulados alrededor de un rellano, conjuntamente con el baño, un vestidor y un aseo.
Tercer nivel
El tercer piso alberga otra habitación y el estudio con doble altura y un gran ventanal en la fachada frontal con un balcón que se extiende longitudinalmente en todo el ancho de la fachada. A lo largo del pasillo curvo que lleva de la escalera al estudio se ubica una habitación de servicio, un trastero y un cuarto oscuro.
Desde el segundo nivel del estudio se accede a la terraza trasera delimitada con un muro, un pequeño balcón y un óculo en la fachada lateral.
Terraza
La terraza, en la azotea, se encuentra en la parte posterior del tercer piso y se puede distinguir desde el exterior por un balcón que sobresale y se extiende por encima de la escalera. Se accede a través del entrepiso del estudio, mientras que el estudio en sí está rematado con un techo plano liso.
Fachadas
Fachada norte
La fachada frontal, encarada al norte, muestra en planta baja una entrada estrecha sobre el lado izquierdo que da acceso a la escalera lateral protegida por una pequeña pérgola. A su derecha una ventana longitudinal, uno de los cinco puntos arquitectónicos de Le Corbusier, con cristalera permite la entrada de luz a la cocina, al un lavabo y al recibidor. Del mismo ancho que la puerta de acceso, 1,20m, dos cristaleras verticales se elevan sobre los dos siguientes niveles cortándose a la altura de la losa. Estas cristaleras permiten la entrada de luz natural a la escalera en todo su recorrido lateral.
A la altura del segundo piso se repite la cristalera longitudinal, una hilera con cuatro cuadrículas, que hay en la planta baja, esta vez dando luz y ventilación al dormitorio principal.
Finalmente en el tercer nivel la gran cristalera cuadrada, cuatro de las hileras del mismo ancho que las de la planta baja y primer piso, 4,62m, ocupa el resto de fachada remarcando el estudio de Rene Guiette.
Fachada sur
En la fachada trasera, la sur, se repite la ventana longitudinal del segundo nivel y en este caso el tercer nivel repite la misma ventana longitudinal. Es en la cristalera de la planta baja donde tres hileras longitudinales unidas crean una pared acristalada con vistas al jardín. Sobre el lateral se repiten las ventanas verticales, desde el suelo hasta el terrado, que dan luz a la escalera, pudiendo observarse desde el exterior el pequeño balcón en voladizo de la terraza.
Fachada oeste
En la fachada oeste se observan en la planta baja cuatro ventanas pequeñas verticales, sobre el lateral izquierdo de la entrada que permite un fácil acceso al jardín, otra ventana cuadrada sobre el lateral derecho. En la parte superior dos ventanas longitudinales marcan los diferentes niveles de la casa y un óculo en la parte superior del muro señala donde está la terraza.
Fachada este
La fachada este es la única pared medianera de la casa.
Materiales
En su construcción se han utilizado bloques de hormigón en las fachadas, ladrillos, hormigón armado, baldosas cerámicas, revoques de yeso, cristaleras y marcos metálicos. La cubierta se realizó con una losa de hormigón, mortero, material impermeable, baldosas y ladrillos huecos en los muros perimetrales.
El interior de la Maison Guiette se caracteriza por la forma en que se percibe el espacio en las estancias y por la sensación que aporta la entrada de la luz, junto con el uso del color de forma abstracta. La elección de la gama de tonalidades comprende el azul marino, azul pálido, malva, siena, rosa, ocre, verde inglés y gris en diversas tonalidades, que van desde el gris perla al gris oscuro, y el blanco, colores escogidos por Le Corbusier.
Color
Para Le Corbusier el color es un elemento importante que enfatiza las propiedades espaciales de la arquitectura.
Para la fachada el arquitecto había proyectado un revestimiento liso pintado de color siena pero las prescripciones urbanísticas exigían una terminación de materiales desnudos y visibles por lo que se utilizó un revestimiento de piezas de piedra.
En el interior los colores que fueron combinados según las estancias con la intención de que los espacios, largos y estrechos, parecieran más grandes y las paredes reforzaran o hicieran menos notoria su presencia. Dentro de la casa casi todas las paredes paralelas se pintaron del mismo color. Los techos son de color blanco. Las paredes delanteras, las traseras y las paralelas a las mismas verde ultramar. La pared exterior de la sala y la pared curva de la escalera se pintaron con rosa. Las paredes del guardarropa en siena quemada para que con las puertas abiertas hubiera armonía con las paredes divisorias entre la cocina y la sala de estar en un tono siena más oscuro.
En los dormitorios algunas paredes azul ultramar, sombra quemada u ocre. El blanco se utilizó, excepto en los dormitorios, en todas las habitaciones, incluidos los techos, y predomina en los espacios de estudio y servicio como la cocina, el baño, los trasteros y la escalera.
Los colores que fueron combinados según las estancias con la intención de que los espacios, largos y estrechos, parecieran más grandes y las paredes reforzaran o hicieran menos notoria su presencia.